Team Sky: fin de una década de triunfos y escándalos

Con el anuncio de sus propietarios de suspender el patrocinio desde el 2020, queda en duda la continuidad del equipo británico de los colombianos Egan Bernal, Iván Sosa y Sebastián Henao.

Juan Carlos Rincón / Corresponsal de El Espectador en Londres
13 de diciembre de 2018 - 09:00 p. m.
 el colombiano Egan Bernal y los británicos Geraint Thomas y Chris Froome, las figuras del equipo Sky en 2018. / AFP
el colombiano Egan Bernal y los británicos Geraint Thomas y Chris Froome, las figuras del equipo Sky en 2018. / AFP
Foto: AFP - JEFF PACHOUD

Los repetidos escándalos y las controversias generadas por prácticas deportivas en el umbral de la legalidad terminaron de convencer a los nuevos dueños del famoso equipo ciclístico británico de retirar su patrocinio y abandonar a la escuadra creada por Sir David Brailsford, en 2010, con el objetivo de dominar el ciclismo mundial.

Ahora, el futuro de una de las estructuras ciclísticas más poderosas de la historia está en duda y la temporada 2019 será el año determinante para sus veteranos líderes Chris Froome (33 años) y Geraint Thomas (32), y para sus promesas, los colombianos Egan Bernal e Iván Sosa, de 21 años, y el inglés Tao Geoghegan Hart, de 23.

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El gigante mundial estadounidense de las telecomunicaciones, Comcast, que adquirió el pasado 8 de octubre el 75 % de sus acciones y el control del operador satelital Sky, del magnate Rupert Murdoch, por 39 billones de dólares, dijo basta. La disminuida reputación del equipo y la hostilidad y el rechazo generado al más alto nivel, incluyendo la Unión Ciclística Internacional (UCI), el Parlamento Británico, la mayoría de escuadras World Tour y la afición fueron claves para la decisión empresarial.

A pesar de sus victorias y de su ethos de practicar un “ciclismo limpio”, desde 2016 Sky ha estado en el ojo del huracán hasta el punto de haber sido señalado por la Comisión de Cultura y Deporte del Parlamento Británico de inconsistencias y de haber cruzado la “línea ética” al recurrir a las exenciones terapéuticas para drogas prohibidas, con la meta de conseguir “ganancias marginales”.

El encargado de implementar la determinación de Comcast fue el propio Director Ejecutivo del conglomerado Sky, Jeremy Darroch, quien desde 2007 ha sido el responsable de la expansión del grupo multimedia en Europa y recibió 48 millones de dólares por sus acciones en la compañía, luego de la toma de control de la empresa por los estadounidenses. La cifra es superior al presupuesto anual del equipo ciclístico, estimado entre 35 y 40 millones de dólares.

Lo cierto es que los 2 millones de dólares que Sky destina a su aparato de relaciones públicas no lograron acallar la tumultuosa temporada 2018, con la polémica del excesivo consumo de Salbutamol de su líder Chris Froome en la Vuelta a España 2017, que solo se resolvió el 2 de julio, cinco días antes de largar el Tour de Francia.

Como señalamos en febrero pasado, Sky era un equipo millonario con futuro incierto; un equipo en la cuerda floja. Diez meses después, la cuerda se rompió. Al revisar las alianzas comerciales y sus intereses económicos tras la toma de control de Sky, Comcast encontró inconveniente el alto perfil de controversias del equipo ciclístico, que afectaba su reputación empresarial. Además de su presupuesto colosal.

Para los nuevos dueños, a pesar de las victorias, no era posible justificar una inversión de 40 millones de dólares anuales que reportaba mala imagen y negatividad a su perfil. Un error de cálculo del gerente general del equipo ciclístico, Sir David Brailsford, quien nunca imaginó una navidad tan amarga y una pretemporada tan negativa. El creador del exitoso equipo en enero de 2010 y amigo personal de James Murdoch (hijo menor del magnate de Sky) no vio venir la guillotina y el futuro es ahora incierto. Sus ciclistas y personal quedan en un limbo, y algunos buscarán nuevos aires.

Sir David siempre dijo que el futuro estaba asegurado y actuaba en consecuencia. En el verano europeo firmó un contrato de arrendamiento por cinco años con el Instituto de Salud y Alto Rendimiento de Manchester, cercano al velódromo del equipo olímpico británico, sede oficial de la escuadra desde 2009.

