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Fabiana Yantén: La vida es una pelota de fútbol

La defensa central de América, que juega hoy contra la U. de Chile (2:30 p.m.), dedica su vida a practicar y enseñar sobre este deporte.

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Andrés Osorio Guillott
23 de octubre de 2022 - 02:09 p. m.
Fabiana Yantén hizo parte del plantel que salió campeón en la Liga Femenina de este año. / América de Cali
Fabiana Yantén hizo parte del plantel que salió campeón en la Liga Femenina de este año. / América de Cali
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“Del puente para allá Juanchito”, y del puente para allá la historia de Fabiana Yantén. Nació y creció en Villagorgona, corregimiento de Candelaria, uno de los municipios del Valle del Cauca. Es un pueblo pequeño, cuenta el entrenador Diego Fernando Vázquez Ramírez, que se hace llamar Tino y quien fue técnico y ahora amigo de la defensa central de América de Cali.

“Ella es del pueblo. Villagorgona siempre ha sido pequeño. Nos conocíamos todos. Los futboleros se conocen en el pueblo”, cuenta el profe Tino, quien conoce de cerca todo el proceso de Yantén, una de las lideresas en la zaga escarlata.

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Son un poco más de cinco años los que Fabiana lleva en el fútbol profesional. Su historia en este deporte se remonta a Real Juanchito, equipo al que sigue anclada aún hoy. Pasó por Generaciones Palmiranas, donde conoció a Felipe Taborda e hizo todo su trabajo en divisiones menores. De allí saltó a los equipos que forman parte de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor). Empezó en Pasto, pasó por Cortuluá y en 2020 llegó a América, cumpliendo así el sueño de muchos de los habitantes de su región. En 2021 fue cedida a Alianza Lima -equipo que enfrentó el pasado jueves por la tercera fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores y al que venció por 2-1- y en 2022 volvió al cuadro escarlata para ser parte del segundo título del club, que resultó más memorable que nunca al derrotar a Cali, su rival de patio.

“Ella era delantera, luego pasó a ser lateral izquierdo, volante y terminó de central. Fabiana empezó con nosotros, a jugar con muchachos mayores, porque el fútbol en ese entonces no estaba como ahora. Tuvo que viajar a Palmira con el profe Taborda, que ha sido siempre un aliado para las niñas; lo fue también para Linda Caicedo. Fabiana entrenaba igual con niñas y se pudo armar un equipo sub-20 que ganó un torneo. Teníamos un gran equipo. Fabiana se destacó por su temple, por su pegada, que es extraordinaria, y empezó a marcar tal diferencia, que comenzó su proceso en Generaciones Palmiranas”.

Disciplina y enfoque en cumplir sueños. Yantén nunca les dio espacio a las distracciones. Mientras se hacía su campo en el fútbol profesional, realizó estudios de agronomía en la Universidad Autónoma de Occidente. Y ahora, cuando está cumpliendo su sueño de jugar por segunda vez con América y de representar al país en una Copa Libertadores, Fabiana, luego de sus entrenamientos en la mañana, se va cuatro veces por semana a entrenar a niñas en Real Juanchito, equipo en el que empezó. El profe Tino rescata la tranquilidad de Fabiana para salir jugando. Refleja seguridad y les da confianza a sus compañeras. Habla de sus virtudes en el fútbol y fuera de él. “Fabiana sigue siendo parte de nuestro club, nos ayuda a formar a las niñas de las categorías sub-17. Ella es la entrenadora. Trabaja con semilleros deportivos de la Gobernación. Cuatro días a la semana viene después de entrenar con América. Es muy exigente. Les saca el jugo a las muchachas, les dice que tienen que darlo todo siempre, que la vean como un ejemplo porque hizo muchas cosas para llegar a donde está”.

El profe Tino rescata la tranquilidad de Fabiana para salir jugando. Refleja seguridad y les da confianza a sus compañeras. Sus virtudes, que surgen de la disciplina y de las otras funciones que desempeñó en la cancha antes de ser central, la hicieron también acreedora de un llamado a la selección este año.

“Tenemos muy buena amistad, muy buena relación con Fabiana. Es una niña muy noble y carismática. Siempre es alegre, está siempre pendiente de todos nosotros. Es muy agradecida y siempre nos enorgullece mucho hablar de ella. Siempre hablamos antes de los partidos. Le hablo que tiene que darlo todo, que no le baje a nada, que Dios está con ella y que haga lo que tenga que hacer. Es muy resiliente y receptiva. Trabaja con mucho juicio, tanto así que ya ha estado en la selección. Tuvo siempre mucha esperanza y hubo lágrimas cuando recibió el llamado”.

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