Cada vez que el período de transferencias está abierto en el fútbol profesional colombiano crece la ilusión de conseguir trabajo por parte de los jugadores que están sin equipo. Aquellos que llevan meses esperando a que suene su celular o reciban un correo electrónico de un club, en el país o alrededor del mundo, que se fije en su talento. Desde 2012 la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) creó un equipo para jugadores sin contrato, con el objetivo de que se mantuvieran en forma y pudieran estar preparados para el día en que se les abriera alguna puerta.
Desde aquel momento, en las canchas del Centro Campestre Comfandi, en Pance, al sur de Cali, de lunes a viernes, de 7:30 a.m. a 9:30 a.m., los jugadores se reúnen para entrenar como si estuvieran en un club profesional. Ariel Caicedo es el preparador físico y José Mera, el entrenador.
Este mismo modelo se repitió en Medellín, pues se creó un equipo de trabajo liderado por Carlos Ortiz. Actualmente son 48 futbolistas los que entrenan en estas dos sedes (22 en Cali y 26 en Medellín). “Los jugadores llegan con la motivación de resolver su futuro, de esperar que por estar en buen nivel se fijen en ellos y puedan volver a firmar contrato con un club que les asegure la estabilidad familiar”, reconoce Carlos Ganiza Ortiz, entrenador del equipo de Medellín y quien dirigió a la selección colombiana de futbolistas sin contrato en la reciente Copa América que se disputó en Asunción (Paraguay), en la que se ocupó el cuarto lugar.
Los nombres más destacados que forman parte de la nómina de Acolfutpro son: Mario González, Luis Estacio, Breiner Bonilla, Jaime Córdoba, Jhon Charria, Óscar Rodas, James Cabezas, Esteban Castañeda y Jarlin Quinteros.
Que sólo se permitan 25 inscritos por cada club de primera es algo que les juega en contra a estos profesionales, sin embargo, ellos siguen entrenándose día a día con la motivación de que les entre una llamada que les resuelva su futuro.