Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El ciclismo colombiano ha ganado tanto en los últimos años que equivocadamente nos sabe a poco el podio de Miguel Ángel López en el Giro de Italia, cuya edición 101 terminó este domingo con el triunfo del británico Chris Froome, quien completó la triple corona en las grandes carreras por etapas en el mundo, pues había conseguido cuatro títulos en el Tour de Francia y uno en la Vuelta a España.
López, con apenas 24 años de edad, fue tercero en la clasificación general y el campeón entre los jóvenes, como lo fueron antes Rigoberto Urán, Carlos Betancur y Nairo Quintana. Su actuación durante las 21 etapas fue una demostración de que es un potencial aspirante a la victoria en alguna de las tres grandes y lo consolida como líder del equipo Astana y una de las figuras del pelotón internacional.
Miguel Ángel, además, mantuvo la tradición de colombianos en el podio de la carrera rosa. De las últimas seis ediciones, los escarabajos han terminado entre los tres primeros en cinco de ellas, e incluso en 2014 Nairo y Rigo hicieron el 1-2.
A esas impresionantes gestas, impensadas hace 30 años, cuando era difícil que un compatriota tuviera las condiciones y el respaldo logístico para pelear mano a mano con las grandes estrellas del ciclismo, se suman varios títulos de la montaña, la clasificación por puntos, la de los jóvenes y triunfos de etapa. Este año solamente Esteban Chaves logró una victoria parcial, antes de sufrir una crisis y perder todas sus opciones de pelear por el título.
El “Supermán” de Pesca
La gesta de Miguel Ángel López no sorprende. Desde 2014 ha sido uno de los mejores ciclistas del país. Ese año ganó la Vuelta de la Juventud y el Tour de L’Avenir, la carrera aficionada más importante del mundo.
Para la siguiente temporada fue fichado por el equipo Astana, de Kazajistán, con el que ganó etapas en la Vuelta a Burgos, el Tour de San Luis y el Tour de Langkawi, antes de conseguir sus primeros grandes títulos, los de la Vuelta a Suiza y la clásica Milán-Turín, en 2016.
Descubierto y formado por el exciclista Rafael Acevedo en la escuadra Indeportes Lotería de Boyacá, López aprendió a los golpes todos los secretos del deporte de las bielas. Sufrió caídas y lesiones que pusieron en riesgo su continuidad en las carreteras, pero pudo superarlas.
El año pasado explotó en una gran carrera. Ganó dos etapas, fue octavo en la general y campeón de los jóvenes en la Vuelta a España. Allí se convenció de que tenía condiciones para pelear una competencia de tres semanas.
Y para eso se preparó en el invierno europeo. Llegó al Giro 2018 con la idea de subirse al podio. Comenzó mal y en la primera semana perdió varios minutos, pero poco a poco recuperó su forma y se fue acercando en la general. A pesar de que no ganó ninguna etapa, estuvo entre punteros varias veces y eso le sirvió para escalar posiciones. El sábado ascendió al tercer lugar, detrás nada menos que de Chris Froome y el holandés Tom Dumoulin, campeón de 2017.
También superó en la lucha por la camiseta blanca al ecuatoriano Richard Carapaz, revelación de la carrera, con quien tiene rivalidad desde la categoría juvenil.
“Llevamos a López poco a poco y estoy muy contento son su trabajo. Hay que mejorar en las crono y superar el tema de las caídas, pero la camiseta blanca y el podio son un buen premio para el equipo, así no hayamos logrado el triunfo de etapa, que siempre se buscó. Esta carrera le va a ayudar a Miguel Ángel a tomar confianza para el futuro”, señaló el director deportivo del Astana, Aleksandr Vinokourov.
López, por su parte, les dedicó su actuación a los colombianos y prometió más triunfos en el futuro: “Estoy muy orgulloso de este podio, mi primero en las grandes vueltas. Fue una carrera muy dura desde el comienzo y creo que la supe disputar. Lo único que lamento fue no haberle regalado un triunfo a mis compañeros, que hicieron un trabajo muy bueno. El equipo me ayudó mucho para esta actuación”.
Además de López, Sergio Luis Henao también brilló. Fue un escudero de lujo para Chris Froome en el Sky, una constante en los últimos años. Y aunque no logró su objetivo, que era subirse al podio, Esteban Chaves logró un triunfo de etapa y con coraje y profesionalismo se dedicó a trabajar para Simon Yates, su jefe de filas, tal como lo hicieron Járlinson Pantano, Darwin Atapuma, Carlos Betancur, Rodolfo Torres y Dayer Quintana, los otros colombianos que comenzaron el Giro hace 25 días en Israel y este domingo cruzaron la meta en Roma.
