El ciclista colombiano Sergio Luis Henao fue separado este miércoles del Team Sky, como consecuencia de la reapertura de una investigación adelantada desde hace un año internamente por el mismo equipo y luego dada a conocer a la Comisión Antidopaje de la Unión Ciclista Internacional, como una contribución al estudio sobre los efectos de la altura en ciclistas que nacieron y viven en esta condición. Es de anotar que el paisa no ha sido encontrado positivo en ningún examen realizado dentro y fuera de competencia y que cuenta con el apoyo de su escuadra, no obstante, fue apartado porque así lo indica la política del cuadro británico, que cuando uno de sus pedalistas está siendo investigado, no puede seguir con su calendario normal mientras se soluciona la situación.
En 2014 habían encontrado en el pasaporte biológico un comportamiento extraño en los patrones hematológicos y hormonales de Sergio Luis, razón por la que se le había abierto una investigación y había sido apartado de la escuadra británica. Pero tras darse cuenta el equipo Sky que todo estaba en orden y que las variaciones se daban por consecuencia del entrenamiento en la altura, le dejaron reincorporarse al plantel. Pero otra vez se vive la misma situación. “El pasaporte biológico es un sistema de control de patrones hematológicos y hormonales para cuidar que no varíe y en caso de que esto ocurra los órganos de control sospechan del uso de una sustancia prohibida”, le contó a El Espectador Jenaro Leguízamo, ex entrenador de Sergio Luis Henao y quien es un estudioso del tema de preparación en altura.
“Por vivir encima de los 2.000 metros en Rionegro y por venir con frecuencia a entrenar a Bogotá y sus alrededores, hay variación en toda la cuantificación de glóbulos rojos y demás indicadores hematológicos. La altitud hace variar porque entre más alto hay menos oxígeno y el cuerpo está trabajando en hipoxia, lo que hace que de manera natural se produzcan más glóbulos rojos para transportar el oxígeno que requiere el cuerpo. Es algo natural”, destaca Leguízamo, quien confiesa que esta es una situación rara para los británicos (de donde es el equipo Sky).
Y esta vez nuevamente los exámenes que se le hicieron a Sergio Luis dieron resultados variables, por lo que se generaron nuevamente dudas. Y lo que ocurrió, según conoció El Espectador, es que el antioqueño estuvo 20 días antes de la Vuelta al País Vasco preparando la competencia en la altura de la sabana de Bogotá. Salía a rodar con sus amigos por dos o tres horas al páramo de Guasca o el Alto de la Cuchilla, como se le conoce en el argot de los pedalistas. Es decir, que se preparó a más de 3.000 metros, lo que técnicamente es como vivir en una cámara hiperbárica. “Eso genera inmediatamente unas adaptaciones orgánicas que pueden ser nuevas y sonar anómalas para los europeos, porque ellos lo máximo que tocan son los 2.000 metros. Eso hace que se generen los cambios hormonales y la sospecha”, recalca Leguízamo.
Vale la pena recordar que en este momento Sergio Luis no está inhabilitado para competir, simplemente su equipo lo aparta mientras investigan y llegan a una conclusión determinante para eliminar la sospecha. “Sé que se comprobará una vez más que esos valores corresponden a algo normal de un corredor que tiene una predisposición genética a generar más glóbulos rojos de lo normal y el hecho de cambiar de hábitat hace que los valores no sean estables. Si él estuviera todo el tiempo a nivel del mar o en la misma altura y salieran mal los resultados, sería sospechoso, pero los que toman la muestra desconocen los detalles de cómo y en dónde se preparó él”, afirma quien fuera su entrenador y hoy en día amigo personal, Jenaro Leguízamo. Por ahora Sergio Luis seguirá preparándose por su cuenta con miras al reto de los Juegos Olímpicos de Río 2016, en donde espera buscar una medalla olímpica para Colombia.