Si se quisiera explicar desde la ortodoxia habría que decir que Deportes Tolima tuvo las llegadas más claras, los remates, uno tras otro, la pelota, las acciones de peligro, en resumen, jugó mejor.
Pero el fútbol también se trata de lo circunstancial, de saber aprovechar las oportunidades y de festejar los aciertos. Y de tener templanza para cuando hay que definir todo en los penaltis.
Por eso Independiente Medellín es el bicampeón de la Copa Colombia, porque a pesar de dejarse empatar cuando ya se veía pólvora a las afueras del estadio Atanasio Girardot, (minuto 90) apeló a la potencia y a no especular desde los 12 pasos.
Y eso le dio frutos a los dirigidos por Hernán Darío Gómez, que no fallaron un solo cobro y con un 5-4 certero pasaron de la incertidumbre de una posible derrota a la euforia de sumar el primer título en este 2021.
Por eso El Bolillo Gómez y su festejo efusivo, pues el objetivo que se planteó a mediano plazo se cumplió. Y lo hizo, en un comienzo, gracias a una acción que parecía alejada, a un tiro libre de Matías Mier que terminó en el fondo del arco de Álvaro Montero.
El cobro, luego de una infracción infantil en un costado, más que un disparo a meta fue enviar el balón al centro del área a ver qué pasaba. Y nadie la tocó, a pesar de que Agustín Vuletich hizo el gesto para tocar la pelota con la cabeza, así haya festejado como si el gol hubiese sido suyo. Pero no.
El tanto fue de Mier, el uruguayo que sigue marcando con regularidad, el mismo que apaciguó a Vuletich en medio del festejo. “No importa de quién fue, estamos ganando”, se leyó en los labios del volante.
Después de eso, Tolima lo intentó y Andrés Marmolejo respondió. Le atajó a Ómar Albornoz, también a Jaminton Campaz, incluso a Juan Caicedo. De hecho, gran parte de este resultado fue obra del arquero de Medellín que salvaguardó su portería con vehemencia en los 90 minutos reglamentarios.
Hernán Torres, sabiendo que Campaz necesitaba más socios, le dio ingreso a Daniel Cataño para que se juntaran, también a Juan Pablo Nieto y a José Guillermo Ortíz (que en los penaltis fallaría su lanzamiento).
Y hubo una transformación y así llegó el tanto de Sergio Mosquera, que fue anulado tras la revisión en el VAR por una mano previa. Y más adelante los reclamos fueron alegría, pues en la última jugada, en una falta cobrada por Campaz, el balón quedó vivo en el área y Ánderson Angulo igualó todo ante la mirada incrédula de los jugadores del DIM.
Y Medellín, tan organizado en defensa y que se resguardó y esperó casi siempre, vio cómo el trabajo se fue por la borda.
Para su fortuna, en los penaltis no hubo nervios -al menos no los demostraron-, sí todos los aciertos posibles y por eso podemos decir que el DIM es el bicampeón de este torneo luego de lo alcanzado en la edición pasada al superar a Deportivo Cali (tercer título en su historia).
Por ahora todo le sale a El Bolillo Gómez en su regreso al poderoso.
🔴🔵🏆
— DIM (@DIM_Oficial) February 12, 2021
¡Somos BICAMPEONES!#DIM #VamosMedellín #ElEquipoDeBolillo pic.twitter.com/q8vmUBRt1g