Resulta interesante saber con cuál estilo está jugando la actual selección de Colombia en las eliminatorias. Pero antes es bueno precisar que selecciones como la ecuatoriana (la mejor en la primera doble jornada) están mostrando un estilo de juego productivo. Porque no siempre el solo estilo conlleva a triunfos y puntos.
Ecuador jugó bien en su derrota inicial y mucho mejor en la victoria sobre Uruguay, por su velocidad, movilidad y solidaridad de sus jugadores en todas las acciones del juego.
Sabemos que el estilo tanto de Argentina como de Brasil están orientados o supeditados a sus insignias, Messi y Neymar. A su influencia se mueven sus selecciones.
Cuando un arquero resulta figura de un partido, por sus intervenciones, es fácil deducir que fue asediado y atacado por los rivales. Cuando la figura de nuestro equipo, con todos los merecimientos, es un volante de primera línea, con llegada a zona de gol, como resultó el caso de Jéfferson Lerma, es preciso averiguar qué pasa con los llamados hombres de creación y los encargados de la definición.
Ahí es adonde quería llegar. Por historia del pasado, Carlos Valderrama imponía con su lentitud y pausa un estilo en el trato de la pelota y ante todo seguridad en la salida para sus delanteros.
Hubo en el segundo tiempo ante los chilenos una poco habitual presión y acoso a las líneas posteriores de los australes. Cosa buena, porque se apeló al entusiasmo, a las ganas de ir a pelear por el empate y se consiguió, pero ahí surge la inquietud. La selección requiere orden en defensa y mejor aprovechamiento de los lanzamientos, bien de James o de otro volante, para usufructuar los espacios libres y conseguir que algunos en los costados agilicen la aproximación al área menor del adversario.
Sin derrotismo y menos pesimismo, requerimos un diseño de un juego que vaya reflejando un estilo consolidado de juego. Por lo pronto, en el resultado no hay reparos. Ganar cuatro de los primeros seis puntos resulta tranqulizante, porque además sabemos que Brasil y Argentina entraron pisando duro por los cupos y tienen jugadores y estilo propio. Uruguay, Perú y Ecuador son los rivales bravos que tenemos en el camino. Ojalá siga saliendo figura Lerma. Mejor aún sería que del medio hacia delante otros resultaran figuras determinantes y de a poco ir construyendo un estilo de juego eficaz. Tenemos con qué, es cuestión de ordenar las ideas para defender con seguridad y aprovechar la cuota de goles que se tiene.
Resulta interesante saber con cuál estilo está jugando la actual selección de Colombia en las eliminatorias. Pero antes es bueno precisar que selecciones como la ecuatoriana (la mejor en la primera doble jornada) están mostrando un estilo de juego productivo. Porque no siempre el solo estilo conlleva a triunfos y puntos.
Ecuador jugó bien en su derrota inicial y mucho mejor en la victoria sobre Uruguay, por su velocidad, movilidad y solidaridad de sus jugadores en todas las acciones del juego.
Sabemos que el estilo tanto de Argentina como de Brasil están orientados o supeditados a sus insignias, Messi y Neymar. A su influencia se mueven sus selecciones.
Cuando un arquero resulta figura de un partido, por sus intervenciones, es fácil deducir que fue asediado y atacado por los rivales. Cuando la figura de nuestro equipo, con todos los merecimientos, es un volante de primera línea, con llegada a zona de gol, como resultó el caso de Jéfferson Lerma, es preciso averiguar qué pasa con los llamados hombres de creación y los encargados de la definición.
Ahí es adonde quería llegar. Por historia del pasado, Carlos Valderrama imponía con su lentitud y pausa un estilo en el trato de la pelota y ante todo seguridad en la salida para sus delanteros.
Hubo en el segundo tiempo ante los chilenos una poco habitual presión y acoso a las líneas posteriores de los australes. Cosa buena, porque se apeló al entusiasmo, a las ganas de ir a pelear por el empate y se consiguió, pero ahí surge la inquietud. La selección requiere orden en defensa y mejor aprovechamiento de los lanzamientos, bien de James o de otro volante, para usufructuar los espacios libres y conseguir que algunos en los costados agilicen la aproximación al área menor del adversario.
Sin derrotismo y menos pesimismo, requerimos un diseño de un juego que vaya reflejando un estilo consolidado de juego. Por lo pronto, en el resultado no hay reparos. Ganar cuatro de los primeros seis puntos resulta tranqulizante, porque además sabemos que Brasil y Argentina entraron pisando duro por los cupos y tienen jugadores y estilo propio. Uruguay, Perú y Ecuador son los rivales bravos que tenemos en el camino. Ojalá siga saliendo figura Lerma. Mejor aún sería que del medio hacia delante otros resultaran figuras determinantes y de a poco ir construyendo un estilo de juego eficaz. Tenemos con qué, es cuestión de ordenar las ideas para defender con seguridad y aprovechar la cuota de goles que se tiene.