Colombia, nueve de nueve

Pocas veces una selección de fútbol de Colombia se ha visto tan sólida como la sub-20 que venció el viernes a Corea del Sur y con nueve puntos en tres partidos terminó en el primer lugar del Grupo A del Mundial del que es anfitriona.

Aún hay que ganar cuatro juegos para acariciar el título, pero los muchachos de Eduardo Lara han dejado en claro que tienen con qué dar la pelea.

Anoche, con la tranquilidad de estar ya clasificada para los octavos de final, Colombia planteó un partido inteligente.

Salió a manejar la pelota, a asegurarla. Buscó el arco rival, pero sin regalarse atrás. Asumió la responsabilidad que tiene por ser local, pero no se dejó presionar por la afición, que esperaba verla arrasando a Corea.

Los 40 mil hinchas que volvieron a llenar El Campín entendieron que la prioridad era mantener el arco en cero y estar ordenados, pues el gol a favor podía llegar en cualquier momento.

En la primera media hora el equipo nacional apenas generó dos opciones claras cuando el lateral izquierdo Héctor Quiñones se lanzó al ataque y con un par de remates cruzados exigió al arquero Yang.

Eso sí, por momentos, muy pocos, los coreanos se sacudieron del dominio local e incluso inquietaron a Cristian Bonilla con tiros de media distancia.

Los asiáticos también pegaron. No tan fuerte como los jugadores de Malí el martes pasado, pero cometieron muchas faltas en la mitad de la cancha que le quitaron ritmo al juego.

En Colombia se notó bastante la ausencia del lesionado lateral derecho Santiago Arias, siempre alternativa clara para salir al ataque. Su sustituto, Juan David Díaz, cumplió en la marca, pero casi nunca se atrevió a pasar a campo contrario.

Así son los goleadores

El conjunto tricolor jugaba bien y a diferencia de los partidos anteriores, James Rodríguez y Michael Ortega se juntaban más. Quien no aparecía mucho en acción era el delantero Luis Fernando Muriel, que apenas a la media hora se dejó ver, cuando cogió una pelota rebotando en el borde del área y con un potente derechazo la mandó contra el horizontal.

Minutos después el número 9 anotó su tercer tanto en el torneo. Aprovechó un error del golero visitante tras un centro de Rodríguez, encaró a un defensa y mandó el balón al fondo para poner a gozar a todo el país.

Menos intensa, la segunda mitad fue más de lo mismo. Colombia con la pelota en sus pies y sin necesitad de arriesgar más de la cuenta. Y Corea, también clasificada, pegando mucho y atacando a ráfagas.

Inteligentemente, Lara les dio descanso a Rodríguez, Ortega y Juan David Cabezas. Serio y calculador, como su equipo, el técnico comenzó a pensar en el duelo de octavos de final ante uno de los mejores terceros, que podría ser Costa Rica o Ecuador.

El vallecaucano sabe que el verdadero mundial apenas arranca el martes y que de ahora en adelante no se puede fallar.