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Júnior le ganó 3-2 a Rionegro en el juego de ida en las semifinales de la Liga Águila. Los goles fueron obra de Luis Díaz, con dos, Jarlan Barrera y de Humberto Osorio Botello, de penalti, y de Carlos Ramírez, por parte del cuadro antioqueño. La vuelta será el próximo domingo en el Metropolitano de Barranquilla.
En el fútbol nada está escrito ni nada está dicho. Siempre se ha creído que no hay marcador más peligroso en el fútbol que un 2-0. Pero nadie creería que en menos de cinco minutos una diferencia tan larga como un 3-0 quedaría reducida a tan solo un gol. En cuatro minutos, Rionegro metió dos goles y dejó con vida una serie que el domingo dejará a uno de los dos en la gran final.
El primer gol del encuentro fue obra de Luis Díaz, quien al minuto 50, en un remate de pierna derecha venció al portero Juan Valencia. De ahí en adelante, el partido se inclinó a favor del Júnior. El control del juego y la pelota tuvieron un solo dueño.
El segundo fue una exquisitez. Jarlan Barrera en su mejor nivel, al minuto 53, dejó tirado a dos hombres del rival y de pierna izquierda pico el balón, para que se elevara por encima de los defensas y del portero, y así terminara en el fondo de la red. El segundo gol golpeó a los dirigidos por Jorge Luis Bernal, quienes no tuvieron la mejor reacción después de la primera anotación.
Un pase tras otro. Cuando Teófilo Gutiérrez, Víctor Cantillo, Jarlan Barrera y Luis Díaz se juntan el fútbol florece. Fueron 20 pases en total para que el guajiro Díaz pusiera el tercero en el marcador y el segundo en su cuenta personal.
Cuando todo parecía dicho y sentenciado. En un tiro de esquina, al minuto 86, Carlos Ramírez le ganó a toda la defensa tiburona y de cabeza anotó el descuento. Con lo que no contaban los dirigidos por Julio Comesaña es que, faltando un minuto para el final, una torpeza en el área haría que el juez central decretara penalti. Humberto Osorio Botello, queriendo vengar la ofensa de Jarlan, también pico la pelota y venció a Sebastián Viera y puso el segundo para el cuadro antioqueño.
Lo que parecía un 3-0 demoledor y dictatorial para el partido de vuelta, terminó siendo una ligera ventaja para un Júnior que ganó su partido número 11 en el semestre. Un torneo en el que está a un partido de llegar a la final.