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Ese incidente le acarreó una suspensión a Suárez de cuatro meses por fuera de las canchas y de cualquier actividad relacionada con la Fifa, inhabilidad para jugar con su selección durante nueve partidos en torneos oficiales y una multa de US$112.000.
“Después de unos días de estar en casa con mi familia he tenido la oportunidad de recuperar la calma y de reflexionar sobre la realidad de lo que sucedió en el partido Italia-Uruguay el 24 de junio de 2014. Con independencia de las polémicas y de las declaraciones contradictorias que se han producido durante estos días, todo ello sin haber querido interferir en el buen hacer de mi selección, lo cierto es que mi compañero de profesión Giorgio Chiellini sufrió en el lance que tuvo conmigo los efectos físicos de un mordisco”, escribió Suárez.
Agregó: “Me arrepiento profundamente. Pido Perdón a Giorgio Chiellini y a toda la familia del fútbol” y “me comprometo públicamente a que nunca volverá a ocurrir un incidente como este con mi intervención”. La sanción que impuso la Fifa fue catalogada en muchos sectores como desmedida y ya fue apelada por la Federación de Fútbol de Uruguay.
Por su parte, el presidente de Uruguay, José Mujica, declaró que “en la Fifa son una manga de viejos hijos de puta”, haciendo referencia a la sanción de Suárez.