Se puso de ruana el Tour

El ciclista boyacense Nairo Quintana, campeón de los premios de montaña y de la clasificación de los jóvenes. / AFP

No hay palabras para describir el orgullo que se siente al ver a un colombiano en el podio final de la carrera por etapas más importante del mundo, el Tour de Francia.

Lo que hizo el boyacense Nairo Quintana en las últimas tres semanas es sorprendente, increíble. Finalizó segundo en la clasificación general, se consagró campeón de la montaña, fue el mejor entre los jóvenes y ganó una etapa. Fue, sin duda, la gran revelación de la carrera, justo en la edición número 100, que tuvo un cierre especial en los Campos Elíseos de París, con un espectáculo de luces en el Arco de Triunfo.

Su hazaña sólo se pueden comparar con las que consiguieron los máximos héroes deportivos de nuestra historia: Luis Herrera, Fabio Parra, Antonio Cervantes Kid Pambelé, Édgar Rentería, Mariana Pajón, Martín Emilio Cochise Rodríguez, Juan Pablo Montoya o María Isabel Urrutia, para citar apenas a los más exitosos.

Y con apenas 23 años, Nairo todavía puede conseguir muchas cosas más, aunque dependerá de la manera como asimile el éxito y mantenga su hambre de victoria. Su formación ‘europea’, pues lleva cuatro años en el Viejo Continente, le puede ayudar a seguir por el camino correcto y alcanzar metas más altas.

Un par de días antes de viajar a Francia, en su visita a la redacción de El Espectador, Nairo dijo que su objetivo en la carrera era “ganar una etapa y ayudar a Alejandro Valverde a pelear un lugar en el podio”.

Pero con su inmenso talento y su mentalidad ganadora superó todas las expectativas, incluso las suyas. Cuando el líder de su equipo quedó lejos en la clasificación general, el boyacense asumió la responsabilidad como capo de la escuadra y lo hizo con lujo de detalles.

Siempre bien ubicado en el lote y atento para no involucrarse en caídas o en cortes, Quintana demostró condiciones fuera de serie. Sube como pocos. Incluso los especialistas lo comparan con el legendario Lucho Herrera. Pero además sabe descender y rueda con criterio en el terreno plano.

Tiene, además, uno de los mejores colectivos del Pro Tour, con recursos económicos, humanos y tecnológicos para permitirle seguir creciendo. Él lo sabe y por eso prolongó su contrato por dos temporadas más, en las que seguramente intentará ganar el Tour de la mano del técnico José Luis Arrieta y el director deportivo Eusebio Unzué.

El mundo lo respeta

Eddy Merckx, el mejor ciclista de todos los tiempos, no ahorró elogios para el colombiano: “El futuro es él”, dijo ayer en un programa especial de la televisión francesa. Fabio Parra, quien era el único escarabajo que había conseguido un podio en el Tour, señaló en su cuenta de Twitter: “La actuación de Nairo es en mi opinión, el mayor éxito deportivo de Colombia”. Y el director de la carrera, Christian Prudhomme, en una entrevista, admitió que “el Tour necesita campeones como Quintana, un escalador de raza”.

Nacido en Cómbita el 4 de febrero de 1990, Nairo Alexánder comenzó su carrera profesional en el equipo Boyacá Orgullo de América, en 2009.

Un año después fue fichado por el Colombia es Pasión. Con el equipo nacional corrió sus primeras pruebas en Francia y España. Y ganó el Tour de L’Avenir, la carrera más importante del mundo para pedalistas menores de 23 años.

Fue allí en donde lo vieron los directivos del Movistar, que lo ficharon a comienzos de 2012. Inicialmente querían que fuera gregario y que trabajara para Valverde en las etapas de montaña. Pero su desempeño los hizo cambiar de opinión. Ganó la Vuelta a Murcia, la Ruta del Sur y el Giro de Emilia, además de varias etapas, por lo que este año mejoró su estatus y tuvo más libertad para planear la temporada.

Se impuso en la Vuelta al País Vasco, pero su gran reto era el Tour. Ayer alcanzó la gloria en París y se adueñó del podio. Con su sonrisa tímida, humilde, recordó a los escarabajos que durante los últimos 30 años le han puesto picante al ciclismo europeo. Y volvió a despertar la fiebre por el deporte del pedal que se vivía en Colombia en los años 80 y 90. Grande, Nairo, el hombre que en 2013 se puso de ruana el Tour.