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La nueva exhibición de Tadej Pogacar en la etapa 12 del Tour de Francia 2025, con su ataque demoledor en Hautacam y el regreso al maillot amarillo, reabrió con fuerza el debate eterno: ¿es ya uno de los mejores ciclistas de la historia o simplemente el más grande que jamás hayamos visto?
La forma en que destrozó a Jonas Vingegaard, sacándole más de dos minutos en una llegada icónica, mientras venía de una caída el día anterior, fue tan insultante como majestuosa. Pogacar no solo gana, lo hace sonriendo, como si el esfuerzo extremo fuera parte de un juego que solo él domina. Corre con ese instinto voraz de otros tiempos, ataca donde nadie lo espera y transforma el sufrimiento en espectáculo.
Los argumentos que hacen a Pogacar uno de los mejores de la historia: video
Desde su irrupción en 2020, cuando sorprendió al mundo con un Tour que parecía destinado a otro, Pogacar ha coleccionado triunfos con una facilidad desconcertante: dos Tours consecutivos en 2021 y 2021 y un doblete Giro-Tour en 2024.
Pogi sigue ganando con el aura de los elegidos. Para muchos, ya superó a todos; para otros, su legado apenas comienza. En una era de superatletas, él es la joya de la corona. Su versatilidad, su alegría desconcertante y su capacidad de reinventarse tras cada caída hacen que, más que un corredor total, parezca un ciclista salido de otra dimensión. ¿Qué es imposible para Pogacar? Con cada pedalazo, parece decirnos que la historia aún está por escribirse.
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