Júnior adelantó el carnaval de Barranquilla

De la mano del técnico Julio Avelino Comesaña y con el arquero Sebastián Viera como figura, el club Tiburón conquistó su octava estrella en el fútbol colombiano.

Redacción deportes
16 de diciembre de 2018 - 09:49 p. m.
Luis Benavides
Luis Benavides

Pocos clubes en el mundo se identifican tanto con una región como el Júnior con nuestro Caribe. Por eso, buena parte de Colombia está hoy de fiesta con la celebración de la octava estrella del equipo barranquillero, que aunque cayó ayer 3-1 en su visita al Independiente Medellín, se coronó campeón gracias a que había ganado 4-1 en el partido de ida en el estadio Metropolitano.

El resultado global fue 5-4, de una serie que resultó tan pareja como lo reflejan los números. El Poderoso de la Montaña vendió cara su derrota y estuvo a punto de conseguir una remontada histórica ante algo más de 43.000 personas que pintaron de rojo las tribunas del Atanasio Girardot.

La suerte no acompañó este año a los equipos paisas en las finales en casa. En el primer semestre, Nacional vio cómo Millonarios y Tolima le celebraron en Superliga y Liga. Y Medellín sufrió anoche la misma suerte frente al Júnior. Los verdolagas, sin embargo, pudieron dar la vuelta olímpica en la Copa Águila tras vencer al Once Caldas.

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El Júnior 2018 se armó para ser protagonista, después de un decepcionante 2017 en el que aspiraba a pelear Copa Sudamericana y Liga, pero ni siquiera llegó a las finales.

Y como no arrancó bien, cambió muy temprano de entrenador. A comienzos de abril el técnico Alexis Mendoza fue licenciado. En su reemplazo llegó por octava vez al banquillo de los tiburones el uruguayo Julio Avelino Comesaña, un hombre de la casa a quien los dueños del club, los integrantes de la familia Char, siempre han recurrido en coyunturas complicadas.

Conocedor de la ciudad, de la idiosincrasia del costeño y de la afición juniorista específicamente, el estratega charrúa les apostó a los jugadores de la casa y al fútbol ofensivo, dos requisitos importantes para conseguir el respaldo de la gente.

Con buen fútbol se fue ganando el derecho a ser considerado favorito, sobre todo porque otros grandes, como Nacional, Cali, Millonarios y Santa Fe, no convencían.

Aunque quedó afuera de la Copa Colombia, avanzó en Liga y Copa Sudamericana y jugó cuatro partidos de finales en 12 días. En la serie contra el Atlético Paranaense, por el título continental, igualó ambos duelos y cayó en la definición por penaltis, a pesar de haber jugado mucho mejor que su rival brasileño.

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Pero tenía la revancha con el Medellín. Llegó al Atanasio Girardot con la ventaja 4-1 que obtuvo en el Metropolitano y, aunque sufrió, supo conservarla.

Leonardo Castro ilusionó a los locales con dos goles, pero un remate de Yony González, que se desvió en Hernán Pertuz, volvió a darles aire a los atlanticenses, que volvieron a sufrir con el tercer tanto, del goleador Germán Ezequiel Cano, quien puso el 3-1 y llegó a 20 goles en el campeonato, para convertirse en el máximo anotador en un torneo corto.

En los minutos finales el rojo paisa empujó más con vergüenza y pundonor que con fútbol, mientras Júnior, de la mano del experimentado Teófilo Gutiérrez y un inmenso arquero y capitán como Mario Sebastián Viera, aguantó el chaparrón e inició la celebración, que le puso broche dorado a una excelente campaña.

Este semestre en la Liga, Júnior jugó 25 partidos, de los cuales ganó 12, empató siete y perdió solamente seis. Sus jugadores marcaron 42 goles y permitieron apenas 24, la mejor diferencia a favor del torneo.

“Este plantel se propuso hacer historia. Este Júnior de 2018 será difícil de olvidar, por su fútbol, por su estilo. Salió a ganar en todos los estadios, respetó al hincha y siempre trató de dar espectáculo”, aseguró anoche el técnico Comesaña, conmovido por las palabras de agradecimiento de varios de sus pupilos.

Uno de ellos fue el guajiro Luis Díaz, probablemente la gran revelación de la temporada en el fútbol colombiano. Delantero rápido, habilidoso y técnico, cumplió su sueño de consolidarse como profesional y salir campeón. “Trabajamos duro para esto. Fue complicado, porque Medellín fue un tremendo rival, pero creo que somos justos campeones”, dijo.

Júnior se estrenó como campeón en 1977, cuando el argentino Juan Ramón Verón oficiaba como jugador y entrenador. Repitió tres años después, en 1980, dirigido por el recientemente fallecido José Varacka.

Tuvo que esperar 13 temporadas para volver a celebrar. Lo hizo en 1993, con Comesaña. Y en 1995 ganó nuevamente, ahora bajo el mando de Carlos Piscis Restrepo.

El estratega campeón de 2004 fue Miguel Ángel El Zurdo López. En 2010, los rojiblancos celebraron con Diego Umaña en el banquillo y un año después quien lo sacó campeón fue José Eugenio Cheché Hernández.

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Júnior también ganó dos Copas Colombia, las de 2015 y 2017, la primera con Alexis Mendoza y la segunda con Comesaña, quien lo llevó este año a su primera final continental.

Con el título conseguido ayer, el conjunto barranquillero se aseguró un cupo en la fase de grupos de la Copa Libertadores de 2019, en la que estará igualmente el Tolima, campeón del primer semestre. Nacional y Medellín, por reclasificación, accederán a la ronda previa, mientras que Once Caldas, Equidad, Rionegro y Deportivo Cali serán los representantes colombianos en la Copa Sudamericana.

La temporada oficial comenzará muy temprano, pues entre el 17 y el 21 de enero tiburones y pijaos, como campeones de cada semestre de 2018, disputarán la Superliga Águila.

Por Redacción deportes

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