Las razones de la eliminación de Millonarios

Además de que se probó que el cuadro albiazul no tiene dos equipos para competir, la lesión de Santiago Montoya, el descenso en el rendimiento de algunos jugadores y la ausencia del técnico Miguel Ángel Russo, quedó claro que solo con hombres de la cantera no se pelea la revalidación de un título.

Redacción deportes
07 de mayo de 2018 - 11:10 p. m.
Miguel Ángel Russo, técnico de Millonarios.  / Cristian Garavito - El Espectador
Miguel Ángel Russo, técnico de Millonarios. / Cristian Garavito - El Espectador

Millonarios, el vigente campeón, no jugará las finales del primer torneo 2018.  Una sorprendente noticia que demuestra que prácticamente es un semestre perdido para los albiazules y que le queda jugarse la vida ante Independiente y Corinthians en la Copa Libertadores. Una situación deportiva que hace cinco meses no estaba en los planes de nadie, pero que representa lo que pasó en el equipo después de obtener la estrella 15.

Después de la celebración del 17 de diciembre, con el golazo de Henry Rojas ante Santa Fe en el minuto 85, el resto del año 2017 y comienzos de 2018, Millonarios atendió el ritual de los que llegan y los que se van. Se fueron del grupo central, el argentino Maximiliano Núñez, el uruguayo Nicolás Vikonis, el venezolano Jacobo Koufatty y los colombianos Alexis Zapata, Santiago Mosquera, Robinson Aponzá y Duvier Riascos.

Llegaron Santiago Montoya, César Carrillo, el venezolano Wuilker Fariñez y el paraguayo Roberto Ovelar. Y se afianzaron los jugadores de la cantera, Cristian Huérfano, Juan Camilo Salazar y Felipe Román, entre otros. En términos de alineación, Fariñez reemplazó a Vikonis, y de entrada debe reconocerse que es de los jugadores que se salvan del primer torneo 2018. Dos errores que costaron puntos clave en dos finales de juego, pero seguro bajo los tres palos.

En muchos partidos fue la figura del encuentro. En el último contra Santa Fe salvó al equipo de una goleada. Pero la defensa que debía acompañarlo quedó debiendo el semestre. En esencia, es la misma que ganó el campeonato en diciembre pasado. Solo que alternaron con los suplentes, no hubo seguridad en los cierres de los partidos y demostraron que hoy Millonarios no tiene dos equipos integrales para competir en la zona defensiva.

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Los centrales Andrés Felipe Cadavid y Matías de los Santos dieron lo que tienen, con sus aciertos y limitaciones, pero los laterales tuvieron un torneo sin lucimiento. Jair Palacios terminó sin jugar y Felipe Banguero acentuó sus errores de marca y sus dificultades para ir al ataque. Nada distinto a lo que se le vio en el equipo que fue campeón en el segundo semestre 2017, solo que en las últimas fechas se hicieron más evidentes sus carencias.

Y el dilema adicional es que los suplentes se quedaron cortos. Janeiler Rivas y Anier Figueroa no jugaron mucho, pero cuando lo hicieron tuvieron momentos críticos.  Y por las bandas, Felipe Román y Omar Bertel probaron que tienen como jugar, pero todavía les falta fogueo como profesionales del fútbol. En total, la defensa de Millonarios encajó 18 goles, mientras las más seguras del torneo, Nacional y Huila, le anotaron solo 10 y 12 veces.

En cuanto al medio campo y la línea de ataque, en general hubo muchos apremios. John Fredy Duque, la figura del segundo torneo 2017, volvió a cumplir, pero acumuló muchas tarjetas. Juan Guillermo Domínguez se lesionó y estuvo por fuera en juegos claves. Henry Rojas venía de una larga lesión y apenas al final del semestre logró competir un partido completo. David Mcalister Silva siguió siendo el principal referente de cara al ataque.

Como refuerzo se sumó el sucreño César Carrillo, que en términos generales cumplió un papel aceptable en el semestre que termina. No fue titular continuo, su proceso de afianzamiento sigue en proceso, pero terminó protagonizando en varios juegos, como el que el equipo bogotano enfrentó a Bucaramanga, en el que anotó en tres ocasiones a pesar de su condición de volante más centrado en los primeros pases.

En la consecución de la estrella 15, el cuarto volante fue Harold Santiago Mosquera, quien se fue del equipo a última hora por una oferta al Dallas FC, de la MLS. La primera opción para sustituirlo fue Santiago Montoya, un refuerzo bien recibido por la afición, dado su óptimo rendimiento en el Deportes Tolima. Pero le costó adaptarse, no fue titular y, cuando despuntaba en el primer equipo, se rompió un ligamento en el juego contra Jaguares.  

