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Quizás este sábado veamos por primera vez una batalla a fondo en el Giro de Italia. Tras el paso de dos premios de montaña de primera categoría y de uno muy duro de segunda, daba la impresión de que nada cambiaría, que nuevamente veríamos a cinco kilómetros de la llegada un pelotón de más de cuarenta ciclistas (habría que ir muchos años atrás en las grandes vueltas para encontrar algo parecido), que con michicatería pelearían por una renta mínima en la meta. (Vea cómo van los favoritos en el especial del Giro)
Pero, tras ver por varias horas subir y bajar a un enorme grupo que tiraba el Stixx, en un esfuerzo que al final fue inútil para defender el liderato de Bob Jungels, solamente se necesitó que el colombiano Esteban Chaves pegara un arranconazo para que el hombre de la camiseta rosa perdiera la rueda y comenzara a sufrir, cada vez más lejos de los grandes favoritos.
Tras quitarse de encima al líder, y al ver que el segundo de la general, el Movistar Andrey Amador también se quedaba, el Astana del siciliano Nibali aceleró un poco la marcha pero su esfuerzo no fue suficiente porque el “Tico” arriesgó en el descenso y le llegó al grupo de “perfumados” de la carrera que trataba de hundir más al exlíder, que valientemente se vació tratando de llegarle, en un intento heroico que seguramente pagará muy caro si este sábado los protagonistas de la carrera se trenzan en una batalla de verdad. Amador pintó de rosa las caras de millones de costarricenses que por primera vez ven a uno de los suyos al mando de una de las grandes vueltas. Tal vez este mismo sábado se vuelva trizas su ilusión pues como él mismo lo reconoce, no es un escalador puro, pero su logro es un hito más del ciclismo de nuestro continente.
Renace la ilusión
Tras la malhadada cronómetro del pasado domingo, que alejó a los dos líderes colombianos del liderato, muchos dieron por perdida cualquier posibilidad de victoria final en este Giro. Tanto que un importante diario capitalino aseguraba el jueves que si acaso podrían pelear por meterse entre los primeros cinco de la general. Pero la manera como que se está corriendo y la forma en que se ven Rigoberto Urán y Esteban Chaves nos obliga a pensar que se están facilitando las cosas para que se recupere el tiempo perdido.
Al paisa Urán se lo ha visto responder cada vez que se ha atacado. No se ha mostrado nunca en cabeza, va siempre entreverado en el grupo pero sin mayores dificultades llega cuando alguien intenta marcharse. Se lo ve firme y confiado por lo que solamente él sabe a qué está jugando y si tiene restos para intentar una hazaña.
Y Chaves comienza a sonar con fuerza. La forma como se movió el pelotón en el momento en que intentó salir dejó claro que se lo quiere mantener lejos y que ninguno de sus rivales lo pierde de vista. Y ya los especialistas y hasta el mismo líder Amador se han fijado en la facilidad con la que está subiendo. El redactor de El País de España, Carlos Arribas, escribió ayer lo siguiente: “Y el domingo, el de la montaña sola, el Alpe di Siusi, el puerto que solo en menos de 11 kilómetros de cronoescalada puede que cree más diferencias entre los favoritos que los 2.425 kilómetros que ya habrán pedaleado antes.”
“Y por eso, bueno, y por todo, sonríe Chaves su risa limpia de grandes dientes y ojos claros. Al colombiano todos lo señalan como favorito para ese día, y él, que como Nairo, también de su edad, 26 años, expresa cuando corre un sentido innato de la carrera ciclista, que sabe sin que se lo enseñen dónde tiene que estar, cómo moverse, que sabe que el ciclismo es paciencia, saber esperar, se lo cree”
“El Giro comienzó el viernes, las montañas, y puede que acabe el domingo”
Hoy, en la que muchos han considerado la etapa reina, de 210 kilómetros entre Alpago y Corvara, se puede presentar otro sacudón en las clasificaciones y los nuestros pueden ser protagonistas de primera línea. Casi desde la salida, a 400 metros sobre el nivel del mar se va en ascenso hasta los 2.239 del paso Pordoi, en el kilómetro 96,7 y de allí seguirá un continuo subir y bajar con un alto de primera categroría, tres de segunda y uno de tercera… Como para dar y convidar…