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Con el talento que poseía para buscar el mejor espacio para recibir, jugar de espaldas al arco contrario y generar acciones ofensivas, Mauricio Romero Sellarés comenzó a recorrer el camino del fútbol en la reconocida escuela vallecaucana Carlos Sarmiento Lora.
Nieto de Pedro Sellarés, presidente del América entre 1956 y 1960, Romerito, como fue conocido en el entorno de la pelota, debutó como profesional en el club escarlata en 1999, año en el que logró conquistar la desaparecida Copa Merconorte.
Además, fue campeón de primera división con la Mechita en 2000, 2001 y 2002, y cuando el equipo rojo descendió a la segunda categoría no dudó en vestir de nuevo su amada camiseta en 2012. Luego de 18 años de una carrera como jugador profesional, en la que también militó en el balompié español y peruano, Romerito se retiró y comenzó a preparse para algún día volver al América en calidad de dirigente.
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Y lo logró. En diciembre pasado asumió como presidente de la institución escarlata. En diálogo con El Espectador se refirió a los proyectos que anhela implementar para que el reciente título de la estrella 14 no sea un acontecimiento efímero.
¿Qué situación financiera encontró en el América?
Lo que nos brinda la Copa Libertadores es muy importante, pero no es suficiente para el presupuesto que maneja un club como este. Hemos hecho una proyección ambiciosa en boletería y tiendas oficiales, y estamos seguros y confiados de que la gente nos va a responder. Es un proyecto grande que estamos en la capacidad de soportar.
¿Cuál es su meta este año en cuanto a la disminución de las deudas que tiene el equipo?
Vamos paso a paso; apenas llevo 15 días en el cargo. Hemos hecho un estudio financiero de lo que significa tener un proyecto como este y para fortalecer todo lo que tiene que ver con las divisiones menores, tema con el que soy muy ambicioso. Le creo muchísimo a eso y considero que América tiene que hacer una estructura más fuerte de sus categorías base, tanto en el fútbol masculino como el femenino. Claro que tenemos una deuda grande que venimos arrastrando de hace muchísimos años. Esperamos poder ir solventándola poco a poco.
¿Cómo espera fortalecer las divisiones menores?
Lo que está marcando hoy la diferencia, no solamente en divisiones menores, sino en todas las escalas del fútbol, es la estructuración de un departamento de análisis de datos, porque eso permite minimizar el margen de error y potenciar más lo que se tiene. Ese departamento ya lo tenemos en el equipo profesional, funciona muy bien y de hecho las contrataciones han sido con base en ello. Ahora hay que implementarlo de la misma forma en las divisiones menores. América tiene que apostarle mucho a eso.
¿Para cuándo estaría funcionando ese departamento en las divisiones menores?
La idea es que cada proyecto tenga su financiación propia, por lo que se requiere un trabajo con el área de mercadeo y comunicaciones, pero lo que significa hoy la marca América llama mucho la atención a cualquier patrocinador, y eso es muy positivo para nosotros.
¿Qué significaría económicamente para América pasar la fase de grupos de la Copa Libertadores?
Ese es el objetivo, porque nos brindaría la tranquilidad que necesitamos para funcionar sin ningún tipo de problema. Hemos armado un equipo para eso, pero sabemos que esto es fútbol y nos tocó un grupo muy bravo. Tenemos que ser conscientes de que este equipo sabe competir y estamos ilusionados con eso. Pasar a la siguiente fase de la Libertadores es vital.
¿Existe la posibilidad de nuevas contrataciones?
Queremos un par de movimientos más, pero, para no ser irresponsables en la parte financiera, tienen que ir atados a otra cosa. Por ejemplo, estamos esperando a saber cómo se va definiendo el tema de Michael Rangel. Dependiendo de eso, y de posibles opciones que tenemos sobre otros jugadores, miraremos si existe la posibilidad de traer un nuevo futbolista o no.
¿En qué posición del campo cree que se debería reforzar más el equipo?
Creo que es una pregunta para el profesor Guimarães. Nosotros la tenemos analizada desde el tema financiero, pero esto no te da tiempo. Tratamos de enfocarnos en lo que el profe sugirió como fundamental, y lo trajimos. Iremos viendo de qué manera se va encarrilando el tema.
¿Qué significa volver al América después de lo que vivió como jugador?
Estoy muy feliz. Tuve la posibilidad de experimentar momentos muy gloriosos con esta camiseta, levantar cuatro títulos no es fácil. Viví cosas fáciles y difíciles, porque también estuve en el primer año en la B. Encontrarme de nuevo aquí es una gran responsabilidad, pero también es una gran alegría poder aportar, ahora como presidente, para lo que será el futuro de esta institución que tanto quiero.