La encrucijada de Win Sports

La posibilidad de que la Dimayor concerte con Win Sports su continuidad en los derechos de televisión del fútbol colombiano tiene encendidas las alarmas. Está citada una asamblea extraordinaria para el tema, pero no se descarta un tribunal de arbitramento.

Redacción deportes
28 de octubre de 2018 - 02:01 p. m.
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Foto: Getty Images/iStockphoto - LeArchitecto

Los ingresos de los clubes profesionales del fútbol colombiano por derechos de transmisión de televisión tienen divididos a sus dirigentes. Y el nudo de la discordia es el contrato vigente de la Dimayor con el canal Win Sports, previsto hasta el año 2026. Es de tal importancia el asunto, que está citada una asamblea extraordinaria para deliberar sobre qué hacer para replantear el negocio, llevarlo a un tribunal de arbitramento o abrir camino a un nuevo modelo que resulte satisfactorio para los intereses económicos de los 36 equipos de las categorías A y B.

Aunque representa uno de los primeros desafíos del nuevo presidente de la Dimayor, Jorge Enrique Vélez, se trata de un malestar que viene creciendo de tiempo atrás. La prueba es que desde octubre de 2017, de manera autónoma, la Comisión de Mercadeo de la Dimayor ordenó hacer una auditoría a los resultados del contrato con Win Sports, desde la perspectiva de que hoy no satisface las expectativas económicas de los clubes profesionales. Incluso, el tema se ventiló acompañado de la opción de considerar otras propuestas.

En la asamblea extraordinaria del pasado 8 junio de 2018, el mismo día que sacaron de la presidencia de la Dimayor al dirigente huilense Jorge Perdomo, en su último informe de gestión quedó en evidencia que se trata de un tema crítico. En dicho reporte a los miembros del Comité Ejecutivo y a los directivos de los clubes, literalmente se admitió que el contrato con Win Sports, “por una errada interpretación de una cláusula de confidencialidad”, estuvo vedado incluso hasta para la gerencia financiera.

Además de las auditorías a los contratos con Win Sports y la firma Go Sports, que ofició como asesor en la venta de los derechos de televisión, el referido documento dejó entender la realidad de este complejo frente económico. “En Colombia, los ingresos por televisión son solamente US$33 millones anuales (…) por error de calculo en su momento (diciembre de 2012) se tomó la decisión de monetizarlos a la tasa representativa de $1.800 por dólar, significando perder aproximadamente $253.000 millones en estos cinco años”.

Entre las cifras expuestas salió a relucir la inconformidad de los clubes, sobre todo los grandes, porque en su criterio la participación en los derechos de televisión no pesa suficientemente en su economía. Además, una comisión integrada por varios presidentes de clubes revisó los esquemas de negocios de televisión en distintos países y la conclusión fue la necesidad de revisar con lupa el contrato con Win Sports y evaluar la posibilidad del denominado canal premium para revertir el panorama.

En ese momento, el objetivo era aumentar los ingresos por derechos de televisión a US$630 millones, cobrando por ver algunos partidos. Una perspectiva tan atractiva que, desde marzo de 2018, Caracol Televisión evidenció su interés por el canal premium. Sin embargo, dos meses después, el entonces presidente de la Dimayor, Jorge Perdomo, alcanzó a contestar a Caracol que quería saber su oferta por derechos de transmisión en televisión por suscripción de todos los juegos de la Liga profesional.

A pesar de que recalcó que la Dimayor “se encuentra vinculada con Win Sports y con RCN Televisión, por contratos actualmente vigentes”, también admitió que para el fútbol colombiano era necesaria la búsqueda de mayores recursos para los clubes “que hoy ven amenazada su sostenibilidad económica”, haciendo énfasis en la “diferencia en los ingresos por este concepto con los demás equipos profesionales del sur del continente”. En otras palabras, para revertir la situación actual en derechos de televisión.

El 6 de junio Caracol contestó manifestando que, de poder licitar para un paquete integral que incluya televisión abierta y todas las opciones de explotación en televisión cerrada, digital y canales alternativos, por un período de 10 años, su disposición de valoración de esos derechos tiene una oferta de presupuesto. “Es factible pagar una suma total aproximada de $2 billones por un contrato de explotación a 10 años, con un bono de cierre de contrato de $145.000 millones, descontables del valor total”.

