Huila goleó a un América que no levanta cabeza

El cuadro de Neiva, con goles de Ómar Duarte, Diego Gómez y Edward López, venció 4-0 al conjunto escarlata en el Guillermo Plazas Alcíd.

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Redacción deportes
01 de abril de 2018 - 01:01 a. m.
El Atlético Huila venció 4-0 a América en el Guillermo Plazas Alcíd.  / Atlético Huila
El Atlético Huila venció 4-0 a América en el Guillermo Plazas Alcíd. / Atlético Huila
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Dicen que la necesidad agudiza el ingenio, pero en América esta ley parece no aplicar. Más allá de unos destellos individuales en algunos apartes del partido disputado en el Guillermo Plazas Alcíd, el equipo mostró más de lo mismo: debilidad e ingenuidad defensiva, un hueco enorme por zona izquierda, falta de ideas, de profundidad, de ganas, de corazón, de coraje. Atlético Huila solo necesitó de 45 minutos para definir el partido a su favor. Aprovechó cada duda defensiva del cuadro escarlata y lo hizo pagar con goles. Lo aplastó 4-0. 

No necesitó de mucho el conjunto local para irse al frente en el marcador. En su primera llegada un centro de Edwar López por zona izquierda, el balón pasó a toda la defensa roja, y de atrás llegó Diego Gómez para ganarle el salto a Iván Vélez, picar su remate con la cabeza y dejar sin posibilidades a Carlos Bejarano. Fue el primero del partido y alegría para los hinchas en Neiva, quienes se ilusionan con el pasar de los encuentros con este Atlético Huila que ya es cuarto en la tabla de posiciones.

El cuadro americano intentó reaccionar. Algunos chispazos de Carlos Lizarazo, quien fue el más insistente de la visita, los acercó al empate. Sin embargo, no tuvieron una propuesta definida. No supieron como reaccionar ante el gol. El equipo nunca mostró un juego en conjunto, sino que avanzaba por inercia, porque le tocaba, sin imaginación, talento, lucidez, chispa o perspicacia. Parecían más bien torpes con el balón en los pies y con mucho desacierto a la hora de hacer más de tres pases seguidos.

Con el equipo lanzado, en busca de una anotación que le devolviera la confianza, se empezaron a generar espacios en la mitad del campo y apareció en ellos, como por arte de magia, un jugador inteligente y sagaz como lo es Mayer Candelo. El 10 empezó a filtrar pases y a descontrolar más la zona defensiva de los escarlatas, que se pareció más a un coladero tras la salida por lesión de Eder Castañeda. Les pasaba todo. Por derecha, por el centro y por izquierda. Cuando no aparecía Candelo, los pases profundos de los defensas les jugaban una mala pasada a esa zona posterior, que nunca logró rearmarse.

Y así llegaron los goles del Huila. Al minuto 40, balón profundo, que baja Candelo, deja solo Omar Duarte, quien desde izquierda engancha hacia adentro y saca un zurdazo para dejar sin posibilidades a Bejarano, quien voló, pero no logró desviar el zapatazo del delantero. Cinco minutos más tarde un cobro de tiro libre profundo de Candelo, el esférico lo baja Eddie Segura de cabeza, ante la pasividad defensiva, y Duarte nuevamente solo frente a Bejarano marcó el tercero. En cinco minutos el cuadro opita sellaba a su favor el partido en Neiva.

En la segunda mitad las cosas no cambiaron mucho. Los vallecaucanos buscaron tener la posesión, pero sin ideas el balón viajaba de un lado a otro sin rumbo fijo. Lizarazo continuó siendo el más insistente, lo intentó con remates de media distancia, pero sus disparos nunca tuvieron el final deseado. Los locales, con más calma e inteligencia esperaron y cuando pisaron el acelerador complicaron e incluso al minuto 66 marcaron uno más para terminar de quemar las ilusiones escarlatas.

El gol nació desde la zona defensiva. Pase profundo. Diego Gómez llegó a línea final, levantó un centro y llegó Edward López para marcar el cuarto. Las anotaciones parecían calcadas. Los opitas conocían las debilidades de la visita: centro al área es medio gol, así fue. Tres de los cuatro tantos del Huila llegaron por esa vía y ninguno de los defensores puso oposición ante las pelotas levantadas, cada una significó peligro. El partido terminó con los rojos apelando a la lucha, en busca del descuento. No se querían ir blanqueados de Neiva, pero sin fútbol y sin ingenio no lograron el cometido y terminaron cayendo vergonzosamente en el Guillermo Plazas Alcíd.   

Por Redacción deportes

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