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Camina, va, viene, vuelve, está inquieto Carlos Salvador Bilardo. A pesar de que en marzo cumplió 75 años, el Doctor no está dispuesto a jubilarse. Y se mueve en el predio de la selección como si todavía estuviera parado, al borde del campo de juego. Le falta la corbata roja para apretarse el cuello. Parece ansioso el entrenador campeón del mundo en México-86 y subcampeón en Italia-90. “Es que estas instancias son decisivas”, le dice a El Espectador. “Te equivocás y, pum, te tenés que volver a casa”, agrega. Conoce el paño celeste y blanco este hombre sabio que ahora es asesor del presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona. También, el tricolor. De hecho, dirigió la selección de Colombia entre 1980 y 1981, después de una experiencia de tres años en Deportivo Cali. Por eso es una voz autorizada para hablar del equipo nacional, que por primera vez en su historia está en la cumbre de los cuartos de final. De la mano de otro argentino, José Pékerman, justo en la previa del partido que esta mañana, a las 11 hora de Colombia (Gol Caracol), Argentina jugará contra Suiza, por los octavos de final de la Copa del Mundo.
¿Cuál es el secreto del éxito del fútbol colombiano en el Mundial?
Colombia hace un tiempo que viene jugando bien. Cambió desde la época que yo dirigía allá. Un día me llamó Carlos Ardila Lülle, el dueño de RCN, y me invitó a charlar a Bogotá. Le dije que tenía que trabajar con las divisiones inferiores porque en Colombia jugaban muchos extranjeros y así nunca iban a llegar a nada. Había cinco jugadores foráneos por equipo. Así no se podía construir nada. Y había un campeonato que se llamaba De Rodillones. Y empezaron a trabajar el fútbol juvenil. Y los muchachos que hoy son técnicos, Pecoso Castro, Diego Umaña, Zape, se fueron especializando y trayendo pibes. A Carlos Valderrama lo trajeron de la Costa con 15 años. Y hoy, no sé, pero debe haber 500 jugadores colombianos en el exterior. Crecieron mucho.
¿Considera, entonces, que usted es uno de los padres futbolísticos del resurgimiento del fútbol colombiano?
Ese año estaban Mario Alfonso Escobar, Óscar Rentería, Wílmer Muñoz, que apoyaban, decían que estábamos bien encaminados. Si pasabas por una plaza, un barrio, jugaban los veteranos. Hasta que empezaron a jugar los pibes. Y no era fácil llevar una división juvenil de Bogotá a Medellín, por ejemplo. Pero comenzaron a moverse, Ardila Lülle cooperó y a partir de ese momento todo cambió para Colombia.
¿Y qué puede decir de esta selección que ya consiguió un hecho inédito en el Mundial?
Juega bien Colombia, tiene grandes futbolistas, como es el caso de James Rodríguez. Otros se quedaron afuera, como Falcao, pero no se sintió su ausencia. Todo Colombia progresó: Barranquilla, Cali, Bogotá... Son de distintos lugares, no es como en Argentina, que está menos dispersado. En Colombia, la gente apoya mucho, el periodismo es difícil... Se perdió un Mundial y ocurrió un hecho desgraciado. Pero ahora se están acostumbrando, se puede perder y no hay que ser tan dramático.
¿Y qué evaluación hace del trabajo de José Pékerman, un entrenador argentino que usted conoce muy bien por su paso por la selección albiceleste?
Tomó el equipo a partir del día que Argentina le ganó. Y le cambió la cara a la selección. Es un gran entrenador. Sabe mucho, su cuerpo técnico está muy preparado. Creo que está haciendo una campaña bárbara porque es un equipo que juega bien y tiene contundencia. Eso es muy importante para cualquier seleccionado.
¿Y hasta dónde cree que puede llegar Colombia? ¿Le podrá dar el golpe a Brasil?
Está en un alto nivel, con los jugadores en un gran rendimiento. Ojo, no creo que le dé para ser campeón. Me parece que le falta un poquito. No podés ser campeón en diez años. Hay equipos que están trabajando hace tiempo. España, por ejemplo, cumplió un ciclo. Yo creo que en algunos años, si continúa con este proceso, Colombia va a ganar el Mundial. Porque tiene buenos jugadores y un campeonato nacional. Eso es muy importante, no lo tienen todos los países. Y se llenan todas las canchas.
¿Cómo ve a la selección Argentina?
Fue mejorando a medida que pasaron los partidos porque los jugadores van tomando confianza. Los veo bien. Ahora vienen partidos más difíciles, pero yo creo que van a responder porque el grupo está bien, están contentos... Ahora viene el problema de las lesiones y suspensiones. El jugador lesionado te mata, el suspendido te mata, te cambia todos los planes.
¿Messi está a la altura del Maradona que usted tuvo en México-86?
A Messi lo veo siempre bien. Como todos los jugadores, venía jugando muy seguido, ganaba, después perdió. Tuvo un bajón normal y se recuperó. Antes del Mundial lo veía contento. Él sabe que la gente espera mucho de él. Cuando vas a jugar a cualquier lugar del mundo te preguntan: “¿Vino Messi?”.
¿No le falta ganar un Mundial para estar a la altura de Diego?
La gente paga y quiere ver a Messi, como alguna vez hizo con Maradona o Pelé. Tengo un ejemplo, justamente, de Colombia. Santos jugaba un amistoso y por tirar la pelota lejos, el Chato Padilla echó a Pelé. El organizador paró el partido, cambió el referí y Pelé volvió a la cancha. La gente estaba loca en la tribuna. Lo quería ver a él. A Messi no le hace falta ganar nada, es un ser sobrenatural, único.