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El escocés Andy Murray y el serbio Novak Djokovic jugarán en la madrugada de mañana domingo (3:00 a.m., por Espn) la final del Abierto de Tenis de Australia, la segunda desde 2006 en torneos de Grand Slam en la que no estarán ni el suizo Roger Federer ni el español Rafael Nadal, dominadores absolutos del circuito de la ATP en los últimos años.
Será, según los entendidos, el comienzo oficial de una nueva rivalidad histórica, como ha sido hasta ahora la de Federer y Nadal, a quienes los años, en el caso del primero, y las lesiones, en el segundo, les podrían ir quitando protagonismo.
Murray, quinto en el escalafón mundial, derrotó ayer al español David Ferrer por 4-6, 7-6 (7/2), 6-1 y 7-6 (7/2) y logró acceder a la final de un torneo de Grand Slam por tercera vez en su carrera en el mismo escenario en el que el año pasado dejó escapar el título ante Federer, quien precisamente fue la víctima de Djokovic en la otra semifinal.
Ambos tienen 23 años y se enfrentan desde que eran juveniles. Como profesionales, el serbio tiene ventaja de cuatro victorias a tres, aunque no juegan desde marzo de 2009 y Murray ganó sus últimos tres duelos, todos en pista dura.
La final individual femenina la disputaban esta madrugada la belga Kim Clijsters y la china Li Na.