La fecha 12 de la Liga BetPlay Dimayor continúa este domingo en el Metropolitano de Techo, donde Fortaleza será local ante Millonarios. Ambos equipos no solo comparten ciudad sino también nombres que han pasado por ambas instituciones. Uno de ellos es Gustavo Rojas, quien hace 19 años vistió la camiseta del equipo albiazul y hoy es parte de los Amix como psicólogo.
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“En Millonarios tuve la posibilidad también de poder representar a mi país, de jugar tres sudamericanos, de tener compañeros que han marcado historia en el fútbol colombiano. Es mi casa, me formó a nivel personal y profesional. Siempre será el equipo de mis amores y enfrentarlo es especial, pero en esta ocasión quiero que gane Fortaleza”, comentó Rojas en diálogo con El Espectador.
Cuando terminó el bachillerato, el bogotano comenzó a estudiar Publicidad y Mercadeo, pero en ese momento no existía la virtualidad y lo ascendieron al equipo profesional del cuadro embajador (2006), por lo que decidió darle prioridad al fútbol. Además de jugar en el equipo albiazul vistió las camisetas de Huila, Bogotá y Cortuluá.
Colgó los guayos en 2015. “Cuando tomé la decisión de retirarme del fútbol profesional, lo que tenía en mente era no perder tiempo y empezar de una a estudiar. Con base en las experiencias vividas en el deporte y como la parte mental para mí fue influyente en que quizás me retirara tan temprano, decidí estudiar Psicología”.
Gustavo consideraba que cuando él empezó en el fútbol de primera no tuvo a un profesional que lo acompañara en su proceso o le diera las herramientas para encarar los retos que surgieron desde lo emocional y así alcanzar su mejor versión. En el Politécnico Gran Colombiano se formó en la ciencia que estudia la mente y el comportamiento humano.
Como psicólogo, trabajó en procesos de selección, pero no era algo que le apasionara. Llegó a Fortaleza en 2019 para hacer sus prácticas con el equipo sub-20. En 2023, cuando Sebastián Oliveros asumió las riendas del plantel profesional de los Amix, pensaron en Rojas para hacer parte de su cuerpo técnico.
Ha fusionado su experiencia en las canchas con la que le dio la academia en la profesión que hoy ejerce a sus 37 años. El bogotano resalta que no es fácil que los futbolistas desarrollen confianza para abrirse y expresar lo que ocurre dentro de ellos, pero reconoce que su pasado como profesional le ha permitido generar empatía en ellos.
“En Fortaleza siempre nos hemos preocupado por ese aspecto. Hace parte de esa mesa de cuatro patas que son lo táctico, lo físico, lo técnico y lo mental. Si una de esas paticas no está funcionando pues seguramente las cosas no van a andar como queremos”.
La psicología en el fútbol
“Antes veíamos al futbolista simplemente como una máquina, un atleta que solo tiene que estar bien en lo físico o lo técnico, tanto así que se perdió un poco esa esencia del ser humano y solo nos preocupaba que rindiera en la cancha, sin tener en cuenta todo lo que está alrededor de un deportista y es esa esencia desde lo familiar y lo personal”.
De los técnicos que tuvo, el exfutbolista bogotano tiene un gran recuerdo de Miguel Augusto Prince, quien le dio la confianza de debutar como profesional en el cuadro embajador, y de Eduardo Lara, quien lo dirigió en la selección sub-20 de Colombia, de quien destaca que su trabajo iba más allá del plano de entrenador y se convertía casi en una figura paterna que exigía un montón.
De su etapa con Millonarios destaca que Juan Carlos Osorio tuvo mucho manejo de grupo y demostró interés por las situaciones externas a la cancha. “Él vivía muy pendiente de nosotros y digamos que intentaba también que la motivación fuese muy alta para todos. Fue de gran impacto y fue ver totalmente al entrenador de otra manera, más cercano, más fraternal”.
No era habitual en la época de Rojas que los clubes contaran con psicólogos en los planteles. Entonces el espacio para abrirse y expresar las dificultades emocionales se daba más bien con algunos entrenadores y otros jugadores.
Rojas encontró un lugar seguro para compartir sus desafíos en la parte mental con Gonzalo Martínez, con quien coincidió no solo en Millonarios sino también en Atlético Huila. El defensor vallecaucano, que tuvo pasado en la selección nacional y el fútbol europeo, le dio consejos desde su experiencia.
Una de las excepciones que tuvo Rojas en su carrera fue cuando el argentino Óscar Héctor Quintabani asumió las riendas del equipo embajador en 2008. Aunque fue el único entrenador que lo dirigió que tenía a un profesional de la salud mental en su cuerpo técnico, en ese momento fue difícil generar un vínculo de confianza y poco después el bogotano dejó al equipo.
