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Con un Aldo Bobadilla muy activo en el borde del terreno de juego, Deportivo Independiente Medellín recibió este miércoles al Once Caldas por el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Águila. Y comenzó buscando el arco contrario con un Germán Ezequiel Cano que incomodó a la defensa visitante y un equipo blanco que respondió con tímidos remates de media distancia.
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La combinación Ricaurte-Cano casi le vuelve a dar una alegría al Medellín al final del primer tiempo; sin embargo, el goleador histórico del cuadro paisa no conectó la pelota de manera correcta. Los equipos, al descanso sin goles, tras una etapa en la que las emociones fueron escasas.
En la etapa complementaria, Once Caldas intentó con mayor insistencia acercarse al arco defendido por David González y al minuto 58 casi convierte tras un centro de costado. Esa fue su arma: los centros. La del Medellín, la salida rápida y la combinación de pases en el último cuarto de cancha, con la claridad conceptual de Andrés Ricaurte.
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En el tramo final del encuentro, el Medellín no pudo contar más con su goleador. Cano sintió un dolor en su rodilla y debió retirarse. Mientras tanto, el cuadro de Manizales buscaba el tanto que alargara la serie a los lanzamientos desde el punto blanco del penal, teniendo en cuenta que en el compromiso de ida el Poderoso ganó 3-2.
Ese tanto blanco no llegó. El del local, sí. En el último minuto del partido, el volante argentino Adrián Arregui, de gran juego, habilitó con un destacado pase a Jonathan Marulanda, quien definió con su pie derecho y decretó la clasificación de Independiente Medellín a las semifinales de la Copa Águila.