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“El Zurdo López es un técnico borracho y se roba la plata”; “entre más conozco al Zurdo López, más quiero a mi perro”. Las virulentas frases son del jugador argentino Daniel Alberto Tílger, quien en una extensa entrevista publicada el 11 de junio de 1999 en el Diario Deportivo, criticó con vehemencia al reconocido técnico de fútbol Miguel Ángel López, a la sazón orientador del Júnior de Barranquilla.
Pese a su recio temperamento y a esa incontinencia verbal que ha causado roncha —dijo hace varios años que la razón para irse de Colombia era porque el país era muy peligroso; fue sancionado en Argentina por agredir a un árbitro; fue suspendido en el Unión de Santa Fe (equipo argentino) por afirmar que los directivos de ese club eran un desastre—, Tílger fue considerado figura en el fútbol colombiano por sus goles y su particular carisma.
Su personalidad ‘frentera’, sin embargo, acaba de sumarle un nuevo dolor de cabeza. El Juzgado 39 Penal del Circuito de Bogotá lo condenó a 12 meses de prisión por el delito de injuria y a pagarle una multa de casi $5 millones, por perjuicios morales al Zurdo López. Y no es todo. También lo inhabilitó para ejercer funciones públicas por un año. Es el epílogo de una histórica disputa entre dos argentinos hechos en las canchas de Colombia.
El ‘Zurdo’ y la justicia
Cinco días después de aquella entrevista en el Diario Deportivo, el 16 de junio de 1999, Miguel Ángel López instauró denuncia penal contra el delantero argentino, al considerar que su buen nombre había sido afectado. Tílger fue vinculado al proceso por la Fiscalía y allí subió el calibre de sus acusaciones. Dijo que el estratega casi ni iba a los entrenamientos y que cuando lo hacía “se limitaba a quitarse la camisa y tomar el sol”, y que también iba enguayabado.
Agregó que esa era la apreciación general del resto de jugadores del Júnior y le pidió a la justicia que escuchara los testimonios de Iván René Valenciano, Carlos Vilarete y Víctor Danilo Pacheco para corroborar sus señalamientos. Por último, acotó que el Zurdo López se refirió a él en alguna oportunidad como “un jugador problemático y de medio pelo”, y que, aún así, nunca le hizo el reclamo. La justicia, sin embargo, determinó que las fuertes expresiones del delantero contra López tenían un ánimo vengativo.
Curiosamente, los jugadores que el propio Tílger citó como testigos desmintieron sus acusaciones. “Eso es mentira —sostuvo Pachequito—, el Zurdo López siempre cumplía con su función, nunca llegó enguayabado. Era alegre, dinámico, puntual”. El Bombardero Iván René Valenciano sostuvo: “Él era normal. Llegaba a las siete y media a una charla técnica, siempre fue puntual y cuando no iba era porque estaba en Argentina haciendo algunos trámites”.
Aún así, el abogado de Tílger siguió sosteniendo la inocencia de su cliente, aduciendo que la frase “entre más conozco al Zurdo López, más quiero a mi perro” no es injuriosa “pues el querer a un animal más que a una persona no deshonra a nadie”. Sobre la otra frase —“El Zurdo López es un borracho y se roba la plata”—, la defensa del argentino argumentó lo siguiente: “(esa frase) está condicionada a una afirmación que el técnico hizo respecto a que Tílger era un jugador de medio pelo, entonces sí él lo era, el técnico era un borracho, lo que no significa que se esté diciendo que es un borracho”.
Estos argumentos no convencieron a la jueza Ana Emilia Socha, quien condenó al exitoso delantero argentino a 12 meses de prisión al concluir que, en efecto, “aquellas aseveraciones pudieron afectarle (al Zurdo López) su trayectoria profesional y, de contera, frustrarle posibles contratos para dirigir otros equipos”. Según el fallo, el jugador no tendrá que ir a la cárcel, pero estará en período de prueba durante dos años y deberá pagar un salario mínimo legal mensual vigente como caución prendaria.
Para ello el juzgado envió un oficio al Ministerio de Relaciones Exteriores solicitándole que se encargue de notificar del fallo al jugador y que, a través de carta rogatoria dirigida a la Cancillería de Argentina, se suscriba una diligencia de compromiso en la que Tílger aceptaría no volver a infringir la ley. Y como si fuera poco, de acuerdo con la providencia también deberá pagar simbólicamente una multa de $1.000 a favor del tesoro nacional. A sus 37 años y ya en el ocaso de su carrera futbolística, el carismático y temperamental Tílger vuelve a ser noticia.
De él por ahora se sabe que está negociando su pase al San José de Oruro, de Bolivia, y que se rehúsa a decirle adiós al fútbol. Entre tanto, Miguel Ángel Zurdo López también se encuentra en Argentina, quizás a la espera de que las directivas del Júnior de Barranquilla —equipo que ha dirigido en repetidas oportunidades en Colombia, y con el que fue campeón en 2004— requiera nuevamente de sus servicios. Tílger injurió y el Zurdo fue injuriado, es lo que determinó la justicia.