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Guatemala hizo el milagro imposible al avanzar a los octavos de final del Mundial Sub-20, al vencer 1-0 a Croacia, y el martes en la ciudad de Cali se enfrentará a Portugal.
El equipo centroamericano coronó así, con sabor a gloria, su primera participación en un torneo de fútbol de la Fifa, a pesar de sus 11 goles en contra y uno a favor, avanzando a octavos como uno de los mejores terceros del certamen.
La victoria dejó a Guatemala con tres puntos en el tercer lugar de la llave D que ganó Nigeria (9) tras imponerse 2-0 este sábado a su escolta Arabia Saudí (6). Croacia quedó eliminada sin unidades.
La anotación de Marvin Ceballos desató una euforia total en el seleccionado guatemalteco, cuyos jugadores corrieron hacia la bulliciosa barra que los alentaba para celebrar el gol como si fuera el del título.
En el éxtasis de la celebración Ceballos se quitó la camiseta, lo que le costó una tonta tarjeta amarilla de acuerdo con el reglamento Fifa que el juez qatarí Abdou aplicó al pie de la letra.
Luego de un primer tiempo para el olvido, ambos combinados salieron con una mentalidad más ofensiva para la segunda mitad, con los chapines además dispuestos a borrar la afrenta de haber recibido las dos goleadas mal abultadas del torneo: 6-0 contra Arabia Saudí y 5-0 a manos de Nigeria.
Guatemala tuvo en el atacante Abner Bonilla y en Ceballos a lo mejor de su irregular galería de jugadores, que desnudaron a la muy floja defensa croata.
Fue un partido con chispazos de fútbol, en el que los ganadores pusieron todo el corazón en la balanza para sacar un partido adelante que, sin una victoria, hubiera quedado para engalanar las abultadas estadísticas del Mundial. El triunfo multiplicó las bocinas de la pequeña barra chapín, de un centenar de seguidores que no podía dar crédito al hecho de haber ganado el lance.
El entrenador de Guatemala, Ever Almeida, atribuyó el milagro a un trabajo psicológico en sus jugadores. “Hubo un trabajo sicológico y táctico para moldear a los chicos ya que cargábamos encima dos partidos en los que nos habían arrollado”, dijo Almeida, a la agencia AFP.
“Ellos entraron a la cancha convencidos de que sí se le podía ganar a Croacia”, dijo el DT Almeida, nacionalizado paraguayo pero de origen uruguayo.
Durante los 90 minutos Guatemala hizo los méritos suficientes para alcanzar el cielo, con dos rebotes en los postes que levantaron de las gradas a los aficionados presentes en el estadio Centenario, que hicieron causa común esta noche con el equipo centroamericano.
El que hizo morder las uñas a los aficionados ocurrió a 48 cuando el recién ingresado Bonilla estrelló contra el poste un remate de cabeza que llevaba destino de gol habiendo superado al arquero croata Matej Delac.
Fue un premio justo pese a que estuvieron frente a frente dos defensas que presentaron tantos hoyos como un queso suizo en sus presentaciones en el Grupo D.