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La selección de Costa Rica debutó en el Mundial Sub-20 con una dura derrota ante España: goleada 4 a 1. Después, frente a Australia, los centroamericanos ganaron tres puntos que serían definitivos: significarían la clasificación a octavos de final. Más allá, incluso, de la derrota ante Ecuador por 3 a 0, en la última fecha: la victoria ante los de Oceanía bastó. Sin embargo, el cruce de octavos será difícil, pues los dirigidos por Ronald González tendrán que vérselas ante los anfitriones del torneo.
El progreso del fútbol juvenil costarricense es notable. De las dos últimas versiones del Campeonato Sub-20 de la Concacaf, los ticos ganaron una y fueron subcampeones en otra: la que les dio la clasificación al Mundial de Colombia, cuando finalizaron por detrás de México, que los venció 3 a 1 en la final. Además de todo eso, hay un antecedente que no podría pasarse por alto: el cuarto lugar en Egipto 2009, torneo en el que, curiosamente, la selección tica clasificó a la segunda fase como mejor tercera.
De esta generación de jugadores se destaca particularmente el delantero Joel Campbell, goleador del clasificatorio centroamericano. “Hay que seguir trabajando con él, es un chico de 17 años con un futuro pero espectacular, si tuviera plata lo compraría yo”, dijo Ricardo La Volpe, técnico de la selección mayor de Costa Rica, con la que también ya jugó Campell en la última Copa América, disputada en Argentina.
Luchador, aguerrido y rápido, el cuadro centroamericano será un rival de cuidado para la selección de Colombia en los octavos de final.