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No es lo mismo una evaluación en la que el profesor deja a los alumnos resolviéndola en el salón de clases mientras se ocupa de algunos asuntos fuera del aula, que el examen en el que un simple parpadeo puede ser motivo de anulación por parte del docente que se convierte más en guardián que en cualquier otra cosa.
Guillermo Berrío no se considera el más laxo, tampoco el ogro, pero como ‘El Teacher’ que es, tiene voz de mando, la cual se acentúa en el banco de suplentes, desde donde ordena, corrige, vocifera y festeja. Es su espacio, delimitado por la zona técnica y el cual estuvo vacío el domingo anterior en El Campín.
¿La razón? Al DT del Huila, un dengue lo dejó recluido en casa mientras el plantel quedaba en manos del asistente Joaquín Pitre para enfrentar a Santa Fe en Bogotá, en el arranque de los cuadrangulares semifinales del Clausura. Y aunque en el primer tiempo El Campín no intimidó, en el complemento faltó algo para haber salido con algo más que una decorosa actuación.
El miércoles, en cambio, ya con el entrenador en la raya, los opitas mantuvieron el nivel, pero a diferencia de la capital, lo plasmaron en el marcador y con la victoria sobre Nacional se metieron en la conversación para ser finalistas del grupo B.
Berrío no se considera indispensable ni mucho menos, pero sí reconoce que “los muchachos se sienten un poco más motivados viendo al amigo, al compañero que ven como técnico y en cierta forma se acostumbran a la voz de uno, así que me sentí contento de estar cerca de ellos y agradecido con el cuerpo técnico, porque durante mi ausencia trabajó igual o mejor”.
También destacó la aplicación de sus ‘alumnos’ “en las dos presentaciones, porque ambas han sido muy buenas. Lastimosamente en Bogotá no alcanzó, pero por fortuna ante nuestra afición se ratificó frente a un Nacional que no fue fácil, que vino a proponer y estuvo bien parado”.
De igual forma, a ‘El Teacher’ lo enorgullece que cuando uno del grupo se ausenta, “al que le toca reemplazarlo lo hace con tanto compromiso, que rinde y entra como si no pasara nada y todo es por la unión que se tiene”. Por eso espera que esta noche frente al Tolima (8:15, Telmex y UNE), Bréiner Belalcázar no haga extrañar al panameño Amílkar Henríquez, suspendido por acumulación de amarillas.
Para la visita al Murillo Toro de Ibagué, el técnico les ha hablado mucho a sus pupilos para advertirles sobre todo que pese a no sumar puntos en sus dos salidas, el vinotinto “será un rival difícil, al que le ha faltado esa pizquita de suerte para estar mejor en la tabla. Es muy fuerte en la pelota quieta, tanto en ofensiva como en defensiva, así que tendremos que remar contra la corriente para conseguir un buen resultado”.
Y el Huila lo necesita para mantener opciones de avanzar a la última instancia y de paso sumar en la Reclasificación, ya que está a cuatro puntos de lograr cupo a Sudamericana, pero existen prioridades, según Berrío: “Primero hay que sumar para estar en la gran final y lo otro viene por añadidura”.
También espera que llegue su recuperación definitiva y “lo más importante es que después de siete u ocho días con el virus, el médico Camilo Perdomo me evaluó hoy (el viernes) y vio evolución, aunque me advirtió que sentiré todavía algunos malestares en las próximas horas”.
Algo que le aliviaría y mucho sería un triunfo en la capital tolimense, porque evitaría que sus dirigidos se rajen anticipadamente y más bien piensen en pasar, raspando o no, a la final.
Júnior, por el liderato del A
Atlético Júnior recibirá al Deportivo Pereira (6:20 p.m. por RCN) con la intención de ratificar que es el mejor local del año, aunque curiosamente el único partido que no ganó en el Metropolitano, en el segundo semestre, fue ante el conjunto matecaña, en la fecha 13, cuando igualaron 1-1.
Los tiburones tendrán las ausencias obligadas de César Fawcett por acumulación de tarjetas amarillas y de Alexánder Jaramillo, expulsado el miércoles ante el Medellín. Hayder Palacios y Brayner García serían sus reemplazos.
Pereira, afectado por las dos derrotas previas, en casa ante Medellín y en su visita a Cartagena, parece estar más preocupado por el duelo que tendrá por la promoción que por clasificar a la final de la Copa Mustang II.