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"Fue una mano santa"

El brasileño dice que en la jugada del tercer gol ante Costa de Marfil no quiso hacer trampa. Señala que el objetivo de su selección es ganar los siete partidos.

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Daniel Avellaneda / Pretoria, Sudáfrica
24 de junio de 2010 - 10:00 p. m.
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Nunca hay que dar por muerto a un goleador. Porque siempre tiene revancha frente al arco. Entonces, podrán pasar uno, dos, tres, mil partidos. Sin embargo, una le va a quedar servida para ratificar su poder de fuego. Y esa, seguro, será clave. Por eso Luis Fabiano, el gigante brasileño, no se desesperó. Incluso, a pesar de que no pegaba un grito con la camiseta verdeamarela desde septiembre del año pasado, cuando el ‘Scratch’ venció 3-1 a la selección de Argentina, en Rosario. Tampoco marcó en el debut mundialista, ante Corea del Norte. Y recién explotó el domingo, en el estadio Soccer City, con dos impactos frente a  Costa de Marfil.

Fueron nueve meses de sequía, casi un parto. Por eso este paulista que en noviembre cumplirá 30 años celebró sonoramente este doblete que clasificó a Brasil a la siguiente fase de la Copa del Mundo. “Tardó en salir el gol, pero sabía que iba a llegar. Si no me dejaba llevar por la ansiedad, estaba seguro de que podía volver a marcar”, dice el atacante del Sevilla en un perfecto español porque hace varias temporadas que juega con la polera roja y blanca del equipo andaluz. Y añade: “Ahora, quiero seguir haciendo goles para que Brasil se suba a lo más alto del podio. Es mi mayor anhelo”.

¿Su meta es ser el artillero de esta competencia?

Mi objetivo principal era ser convocado para poder disputar la Copa del Mundo. Y ahora que estoy acá y que pude marcar dos goles, mi deseo es que Brasil sea campeón. Lo importante es el equipo, después estoy yo. Por eso digo que hay un doble incentivo: ganar el Mundial y ser el goleador. Rezo todas las noches para poder cumplir con esa ilusión.

¿Quiénes cree que serán sus máximos rivales en la pelea por ser el máximo goleador?

Creo que David Villa y Wayne Rooney tienen posibilidades. Gonzalo Higuaín se mostró efectivo en el partido ante Corea del Sur. Creo que hay delanteros potentes. La competencia será muy atractiva. Espero ganarla.

Se le criticó por el segundo gol que le hizo a Costa de Marfil. En la repetición en cámara lenta se observa que bajó la pelota con su mano antes de rematar al arco.

Pero fue de manera involuntaria. No quise hacer trampa. Fue una mano santa, nada más. Yo lo considero uno de los más bonitos que anoté en toda mi carrera. Por suerte nos sirvió para que podamos ganar un partido muy complicado. Costa de Marfil no es un rival sencillo. Juega bien y tiene a un grande como Drogba.

El hecho de que Dunga lo haya sostenido a pesar de que los goles no llegaban, ¿fue decisivo?

Sin duda. El técnico me habló en todo momento para que no bajara los brazos y supo entender que estuve afuera algún tiempo por las lesiones. Él sabía perfectamente que yo venía trabajando y sudando en cada entrenamiento para poder volver a convertir.

Su mensaje en Twitter

Está feliz Luis Fabiano. Ya no sufre por su falta de gol y lo dejó claro en Twitter, la red social en la que deja mensajes para todos sus seguidores. “Muchas gracias por el apoyo y por los mensajes de incentivo, aun en los momentos más difíciles”, posteó el atacante después de marcar ante los africanos. Y agregó: “Seguiré trabajando, de forma positiva”. Lógico. En su primer Mundial, el goleador ahora tiene un papel preponderante, ya que quedó al margen de Alemania 2006, donde jugaron Adriano, Ronaldo, Robinho y Ronaldinho.

La prensa brasileña lo ve como el sucesor de Ronaldo. ¿Usted también lo siente así?

Ronaldo es un gran jugador. Pero yo soy Luis Fabiano y trato de aportar lo mío. Ojalá pueda hacer una gran carrera como la de él y ganar una Copa del Mundo.

¿Lo motiva más que cualquier otro torneo disputar el Mundial con la camiseta de su selección?

Sin duda. Uno, en su club, tiene muchos objetivos por delante y los disfruta. Pero un Mundial es diferente. El planeta entero pone los ojos en todos los jugadores que participan en la Copa, la expectativa es grande. Pasa cada cuatro años y, realmente, es algo único. Por eso hay que proponerse dejar todo en cada uno de los partidos.

¿Cuánta importancia tiene la convivencia?

Mucha. Cuando uno está en su club, prácticamente no tiene contacto con el otro, más allá de algún e-mail o llamada telefónica. Acá, en cambio, estamos juntos, hablamos y comulgamos por un mismo objetivo, ser campeones del mundo. Todos nos propusimos ganar los siete partidos.

¿Se ve en la final?

Ojalá. Ese es el deseo mío y de todos los brasileños

Por Daniel Avellaneda / Pretoria, Sudáfrica

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