Las claves del éxito de Nacional

Víctor Marulanda siempre ha sido un hombre analítico y trabajador. En su época como defensor central de Atlético Nacional, rodeado de estrellas como René Higuita, Chonto Herrera, Alexis García, Víctor Hugo Aristizábal y Andrés Escobar, debía esforzarse el doble, porque siempre tuvo claro que no era el mejor jugador, ni mucho menos el más talentoso. Por eso, cuando el técnico les ordenaba dormir a las 10, él lo hacía a las 9, y si debían dar 20 vueltas a la cancha en un entrenamiento, él se quedaba y daba cinco más. Compensar con trabajo y compromiso las debilidades, siempre ha sido su lema.

Esa disciplina y responsabilidad, inculcadas por su familia desde niño, fueron fundamentales para que Marulanda terminara los estudios y especializaciones que ahora, después de colgar los guayos, aplica como gerente deportivo del equipo de sus amores. Sobre el momento que atraviesa el club y las metas que tiene como institución, Marulanda habló con El Espectador.

¿Cuál es el mejor recuerdo que tiene de su época como jugador?

Siempre recuerdo a Andrés Escobar, porque era la persona que más nos hacía reír. Él tenía un poder de influencia total en el camerino, pero siempre le hacían bromas y lo molestaban.

Hay una historia con el Tino y los guayos de Andrés. ¿Qué fue lo que pasó?

Gran recuerdo (risas). Una vez a Andrés le tocó prestarle los guayos a Faustino y él, con lo simpático, querido y noble que es, se los puso sin problema, pero le sobraban como tres dedos. A pesar de todo fue a un partido en Bogotá y terminó haciendo goles, así que después en el camerino nos morimos de risa todos. Andrés es y sigue siendo muy importante para todos nosotros.

¿Cómo fue su transición de jugador a directivo?

Maravillosa, pero creo que es fundamental la preparación, especialmente ahora que estamos en una era del conocimiento en la que las competencias son tan duras. Intento leer mucho, prepararme, analizar, escuchar y aprender todos los días. Creo que el fútbol es un juego y a veces hay azar, pero nosotros desde la parte administrativa no dejamos nada a la suerte.

¿Cree que el equipo está un escalón arriba de los demás en el FPC?

No, en Nacional tenemos el deseo de demostrarlo todos los días, porque queremos tener un techo muy alto. Creo que el nivel de exigencia en un equipo como Nacional es grande y por eso todas las personas que trabajamos en el club sabemos las responsabilidades, los roles, los derechos y los deberes que tenemos. Sobre eso estamos haciendo una construcción para que esto sea un verdadero equipo.

¿Cuál es la clave del éxito del conjunto verdolaga, no sólo en lo futbolístico sino también en lo administrativo?

Hay un gran liderazgo por parte de la junta y de nuestro presidente, así que todos sabemos para dónde vamos. Todavía nos falta mejorar muchas cosas para lo que pensamos, soñamos y queremos, porque estamos en desarrollo y en crecimiento, tanto que estamos planeando cosas muy importantes para el equipo.

¿Qué cosas?

Cosas que no sólo tienen que ver con un equipo altamente competitivo ni con ser dominadores en la Liga Águila. Queremos crear una tendencia para ser protagonistas del fútbol suramericano y estar en los grandes eventos de clubes a nivel mundial. Para eso tenemos que fijarnos más en la unidad que en las partes.

En este momento son tendencia en Suramérica…

Nos hemos ganado un puesto importante por la manera en la que el equipo juega, y eso va a ser muy importante para nuestra meta. Sin embargo, aquí no sólo hay que mencionar al equipo profesional sino también toda una estructura administrativa, dirigencial, de mercadeo, en fin. Todos evolucionan y aportan para que al final este producto sea exitoso.

A nivel futbolístico, ¿para qué está este plantel?

Este equipo busca ser dominador en Colombia, pero eso hay que remarcarlo todos los días. Tenemos un excelente cuerpo técnico y un gran plantel, con el que buscamos ser muy compactos, ganar títulos y seguir triunfando. En este momento aspiramos a estar en un Mundial de Clubes. Esa es nuestra obsesión.

La hinchada sueña este año con una nueva Libertadores…

Nuestra felicidad radica en que la gente esté alegre y que nuestra hinchada se sienta muy orgullosa después de cada título. No es un secreto que lograr la Libertadores es una tarea muy difícil, pero para eso estamos trabajando, y ojalá al final de este proyecto la historia diga que alcanzamos nuestro sueño.