“Ahorita si bien se ha ganado un espacio, todavía el rol del psicólogo no recibe la importancia que debería tener. Hay algunos entrenadores de generaciones pasadas que consideraban que de pronto más desde un discurso, desde lo que ellos vivían en el día a día, podían hacer ese rol de psicólogo. También hay técnicos que son celosos con ese tipo de espacios”, reconoce el hoy integrante de Fortaleza.
Los retos de la salud mental
La prioridad que se le da a la salud mental no es la misma en todos los equipos del fútbol colombiano. Así como en Fortaleza el psicólogo es parte del plantel profesional, hay clubes que no incluyen a este tipo de profesionales en el cuerpo técnico. También hay casos de oncenos que ni siquiera tienen personas formadas en este campo.
“El poder estar en un camerino, tener esa cercanía y ver qué está pasando con el jugador en casi todos los contextos es muy favorable porque esa información nos da las herramientas para poder trabajar y hacer una intervención cuando corresponde”, destaca Rojas, quien agrega que uno de cada tres deportistas tienen algún síntoma o trastorno que afecta su salud mental.
El futbolista, al igual que ocurre en otras disciplinas, está expuesto a factores que desencadenan problemas de ansiedad, depresión, estrés y frustración. También hay dos situaciones con las que cada jugador convive y que contrastan: el éxito y el fracaso, ambas son complejas de gestionar.
En la psicología es clave identificar las señales para actuar a tiempo y darles a las personas las herramientas para enfrentar los momentos difíciles. Un obstáculo frecuente que ha identificado Rojas es el temor de los futbolistas a “ser catalogados como ‘locos’ porque tienen algún trastorno o que se están mostrando vulnerables en un deporte en el que importa mucho verse fuerte”.
Ha sido difícil combatir el imaginario de que solicitar ayuda psicológica es una señal de debilidad, incluso cuando figuras de élite como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo han reconocido que en algún momento de sus carreras buscaron ayuda profesional. “Soy una persona que me guardo todo para adentro y me como lo bueno y lo malo, y la verdad que cuando fui me hizo muy bien, me ayudó muchísimo”, reconoció el astro argentino en una entrevista.
El debate sobre la salud mental en el deporte ha cobrado más fuerza en los últimos años por la conmoción que generan algunos casos. Sucesos como los del alemán Robert Enke (2009) y el uruguayo Santiago Morro García (2021), quienes se quitaron la vida en medio de graves cuadros de depresión severa, sirvieron como llamados de atención para que estos temas se traten con más seriedad. Los trágicos casos de Enke y el Morro García también despertaron muestras de solidaridad de los distintos actores, desde directivos a, jugadores y demás involucrados en la práctica de este deporte, que reconocieron que es necesario un apoyo psicológico constante, que vaya más allá de las situaciones de crisis, que son la etapa más avanzada, sino que también se trabaje en la prevención.
En Europa, sobre todo, han abordado el tema con seriedad. En la Premier League, por ejemplo, crearon protocolos de contención emocional ante lesiones graves, problemas familiares o períodos de baja confianza. Jugadores de este y otros certámenes de la élite han compartido sus experiencias, lo que sirve para que otros no se sientan solos.
La cultura popular también ha sido testigo de ese cambio. Una muestra es Ted Lasso (2020-presente), una serie de ficción enfocada en el fútbol inglés, que ha contado con la aparición especial de estrellas de este deporte, en la que se ha puesto la lupa a los efectos que tienen la ansiedad, la depresión y las situaciones extrafutbolísticos en la vida de los protagonistas.
El concejo de Gustavo Rojas para que el fútbol colombiano crezca en esta materia es “generar conciencia en todos los actores inmersos —directivos, cuerpo técnico y jugadores— de la importancia de la salud mental, que haya un conocimiento de lo teórico y que el deportista deje el estigma de que si va al psicólogo lo van a juzgar los compañeros o la gente desde afuera”. Insiste en que el psicólogo es clave para ayudar al jugador a encontrar su mejor versión tanto en lo deportivo como en lo humano.
En el deporte de alto rendimiento hay más ejemplos de personas que poco a poco se animaron a conversar al respecto. Uno de los casos más visibles es el del multicampeón olímpico de natación Michael Phelps, quien habló abiertamente sobre la depresión profunda, la ansiedad y los pensamientos suicidas que tuvo tras competir. Hoy es un activista de la salud mental.
También en la rama femenina hay atletas que han hablado sin filtros del tema. La tenista japonesa Naomi Osaka y la gimnasta estadounidense Simone Biles han sido claves para ponerle rostro a esa lucha interna que viven los y las deportistas.
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