Apenas arranca

Hernán Peláez Restrepo
23 de enero de 2021 - 09:00 p. m.

Como en el cine, apenas comenzó el rodaje del campeonato colombiano 2021. No llegaron grandes figuras para reforzar a los equipos, por los atenuantes bien conocidos y preocupantes. En la veintena y un poco más de jugadores extranjeros provenientes básicamente de Venezuela, Uruguay y algo de Argentina no figuran nombres espectaculares capaces de mover el torniquete, así no haya público asistente a los estadios ni de crear mayores ilusiones.

Quizá Rolín, Álvez y los “repatriados” como Guarín, Uribe y Álex Castro ofrezcan condiciones para aplaudir. Somos, y nadie se llame a engaño, un fútbol de escaso poder adquisitivo, de ninguna atracción para grandes figuras y menos de billete suficiente. Por eso es mejor acostumbrarnos a este nivel entre casa, pensando que la participación en las dos copas continentales resulte mejor que la vista y sufrida en 2020.

Sin embargo, es justo reconocer el esfuerzo para intentar jugar bien, como vi con Bucaramanga y Pereira. Y no solo por correr, que es algo común en nuestros equipos, sin resultar efectivos del todo. Nuestro fútbol admite en esta época cualquier clase de experimentos, comenzando por los patrocinios en las camisetas. Nacional, por ejemplo, mezcla ron y gaseosa; el Tolima, aguardiente y cerveza. Nadie se mortifica, puesto que la exclusividad de mensaje cuesta mucho. Ese matrimonio de líquidos también alcanza al pensamiento de los técnicos. Alexandre Guimaraes, cuando triunfo en el América, diseñaba un plan de juego por los costados, Pisano y Duván, habitantes de las rayas laterales y un cabeceador como Rangel. Esta semana que su equipo perdió con Tolima, y ante el resultado parcial en contra, terminó jugando con dos volantes supuestamente de armado, como Andrade y Járlan Barrera, y dispuso de dos delanteros por la zona central, Duque y Álvez. Podría suponer uno que esas maniobras fueron producto del nerviosismo o un ensayo para ser evaluado en el futuro inmediato. Vaya alguien a saber cuál es el plan de juego más eficaz.

Claro que este ejemplo se extiende a todos los participantes, que según las estadísticas de la misma Dimayor, están jugando realmente el 52 % del tiempo reglamentario. Es preciso mejorar este rubro, aunque para ser justo los árbitros están dejando jugar con más continuidad. No todas las caídas en el terreno ameritan una interrupción. Aplicar la norma de ventaja, no la ley de ventaja, que no existe, es un oportuno detalle para mejorar el ritmo y la dinámica misma de un partido. Como en los estudios de cine en Hollywood, las primeras escenas en el fútbol nuestro se están rodando. Sin grandes estrellas, con muchos inconvenientes, pero el fútbol como la vida están llenos de escollos.

 

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