Por estas calendas, y en medio de la ausencia del fútbol casero, se arman polémicas. Como siempre pasa en el fútbol: ¿quién es o fue el mejor jugador colombiano? Para comenzar, siempre consideré a Willington Ortiz el mejor que vi, así haya trascendido solamente en el ámbito suramericano por sus ejecutorias, especialmente, en la Copa Libertadores.
Sin embargo, en aras de ser justos, prefiero llamarlos “históricos” para dar cabida a las distintas épocas del fútbol nuestro, que transita ya por los 72 años de vida. Lo más práctico es elegir por décadas a quienes logramos ver y disfrutar.
Humberto Turrón Álvarez jugó catorce años, entre 1948 y 1962. Espigado volante paisa, campeón con Nacional y con pura calidad para actuar. El mejor calificativo lo dio Di Stéfano cuando señaló que en Colombia había uno mejor que él: Turrón Álvarez.
Delio Maravilla Gamboa, el más representativo futbolista de Buenaventura, quien fue profesional durante quince temporadas. Pasó por el oro de México, ganó títulos y su figura como número diez desde sus días en la selección del Valle para llegar a Millonarios, donde ganó títulos.
Willington Ortiz ejerció su estilo de juego en 16 años. El mejor puntero o extremo derecho y el hacedor de tantos goleadores como Maglioni, Irigoyen, Converti o Gareca. Veloz, hábil, gambeteador y magistral para servir los centros. Siempre que lo veo le digo: “Naciste en la época equivocada”.
Carlos El Pibe Valderrama fue en su momento quien fijó el estilo de juego en Colombia y en la selección nacional. El samario paseó su categoría por quince años en Colombia, Francia y Estados Unidos. Su alborotada melena resultó ser su carta de presentación, pero mucho más su temperamento y ganas de jugar fútbol del bueno.
Acá comienza un período en que jugar en el exterior fue y es la meta para muchos. Faustino Asprilla, el descubridor del camino hacia Europa. Falcao García, quien curiosamente no actuó en Colombia en juegos oficiales. Comenzó en River Plate en 2004 y ajustó 16 períodos de actividad. Iván Ramiro Córdoba, Amaranto Perea, Juan Pablo Ángel y Mario Yepes figuran en el catálogo de los mejores profesionales fuera de nuestros límites geográficos.
Capítulo aparte es James Rodríguez. Gracias a él se encendió el debate para señalar al mejor de la historia. Buen jugador con muchos problemas de convivencia en el Real Madrid, con excelente contrato y futuro por definir.
Para buscar al mejor jugador parto de una premisa sencilla: es no tener en cuenta el número de títulos, sino la genuina condición futbolística. Para todos los gustos siempre existieron los grandes jugadores, cada quien tendrá su candidato. No obstante, es de cualquier forma un atrayente ejercicio.
Por estas calendas, y en medio de la ausencia del fútbol casero, se arman polémicas. Como siempre pasa en el fútbol: ¿quién es o fue el mejor jugador colombiano? Para comenzar, siempre consideré a Willington Ortiz el mejor que vi, así haya trascendido solamente en el ámbito suramericano por sus ejecutorias, especialmente, en la Copa Libertadores.
Sin embargo, en aras de ser justos, prefiero llamarlos “históricos” para dar cabida a las distintas épocas del fútbol nuestro, que transita ya por los 72 años de vida. Lo más práctico es elegir por décadas a quienes logramos ver y disfrutar.
Humberto Turrón Álvarez jugó catorce años, entre 1948 y 1962. Espigado volante paisa, campeón con Nacional y con pura calidad para actuar. El mejor calificativo lo dio Di Stéfano cuando señaló que en Colombia había uno mejor que él: Turrón Álvarez.
Delio Maravilla Gamboa, el más representativo futbolista de Buenaventura, quien fue profesional durante quince temporadas. Pasó por el oro de México, ganó títulos y su figura como número diez desde sus días en la selección del Valle para llegar a Millonarios, donde ganó títulos.
Willington Ortiz ejerció su estilo de juego en 16 años. El mejor puntero o extremo derecho y el hacedor de tantos goleadores como Maglioni, Irigoyen, Converti o Gareca. Veloz, hábil, gambeteador y magistral para servir los centros. Siempre que lo veo le digo: “Naciste en la época equivocada”.
Carlos El Pibe Valderrama fue en su momento quien fijó el estilo de juego en Colombia y en la selección nacional. El samario paseó su categoría por quince años en Colombia, Francia y Estados Unidos. Su alborotada melena resultó ser su carta de presentación, pero mucho más su temperamento y ganas de jugar fútbol del bueno.
Acá comienza un período en que jugar en el exterior fue y es la meta para muchos. Faustino Asprilla, el descubridor del camino hacia Europa. Falcao García, quien curiosamente no actuó en Colombia en juegos oficiales. Comenzó en River Plate en 2004 y ajustó 16 períodos de actividad. Iván Ramiro Córdoba, Amaranto Perea, Juan Pablo Ángel y Mario Yepes figuran en el catálogo de los mejores profesionales fuera de nuestros límites geográficos.
Capítulo aparte es James Rodríguez. Gracias a él se encendió el debate para señalar al mejor de la historia. Buen jugador con muchos problemas de convivencia en el Real Madrid, con excelente contrato y futuro por definir.
Para buscar al mejor jugador parto de una premisa sencilla: es no tener en cuenta el número de títulos, sino la genuina condición futbolística. Para todos los gustos siempre existieron los grandes jugadores, cada quien tendrá su candidato. No obstante, es de cualquier forma un atrayente ejercicio.