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“Por qué entra así”, se le alcanzó a leer en los labios a Fernando El Pecoso Castro luego de la expulsión de Jony Mosquera, una roja directa por la violencia del golpe. La frustración del entrenador fue más allá de quedarse con 10 hombres en un encuentro en el que ganar era necesario, también pasó por la buena actuación de Geovanni Banguera, portero del Huila, por ir una y otra vez sin poder vulnerar el arco rival, por el desorden de algunos de sus jugadores que olvidaron funciones defensivas por estar volcados al ataque.
Castro no pudo descifrar el cerrojo que impuso su colega Dayron Pérez, otro que gritó durante gran parte del encuentro y que se tomó la cabeza al final del encuentro cuando Ronaldo Tavera desperdició la opción más clara del visitante, pero que también suspiró cuando Fernando Aristeguieta, el mismo que desperdició una pena máxima al minuto 24, mandó la pelota a la tribuna sur luego del único rebote que dio Banguera. Dos ocasiones claras para el venezolano al que le fallaron los nervios, y la distancia, y la brújula.
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El final de este partido fue tan abierto que el balón fue de un área a otra en cuestión de segundos, pues ambos equipos se dedicaron a atacar, conscientes de la debilidad del otro, olvidando por pasajes la propia. Y por eso la hinchada roja se emocionó y le pidió a El Pecoso que metiera otro delantero a pesar de tener un hombre menos. Hay que decirlo, el triunfo pudo ser para uno y también para el otro, por igual.
Sin embargo, no hubo ganador y aunque el resultado dirá que fue un empate se podría decir que ambos perdieron: América y la posibilidad de acercarse al grupo de los ocho, y Huila y su afán de alejarse de la zona de descenso (además es el colero de la Liga Águila).
En la próxima fecha, América visitará a Boyacá Chicó, mientras que el cuadro de Neiva será local frente a Alianza Petrolera.