Luego, en octubre, firmó nuevos contratos con el inesperado campeón del Tour de Francia, Geraint Thomas (por otros tres años), y por cinco con el joven colombiano Egan Bernal, considerado desde ya como el relevo y la carta del Team Sky para el futuro. Además, le arrebató al Trek Segafredo a Iván Ramiro Sosa, otro promisorio colombiano que había dado su palabra y hoy debe estar preocupado, y además firmó al prospecto ecuatoriano Jhonatan Nárvaez (21 años), proveniente del Quick-Step belga.

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Brailsford olvidó un detalle fundamental. La subsistencia de Sky estaba íntimamente ligada al amor y la pasión personal de James Murdoch, su principal motivador y defensor, quien era el Director de Sky PLC y de 21st Century Fox. Cuando este renunció después de la compra por Comcast, se rompió el enlace fundamental de la cadena.

El jueves 6 de diciembre, el gerente general del Team Sky fue informado de la decisión. Los ciclistas, incluyendo los campeones Chris Froome y Geraint Thomas, apenas este martes en el campo de entrenamiento de invierno en Mallorca. El miércoles el equipo hizo el anuncio oficial y agradeció al conglomerado Sky por el apoyo financiero y el respaldo desde su fundación. “El equipo Sky continuará en carrera bajo un nombre diferente, si se consigue un nuevo patrocinador que asegure los fondos desde el inicio de 2020”, dice la declaración.

Fin de una era

Gracias a los incomparables niveles de apoyo financiero, el Team Sky cambió el equilibrio de poder y ha dominado el escenario ciclístico mundial desde 2012, cuando logró su primera victoria en el Tour de Francia con Bradley Wiggins.

Se estima que Sky Corporation ha invertido más de 200 millones de dólares en el equipo desde el 2010, con un aumento sustancial de recursos desde el 2014, que le ha permitido contratar a los mejores especialistas a nivel deportivo, técnico, nutricional y médico. Se considera que varios de los pedalistas en la nómina podrían ser líderes en otras escuadras y, de hecho, varios han emigrado en busca de ello, como Rigoberto Urán, Mikel Landa y Sergio Luis Henao.

Desde su lanzamiento, el Team Sky ha conseguido 322 victorias y ocho grandes Vueltas; seis veces el Tour de Francia (2012, 2013, 2015, 2016, 2017 y 2018) y en una ocasión la Vuelta a España (2017) y el Giro D’Italia (2018).

Su líder natural, Chris Froome, acumula cuatro Tours de Francia, una Vuelta, un Giro, tres Dauphiné Liberé y dos Vueltas a Romandía. Además, tres subcampeonatos en la Vuelta a España, uno en el Tour, un tercer lugar en el Tour y tres medallas de bronce olímpicas.

Por su parte, el galés Geraint Thomas, muestra una victoria en el Tour de Francia (2018), una en el Dauphiné Liberé (2018) y otra en la clásica Paris-Niza (2016).Sin embargo, además de sus victorias y eficientes métodos deportivos y en carrera, el Team Sky “popularizó” un nuevo léxico fármaco-ciclístico durante la presidencia en la UCI (2013-2017) del británico Brian Cookson. Gracias a sus tácticas, el Fluimucil, el esteroide Prednisolona, el Tramadol, la Triamcinolona (Kenacort), los corticoides, el Salbutamol y las exenciones terapéuticas, TUE, entre otros, hoy hacen parte del lenguaje común.

Y este léxico volverá a escucharse con fuerza a principios de 2019. En febrero, el exmédico del equipo, Richard Freeman, deberá declarar bajo juramento ante el Consejo Médico General de Gran Bretaña, para explicar el suministro de parches de testosterona entregados al equipo Sky en el Velódromo de Manchester en 2011. La Agencia Antidopaje británica encontró que se entregaron entre 60 y 70 parches de 40 mg de Triamcinolona, y que Bradley Wiggins recibió inyecciones de ellos, previamente a los Tours de Francia 2011, 2012 y 2013, gracias a exenciones terapéuticas.

Futuro nebuloso

La continuidad del equipo, a pesar del optimismo de sus dirigentes de conseguir un nuevo patrocinador principal, está en duda. Al menos, se antoja casi imposible lograr un socio de la dimensión mundial y el presupuesto de Sky, y nadie asegura que los escándalos terminarán y no opacarán de nuevo los eventuales triunfos.

Se trata de un desarrollo masivo para el ciclismo mundial -no del todo inesperado, en vista de los antecedentes- en una coyuntura económica muy complicada para el equipo británico cuando el país se apresta a aislarse y retirarse de la Unión Europea el próximo 29 de marzo, en medio de una contracción de la economía, una devaluación de la libra esterlina y una fuga de empresas y de inversiones.

