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Con la cabeza puesta en la Copa Sudamericana y en la liga, Santa Fe saltó al estadio Metropolitano de Itagüí con un objetivo claro: ganar. Solo eso le servía al cuadro bogotano para mantenerse con vida en el torneo local. Y lo hizo. De la mano de Arley Rodríguez, los dirigidos por Guillermo Sanguineti vencieron a Leones y le meten presión a Águilas Doradas, Millonarios y Cali, en la lucha por el octavo puesto de la clasificación.
La idea de Independiente Santa Fe desde el comienzo del partido fue simple: líneas adelantadas y presión alta. Nada descabellado, aunque jugaran de visitante. Al frente estaba Leones, un equipo que ya perdió la categoría y que a lo largo del semestre solo ha anotado 12 goles. Así que el conjunto cardenal tenía toda la necesidad y la obligación para ser agresivo. En sus cuentas para lograr la clasificación a los cuartos de final de la Liga está ganar los nueve puntos que tiene en disputa.
El partido se prestó para que la idea de Guillermo Sanguinetti funcionara desde el arranque. La presión alta ayudó a que se viera un equipo totalmente ofensivo. En los primeros 15 minutos tuvieron tres llegadas claras con Arley Rodríguez, Jorge Aguirre y Leyvin Balanta. Todos los remates pasaron cerca, robaron suspiros. Pero lo más importante fue que ilusionaron a los hinchas cardenales y los convencieron de la victoria del equipo alterno que saltó al gramado del estadio de Itagüí.
Fueron 20 minutos intensos, en los que el equipo rojo parecía iba a pasar por encima a Leones. Sin embargo, los antioqueños se sacudieron, se fueron encima y complicaron a los capitalinos. No fueron claros, pero en los pies de Roger Lemus tuvieron una opción clara para abrir el marcador. En medio del desconcierto, apareció la luz: jugada de Aguirre por zona izquierda, centro al segundo palo y de atrás apareció un cabezazo de Rodríguez para cruzar el balón y vencer al arquero Arled Cadavid.
Con el gol Santa Fe se relajó, retrocedió y le dio el protagonismo a Leones. Su idea cambió completamente, pasó de una presión alta a esperar los ataques de los locales, que le apostaron al ímpetu, a las ganas, a la garra, pero no complicaron la portería defendida por el arquero Miguel Solís. Sanguinetti, con el paso de los minutos, le dio ingreso a jugadores que son titulares normalmente en el equipo, pero que hoy estuvieron en el banco pensando en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Sudamericana frente al Cali.
Yeison Gordillo, Diego Guastavino y Luis Seijas. El último ingresó cuando el partido estaba definido. Y fue el mismo Rodríguez el que selló el marcador. El delantero, que a lo largo del semestre no había marcado con el equipo rojo, se destapó en Itagüí. Su figura apareció nuevamente al minuto 86 para marcar el segundo del partido y bajar el telón en Ditaires. Santa Fe ganó y se mantiene con vida en la liga.