:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/M4i6-QKaM7HjNBoD83fXv2BUN80=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/MTXRJYZ23NB7LB72FUZRFTDBMQ.jpg)
Alberto Gamero es el nuevo técnico de Millonarios. El exentrenador del Deportes Tolima llega esta noche a la capital del país para firmar con la institución albiazul por un año. A pesar de las intenciones del presidente del cuadro vinotinto y oro de retener a Gamero, este pidió que lo dejaran salir para asumir un nuevo reto en su carrera.
“Estoy muy sorprendido, lo que siempre quise y lo que siempre soñé, se da en esta posibilidad y espero concretarlo ahora que viajo a ver a los directivos de Millonarios”, aseguró el entrenador en una entrevista con el VBAR Caracol. La familia del samario de 55 años vive en Bogotá y eso también influyó en la decisión del entrenador.
Del mismo modo, Alberto Gamero pretende comenzar un proceso en el equipo embajador. “Los resultados te van dando los procesos. Yo voy a tener un año para eso. Si en un año me doy cuenta que el proceso va bien o va mal, veremos si seguimos o no”, afirmó. También recalcó que el trabajo por mejorar es el de los directivos, quienes deben estar a la altura del proceso y que “si me van a llevar por tres meses, mejor que ni me busquen”, dijo Gamero.
Vea también: Egan Bernal y el triunfo más importante de nuestra historia
Los números que deja el artífice de la segunda estrella del Tolima en el equipo Pijao son muy buenos. Disputó 227 partidos en sus dos ciclos como entrenador, ganó 98 de ellos, empató 63 y perdió 66.
Curiosamente, su llegada al club bogotano tiene una similitud con sus comienzos en el fútbol profesional, en el año 82. Así como en aquel entonces, el samario seguirá los pasos de Jorge Luis Pinto, que en esa época lo dirigió. Ahora lo reemplaza, luego de la renuncia que el santandereano presentó al finalizar la fase del todos contra todos en el segundo semestre de la Liga Águila.
Gamero tiene como pilares de vida y obra la disciplina y la convicción. Como jugador se inició como delantero. Sin embargo, Eduardo Retat, veedor de la selección Magdalena, lo ubicó como lateral derecho cuando llegó a hacer parte del equipo. En esa posición se asentó y se convirtió en uno de los mejores laterales de la década del 80. En dos ocasiones fue campeón con la selección de Magdalena y debido a su rendimiento el Unión Magdalena lo contrató para jugar con el equipo profesional.
En el equipo samario conoció a Jorge Luis Pinto, que en ese momento era el director técnico. El rigor de los entrenamientos y la atención en cada detalle fueron elementos que Gamero aprendió del técnico santandereano. Ahora, 27 años después, podrá demostrar una vez más los conocimientos adquiridos al reemplazarlo en el banquillo de Millonarios.
Puede leer: Alberto Gamero, la meta es triunfar en el exterior
Estuvo cinco años en el Magdalena, en el que Julio Comesaña, Hugo Gallego y el ‘Chiqui’ García también lo dirigieron. A Millonarios llegó en el 88 para ser campeón. Se reencontró con García como director técnico y jugó con referentes como Wilman Conde, Cerveleón Cuesta, Miguel Augusto Prince, Eduardo Pimentel, Mario Vanemerak, Carlos ‘La Gambeta’ Estrada, Óscar ‘Pájaro’ Juárez, Arnoldo Iguarán, entre otros. En el club capitalino estuvo hasta 1991, jugó 96 partidos y marcó dos goles.
Tras jugar en Independiente Medellín y Envigado, Gamero se retiró como jugador en 1999. Al fútbol no lo dejaría de lado, era momento de pasar a la dirección técnica. Creó la Escuela de Fútbol Tito Gamero (sus seres queridos lo llaman ‘Tito’). Dirigió a Chía Fútbol Club en 2003, a Bogotá Fútbol Club en el 2004 y luego pasó al Boyacá Chicó, equipo en el que obtuvo su primer título como director técnico en el 2008 tras ganar la tanda de penaltis contra América en Tunja.
En 2013 llegó a Rionegro Águilas. Su paso fue efímero. Arribó a Deportes Tolima, del que ahora se despide como ídolo. Ganó la Copa Colombia en 2014 tras derrotar a Santa fe; pasó a Júnio en 2017, también con una permanencia fugaz; y en el 2018, tras volver al Tolima, logró una épica cosagración tras derrotar a Nacional en su casa y así obtener un nuevo título de Liga para el cuadro ‘Pijao’.
Gamero sigue siendo el hombre del cabello rizado, de las manillas que sobresalen de sus camisas. Sigue siendo el hombre humilde, disciplinado y bondadoso. Las condiciones dicen que llegará a Millonarios, que podrá vivir con su familia en Bogotá y que será acogido por la hinchada del club ‘Embajador’ para repetir la gesta de 1988 y reinventar la huella que como futbolista dejó en El Campín.