El presidente del equipo, Graham McWilliam, afirma que era “el momento adecuado” para terminar la participación de Sky y que fue decisión de la escuadra, pero la realidad es otra y el futuro incierto. El equipo es británico en todo sentido, construido para los triunfos británicos y el patrocinador era una empresa con sede en Gran Bretaña.

Un socio extranjero podría ser una compañía mundial de teléfonos celulares, como en su momento estuvo HTC, o una empresa asiática (China, Corea), pero el componente político y de identidad nacional británica es un factor esencial.

El momento, además, causa intriga porque la victoria de Geraint Thomas en el Tour 2018 era vista como una mejoría de imagen después de las controversias de Wiggins y de Froome con el Salbutamol. Y el ascenso fulgurante de Egan Bernal, la carta del equipo para ganar el Giro de Italia en 2019 y tal vez intentar el doblete en la Vuelta a España, ayudaba a las buenas relaciones públicas. Pero el daño estaba hecho. Es paradójico que mientras el equipo Bahrain Merida se refuerza y concentra alrededor de su líder italiano Vincenzo Nibali (junto a Froome, el único ganador de las tres grandes vueltas dentro del pelotón), Sky se queda sin patrocinio. Bahrain anunció el mismo día su alianza estratégica con el equipo McLaren de Fórmula Uno, 56 % de propiedad de la familia real con el grupo Muntalakat.

McLaren pasa a ser dueño de la mitad de la escuadra ciclística y ello tiene un componente clave. A pesar de su falta de resultados en F1, en los últimos años, McLaren es dueño del centro de tecnología de punta más avanzado de Gran Bretaña, en Woking.

Contrarreloj de seis meses

Lo cierto es que el Team Sky ha iniciado la contrarreloj más frenética de su existencia en busca del nuevo patrocinador principal y anunció que antes de la partida del Tour de Francia, el 29 de junio, en Bruselas, tomará una decisión sobre su futuro.

La escuadra confía en que en ese momento esté asegurada la continuidad. Caso contrario sus ciclistas y personal quedarán en libertad para buscar nuevos rumbos y, dada su calidad, muchos equipos estarán interesados y sus figuras no deberían tener mayor problema para firmar contratos.

Sin embargo los cambios de propiedad, de patrocinio y de estructura, pueden resultar en anulación de contratos. Y según fuentes del portal especializado Cyclingnews, diez de sus ciclistas ganan más de un millón de euros por temporada y su líder Chris Froome, cinco.

A pesar de su estela triunfadora, no es fácil conseguir un patrocinio de 40 millones de dólares anuales cuando el núcleo de los equipos World Tour funcionan con menos de la mitad de esa cifra.

El Team Sky es administrado por la sociedad británica Tour Racing Limited, que es un 85 % propiedad del conglomerado televisivo y el 15 % restante de 21st Century Fox. De no encontrar nuevos propietarios y patrocinadores, habrá que llegar a un acuerdo con los pedalistas, dado que la empresa es responsable de los contratos que se extienden más allá de 2019. Entre ellos están los de sus principales figuras; Chris Froome y Geraint Thomas hasta 2021 y Egan Bernal hasta 2023.

Además, bajo las reformas de la Unión Ciclista Internacional (UCI) al World Tour, las nuevas licencias para los equipos se otorgarán por tres años (2020-2022) y el proceso de solicitudes se resolverá en la segunda mitad de la próxima temporada. De manera que si el Team Sky no tiene claro su respaldo, la comisión de licencias no podría otorgarla.

Su gerente, Sir Dave Brailsford, dice que la escuadra “seguirá avanzando y tiene mentalidad abierta hacia el futuro y el potencial de trabajar con un nuevo socio, si se presenta la oportunidad correcta”. Pero quién se le medirá? Después de ganar seis de las últimas siete ediciones del Tour de Francia y dominar el ciclismo mundial, parece que las controversias continuas le pasaron una factura muy alta al Team Sky.

No se trata del final del equipo aunque en el 2019 la búsqueda del nuevo y multimillonario mecenas pesará psicológicamente como espada de Damocles. Los patrocinios en el deporte y en el ciclismo cambian con frecuencia (cada tres o cinco años), pero el presupuesto de Sky no tenía antecedentes y tampoco su duración, una década.

Encontrar un remplazo del mismo nivel es un desafío gigantesco y más difícil de conquistar que la quinta victoria de Chris Froome en el Tour de Francia.

Por Juan Carlos Rincón / Corresponsal de El Espectador en Londres

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