En esa eventualidad, sin Núñez, Kouffati, Zapata o Aponzá,  los que entraron a dar una mano a Silva fueron Eliser Quiñonez, Cristian Huérfano y Juan Camilo Salazar. El primero se mantuvo en el primer equipo hasta el final del torneo, siempre a la expectativa de que uno de sus riflazos terminara en gol. Lo logró un par de veces, pero en lo colectivo se mostró demasiado confuso junto a  Banguero, tanto para atacar como para defender. Aparatoso.

Cristian Huérfano, hábil y rápido, empezó como titular inamovible y terminó perdiendo el puesto, en parte por varias pifias garrafales de goles desperdiciados que le crearon resistencia en un sector de la tribuna, y también por balones perdidos e imprecisiones de un jugador que está para pulir.  Lo terminó reemplazando el juvenil Juan Camilo Salazar, que al final del torneo demostró que tiene condiciones para ayudarle a Millonarios.

Para reemplazar a Duvier Riascos, también resistido, la gente creyó que el equipo iba a encontrar en el paraguayo Roberto Ovelar al delantero esperado. Sobre todo, cuando Millonarios jugó la Superliga con Nacional y con dos golazos de su factura el azul salió campeón. Pero algo pasó que hoy es inexplicable. Sus lesiones, la adaptación, la altura, cualquiera sea la razón pero no fue titular, solo escasos minutos, hoy todo son interrogantes.

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Como Roberto Ovelar no funcionó en el ataque, Jader Valencia no volvió a aparecer, entró a veces Carlos López pero no logró anotar, y Cristian Huérfano y Juan Camilo Salazar se repartieron tiempos sumando minutos a su joven trayectoria profesional, el que terminó echándose al hombro al equipo, jugando para todos,  demostrando su largo recorrido en el fútbol, fue el delantero Ayron del Valle. Otro de los que salva el semestre.  

Esta vez no fue el goleador del torneo, aunque sí el máximo anotador del equipo, y sus cinco goles de los 19 que hizo Millonarios, demostraron su buen rendimiento. Jugó solo en el frente de ataque casi todo el torneo. Recorriendo desde el medio campo para rebuscar el último pase. Sin Riascos ni Mosquera del equipo del título 2017, tampoco con Ovelar porque no funcionó, pero con el venezolano Fariñez, y los colombianos Silva y Duque, los representativos.

Con los refuerzos que siempre aparecen y los ajustes necesarios, el equipo tendrá que jugarse las últimas cartas del semestre en los dos partidos pendientes de Copa Libertadores. Compleja misión para el cuerpo técnico que fue la otra dificultad del torneo. Como se sabe, por temas de salud, el técnico Miguel Ángel Russo sólo dirigió las últimas fechas del campeonato, cuando el equipo ya estaba en apremios en la tabla de posiciones.

En la práctica, quien ofició como estratega del plantel fue su asistente técnico, Hugo Ernesto Gottardi. Y timonel es timonel. El equipo no tuvo el mismo rendimiento, se perdieron puntos de local con empates terminando los juegos, muchas variaciones, unas por cambios obligados y lesiones, otras porque el equipo no tuvo la consistencia para enfrentar dos torneos y, lo demás, porque Gottardi no terminó de equilibrar el equipo entre titulares y suplentes.

Ya no hay tiempo para llorar sobre la leche derramada. El semestre terminó para Millonarios en el campeonato nacional. Se juega los restos contra Independiente, a quien debería jugarle con las ganas de victoria con que este domingo lo enfrentó Santa Fe. Pero ya está. En breve llega el Mundial de Fútbol, un oficio para todos y, como lo anticipó el técnico Russo en reciente rueda de prensa, ya se está pensando en el torneo del segundo semestre.

Se esperan refuerzos porque Santiago Montoya no vuelve pronto y si Roberto Ovelar no funcionó, algo tendrá que pensar el cuerpo técnico. La afición reconoce que aparezcan nuevos valores, y los que hoy juegan -Salazar, Huérfano, Murcia, López, Bertel o Román- ya son ganancia, pero siempre cabe esperar que alguien de experiencia llegue a afianzar el proyecto. Por ahora, la era Russo sigue en marcha porque su contrato vence hasta 2019.

 

Por Redacción deportes

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