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Si buscáramos comparar el Tour de este año con los 38 que hasta el momento han corrido los colombianos podríamos decir que es muy parecido a los que enfrentaron Patrocinio Jiménez y Lucho Herrera en la década del 80, que por cierto no los favorecían demasiado. Da la impresión de que la organización, en un momento de desespero, pues han pasado 36 años del último triunfo de los locales, quieren volver a ese esquema que permitió los cinco títulos de Bernard Hinault.
La carrera que se inicia este sábado tiene montaña muy dura pero predominan las etapas llanas y de media montaña (10 planas y cinco con ascensos no muy exigentes). Seguramente con este recorrido, los ciclistas europeos van para imponer un ritmo endiablado con el fin de limarles las piernas a Miguel Ángel López, Nairo Quintana, Esteban Chaves, Sergio Higuita y al ecuatoriano Richard Carapaz, quienes además saben que en 57.8 kilómetros contrarreloj individual van a perder tiempo muy importante. Rigoberto Urán, por su parte, gracias a su forma de correr, y por su desempeño en las cronómetros, se puede defender en esos recorridos, pero no tiene la fortaleza necesaria en los ascensos complicados.
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Quintana, dado a que su equipo lo dejó sin los gregarios que necesitaba en la montaña, ya renunció a una lucha por la general y manifestó que se dedicará a buscar victorias de etapa. Tan complicada ve su situación que hasta aseguró algo que aún no nos puede caber en la cabeza, que puede perder deliberadamente 20 minutos para que no sea un peligro y pueda marcharse en cualquier escapada.
Siete días para sufrir
Como ocurría en los 80, cuando los organizadores tenían como regla fija programar de entrada una seguidilla de fracciones sin mayores dificultades, en esta ocasión solamente se encontrarán premios de primera categoría en la octava etapa. Los dos primeros días serán de media montaña y los siguientes, incluyendo una contra reloj de 27 kilómetros, serán una sucesión de etapas sin mayores dificultades. Tras las repetidas victorias que en esta temporada han tenido los colombianos y Carapaz, los principales rivales seguramente van obligar a sus gregarios a llevar la carrera a tope para tratar de quitárselos de encima antes de que lleguen a su terreno. ¿Qué tanto podrán salvar esta situación López, Chaves, Higuita y Carapaz? Por ahora, es una incógnita indescifrable.
El Tour se inicia en la esquina superior izquierda del hexágono francés y poco a poco va bajando hasta la esquina opuesta donde se encontrarán los duros ascensos de los Alpes en los que se encontrarán subidas tan duras como las de las dos caras del Mont Ventoux, la primera de 22 kilómetros al 5.1 % y la segunda de 15 kilómetros al 8.8%. Luego buscarán los Pirineos en donde enfrentarán los 2.215 metros en la llegada de Saint Laury-Soulon y al día siguiente los ascensos fuera de categoría al Tourmalet y a Luz Ardiden. El penúltimo día de carrera cualquier escalador puro tendrá que tener casi tres minutos de ventaja para enfrentar una contra reloj de 30.8 kilómetros. Las perspectivas, pues, no son muy claras para los nuestros.
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Sin duda alguna. los grandes favoritos son el campeón del 2020 Tadej Pogacar y el subcampeón Primo Roglic. Sin embargo, hay alguna reserva sobre su estado pues este año no se presentaron a las competencias que tradicionalmente han servido para llegar en la mejor forma, el Dauphiné Liberé y la Vuelta a Suiza. En cambio, se dedicaron la mayor parte del tiempo a prepararse con sus equipos en entrenamientos en altura. Un escalón más abajo en la escala de posibles vencedores están Gerain Thomas, Sebastián Yates, Miguel Ángel López, Rigoberto Urán, Esteban Chaves y el ecuatoriano Carapaz. Con todas las circunstancias descritas, este Tour nos va a servir para descubrir cuánto ha avanzado esta generación prodigiosa que nos está dando tantas satisfacciones.