El adiós de Camilo Zúñiga, uno de los laterales más importantes de la historia del fútbol colombiano

El lateral derecho decidió retirarse a sus 32 años debido a las lesiones. "Solo estaba sufriendo", confesó el exjugador del Napoli.

Redacción deportes
06 de julio de 2018 - 04:37 p. m.
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Mirada al suelo, con el dolor de no poder cambiar lo inevitable. Las lesiones, el talón de Aquiles de su carrera. En una sentida rueda de prensa en la sede de Atlético Nacional en Guarne, Camilo Zúñiga anunció su retiro definitivo del fútbol a sus 32 años. 

"Sólo uno sabe lo que siente, solo uno es el que sufre. Solo uno sabe que para entrenar uno tiene que inyectarse y tomar anti inflamatorios. Uno lo hace porque esta es la pasión de uno, porque este era mi sueño. Hoy pienso más en mi futuro, en mi familia, en dar un paso al costado.

En que el día de mañana pueda estar en un parque corriendo con mis hijos. Yo siempre dije que iba a hacer lo posible por lo menos para llegar a ser por lo menos el 50% de lo que conocían de mí. Yo siento que no llegué al 30%, solo estaba sufriendo. Mi Dios sabe como hace sus cosas, estoy agradecido por la carrera que me dio", señaló con voz quebrada el ahora exfutbolista. 

Tras 16 años de carrera, Camilo dice adiós luego de 356 partidos disputados a nivel de clubes, 14 goles y 16 asistencias. Ganó tres ligas colombianas entre 2005 y 2007 con Atlético Nacional y conquistó dos Copas de Italia (2012 y 2014) y una Supercopa de Italia (2014) con el Napoli. Además, en 2013 fue elegido como el mejor lateral derecho de la Serie A de Italia.

Fue una de las portadas de esa generación que fue la embajadora de la resurrección del fútbol colombiano, que empezó con ese título de la selección de Colombia Sub 20 en el Sudamericano de la categoría en 2005. Y luego, en 2014, fue uno de los artífices del regreso del combinado tricolor a una Copa del Mundo tras 16 años de ausencia. Se despide uno de los laterales más técnicos, letales en ataque y cumplidores en defensa de la historia del fútbol colombiano, que estuvo en el radar del Barcelona y que tuvo el potencial de ser uno de los mejores del mundo. Sin embargo, ahí aparecieron las lesiones. 

Las lesiones que empañaron su carrera

No han sido para nada fácil los últimos años para  Camilo Zúñiga, quien por un problema en su rodilla derecha ya había pensado hasta en el retiro. Todo comenzó en 2004, cuando hacía parte de la selección juvenil de Colombia, que era dirigida por Eduardo Lara. Sintió molestias y le recomendaron operarse. Le hicieron una artroscopia y menisco plastia. Es decir, le reconstruyeron su menisco externo. Duró seis meses fuera de las canchas, pero regresó y pudo jugar a su mejor nivel. Brilló en Europa, en la selección colombiana y llegó a ser querido por los mejores clubes del mundo.

En Brasil 2014 tuvo una buena actuación, a pesar de que meses antes a la cita orbital volvió a ser operado de la misma rodilla de años atrás. Nuevamente se recuperó bien y su nivel siguió siendo bueno, tanto así que se consolidó como titular de su equipo, el Napoles. Pero el 14 de octubre del 2014, en un partido contra el Inter de Milán, Zúñiga tuvo un golpe en su rodilla derecha. Se levantó, intentó seguir pero cinco minutos después pidió su cambio.

Ese fue el momento en el que comenzó su noche más oscura. Al principio le dijeron que tenía sólo una inflamación del cartílago, pero termino siendo operado nuevamente. El encargado de hacerlo fue el doctor Enrico Castellacci, el médico oficial de la selección italiana de fútbol, uno de los mejores médicos del mundo. Le hicieron una limpieza articular, en la que encontraron que el menisco estaba destrozado. Lo reconstruyeron con células madres. Al principio se dijo que la recuperación sería de 10 semanas, pero luego el tiempo se duplicó. Zúñiga no volvió a ser el mismo. 

En Bologna de Italia y Watford de Inglaterra no tuvo continuidad. Su rodilla no se lo permitió. Luego, tras 355 días sin disputar un partido profesional, jugó en el triunfo 2-0 de Nacional ante Deportivo Cali el pasado 3 de mayo. Pero los dolores siguieron y el deporte que ama se convirtió en sufrimiento, en su suplicio. Es por eso que a sus 32 años ha tomado la decisión de colgar los botines. Fuerza Camilo. 

Por Redacción deportes

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