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Un atípica Vuelta a España, amenazada por la meteorología otoñal y el coronavirus, arrancó el martes en Irún (País Vasco, norte), con el esloveno Primoz Roglic, vencedor el pasado año, como firme aspirante a revalidar el título.
La pandemia que obligó a trastocar el calendario ciclista desplazando dos meses a la Vuelta de sus fechas habituales, también le quitó sus tres primeras etapas previstas inicialmente en Holanda.
Sin todavía haber empezado la prueba, el nuevo coronavirus causó dos bajas en los equipos Bahrain-McLaren y Sunweb, aunque ninguno de los afectados es ciclista, según la organización de la prueba, que ha puesto a punto un estricto protocolo sanitario.
Burbujas sanitarias para los ciclistas, que prácticamente irán del hotel a la carrera y viceversa, pruebas de covid-19 y un estricto control del público, que no podrá acudir a ninguna de las llegadas en alto de esta montañosa 75 edición de la ronda española.
Con un recorrido que sólo visitará la mitad norte de España, la Vuelta, que dejará pocas ocasiones para el lucimiento de los velocistas, empezó con fuerza el martes con una etapa de 173 km, que incluyó tres altos de tercera categoría y un cuarto de primera, donde se situó la meta en Arrate.
Ya en el transcurso de la primera jornada se presentó el retiro del suizo Mathias Frank (AG2R La Mondiale) por malestares físicos. En cuanto a los colombianos, y como si la suerte no estuviera de nuestro lado, las cosas también empezaron con alarmas. Del otro lado, en Italia, Fernando Gaviria debía retirarse del Giro por dar positivo, nuevamente, por COVID-19. Y ya, en el comienzo de La Vuelta, Daniel Felipe Martínez (EF Pro Cycling) sufrió una caída en el que se vio un rostro que reflejaba dolor. No obstante, el pedalista que ganó una etapa en el pasado Tour de Francia, se repuso y alcanzó al pelotón principal.
Rémi Cavagna (Deceuninck-Quick Step), Jasha Sütterlin (Team Sunweb), Quentin Jauregui (AG2R La Mondiale), Tim Wellens (Lotto Soudal) y Jetse Bol (Burgos BH) protagonizaron la fuga del día. Por varios kilómetros se mantuvieron al frente de la carrera. No obstante, en los últimos 45 kilómetros empezó a neutralizarse la escapada y el pelotón empezó a marcar el ritmo del día.
Una de las imágenes más llamativas la dio el Ineos Grenadiers. Chris Froome, dos veces ganador de La Vuelta a España y líder del equipo británico, empezó a flaquear en los últimos 20 kilómetros de carrera y los integrantes de la escuadra -Iván Ramiro Sosa es uno de ellos- empezó a colaborarle a Richard Carapaz.
En los últimos cinco kilómetros empezó la batalla del día. Y así como en el Tour de Francia, el Jumbo-Visma y el Ineos Grenadiers empezaron a hacer sus manifiestos en la montaña. Iván Ramiro Sosa estaba comandando al pelotón, pero el combate en el ascenso lo empezó Sepp Kuss, compañero de Tom Dumoulin y Primoz Roglic en el tren amarillo. Sosa se quedó atrás y al frente quedó Carapaz. A su lado estuvo Esteban Chaves (Mitchelton-Scott), que se mostró sólido y que se tiene confianza en una carrera en la que ya estuvo en el podio (tercero en 2016).
Finalmente la etapa fue para el actual campeón. Richard Carapaz y Esteban Chaves fueron protagonistas y llegaron en los primeros lugares en una jornada muy competitiva en el ascenso final.
En los próximos días llegarán las llegadas en el alto de la Laguna Negra, en el Tourmalet, en el inédito puerto de Moncalvillo o el Angliru para poner a prueba al pelotón, durante dos semanas y media entre el frío y el coronavirus.