No obstante, 48 horas después, se cayó Jorge Perdomo de la presidencia de la Dimayor y el asunto quedó en veremos, pero no la incomodidad de varios dirigentes frente al tema. Por eso, el pasado 27 de septiembre se realizó una asamblea extraordinaria para evaluar el caso concreto de Win Sports, y fue en ese momento en que, en medio de diversas alternativas, no solo se ratificó la negativa a la propuesta de Win para el canal premium, sino que incluso surgió la posibilidad de llevar el tema Win a un tribunal de arbitramento.

Desde ese momento el asunto de las utilidades por los derechos de televisión es prioritario para los dirigentes del fútbol. Con varias consideraciones de fondo. El contrato con Win Sports va hasta 2026, por lo que deshacerlo implica un dilema jurídico y la consecuente indemnización. De igual modo, en 2021 vence el contrato de televisión abierta y de derechos de televisión internacional. Para entonces, podría habilitarse la fórmula premium, pero esas cuentas no encajan muy bien en los estimativos de los cableoperadores.

En medio de la discusión, el nuevo presidente de la Dimayor, Jorge Enrique Vélez, decidió convocar a una asamblea extraordinaria de clubes para el martes 30 de octubre. Con tanta evidencia sobre la urgencia del asunto, que los dos puntos centrales de la agenda propuesta, eran la presentación de un informe sobre las actuaciones adelantadas por la administración a través de la Comisión de Contratación y Mercadeo, y el análisis de las alternativas que hoy existen para evaluar el contrato de televisión.

En los círculos del fútbol, esta convocatoria se lee como el examen a una negociación entre la Dimayor y Win Sports, con el fin de que antes de ir a un tribunal de arbitramento se firme un otrosí que permita crear el canal premium a partir de la misma alianza. En otras palabras, una contraoferta de Win Sports para seguir manejando los derechos de televisión del fútbol profesional colombiano. Una fórmula a la que se oponen varios presidentes de clubes, y con la que tampoco están de acuerdo quienes quieren entrar al mercado.

La propuesta pública más conocida es la de Caracol Televisión, que apuesta por una licitación abierta con algunos elementos económicos adicionales. Su objetivo es que coincidan los períodos de concesión de la televisión abierta y cerrada, para buscar una mayor rentabilidad en los equipos de fútbol. Si se concesiona en un solo paquete, a partir del 1° de enero de 2022, la idea de Caracol televisión es entregar $145.000 millones por adelantado a los clubes y, de ahí en adelante, $2 billones en 10 años.

Además, existen otras empresas de televisión que quieren entrar en la pugna. Por ejemplo Mediapro, GolTv y Fox Sports. Todos dispuestos a ofertar para quedarse con los derechos de transmisión de televisión del fútbol colombiano. Con ejemplos a la vista para darle la pelea a Win, como el modelo peruano, donde cada uno de los 16 clubes de la primera división negocia sus derechos con el Consorcio Fútbol Perú, que a su vez tiene el canal Gol Perú. Clubes como el Alianza Lima o el Universitario reciben más de US$4 millones al año.

En Ecuador, con 24 equipos, el contrato de televisión está suscrito con GolTv, por aproximadamente US$314 millones por 10 años, más otros beneficios que pueden incrementar la participación de los clubes hasta US$500 millones. En Chile, los equipos grandes reciben aproximadamente US$15 millones y los pequeños un promedio de US$2,4 millones. De cualquier modo, los partidos se transmiten en tres canales: uno básico, otro premium y otro HD. Hay más ejemplos para demostrar que el modelo colombiano puede cambiar.

En síntesis, el asunto está al rojo vivo y todos los interesados a la expectativa de la asamblea extraordinaria de la Dimayor. Aunque este diario consultó a varios dirigentes, ni siquiera los que quieren nuevas reglas del juego ventilaron su opinión en espera de la asamblea. Los cableoperadores tienen claro que Win Sports no puede dejar de transmitir los partidos y pasarlos a premium, pues desconocería la promesa que hizo a sus usuarios. Al cierre de esta edición, el presidente de la Dimayor pidió aplazar la asamblea, los clubes tienen la palabra.

* El Espectador hace parte del grupo de medios de Caracol Televisión.

Por Redacción deportes

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