En tiempos de restauración, este es el Santa Fe modelo 2020

Mauricio Alvarado-El Espectador

Vienen de un semestre de sensaciones agridulces: de la peor a la mejor racha de su historia. Todo en unos cuantos meses, cosas de Independiente Santa Fe, un equipo que tuvo un revolcón tanto a nivel administrativo como en su nómina para 2020. El cuadro cardenal, que sigue con una deuda cercana a los 17.000 millones de pesos, está en tiempos de restauración. Siempre fiel a su filosofía: la austeridad, nada de lujos. En esa estela, se estrenaron con un empate sin goles ante Once Caldas en Manizales en la primera fecha de la liga colombiana. 

Lo primero: disfrutar del espejo retrovisor, pero soltarlo, dejarlo ir. "El pasado ya lo disfrutamos y lo respetamos, pero ya pasó. Hoy vivimos del presente", las palabras de Eduardo Méndez a este diario, traducidas en acciones concretas: decirle adiós al máximo referente de los últimos años del club, Omár Pérez, a quien se le desembolsó una cifra de 2.700 millones de pesos colombianos por concepto de premios y bonificaciones por todo lo conseguido con la institución. También despedirse de Robinson Zapata y Juan David Valencia. 

Además de ellos tres, en total, el equipo capitalino salió de 33 jugadores de su plantel para 2020: Miguel Solís, Roger Torres, Sebastián Salazar, Juan Daniel Roa, Fabio Burbano, Anthony Otero, Jhon Miranda, Tomás Maya, Roger Torres, Guillermo Murillo, Jefferson Duque, Brayan Perea, Federico Arbeláez, Diego Martínez, Sebastián Sánchez, Aldaír Gómez, Dylan Borrero, Diego Basto, Gustavo Chará, Jhon Chaverra, Thiago Goes, Nicolas Roa, Nicolas Gil, Duvier Mosquera, Víctor Giraldo, Kevin Mier, Yonatan Murillo, Jorge Obregon, Juan Sebastián Duque, Maicol Balanta.

Y de momento, a falta de dos incorporaciones más, que podrían ser Mauricio Gómez y Yohandry Orozco, el conjunto dirigido por Harold Rivera ha fichado seis futbolistas sin mayores reflectores: Jeisson Palacios, Patricio Cucchi, Dairon Mosquera, Kelvin Osorio, Matías Ballíni, Diego Valdés, Mauricio Gómez y Yohandry Orozco, el único refuerzo para este torneo. La premisa es clara: Santa Fe no puede darse los lujos que se dan equipos como Junior, Nacional, América, incluso Millonarios, sino que opta con lo justo obtener grandes resultados. De hecho, así, bajo esa filosofía, consiguió en la última década los nueve títulos que conquistó, entre los que sobresale la Copa Sudamericana. 

Bajo la presidencia de Juan Andrés Carreño, en parte por los malos resultados, pues luego de seis años al hilo el equipo dejó de asistir a la Copa Libertadores, Huawei, principal patrocinador, dio un paso al costado. Hubo varios partidos en los que no había ningún patrocinio en la camiseta. 

Una materia a la que Méndez le apostó desde su llegada a la presidencia con la creación de un departamento especializado de mercadeo. Para 2020, contará con el patrocinio de empresas importantes como Colanta, Gatorade, Águila, Ron Santa Fe y Hyundai. 

Y con la intención de salir de la crisis económica, el pasado 19 de noviembre, la Superintendencia de Sociedades admitió el ingreso de Independiente Santa Fe a la ley 1116 o régimen de insolvencia empresarial.

El club, que reportó sus deudas, aclaró que no está quebrado, pero está iniciando un proceso de reorganización. Un proceso en el que deberá entregar sus estados financieros y la situación de sus pasivos y activos para encontrar el camino para poner al club en una situación económica sostenible. 

Así pinta el Santa Fe, modelo 2020: sin fichajes rutilantes, pero barriendo los errores del pasado luego de una década dorada con nueve títulos encima. Tiempos de renovación.