Millonarios y la misión reestructurarse en plena pandemia

Alberto Gamero llegó este año al equipo bogotano. /Óscar Pérez.

En plena pandemia los clubes del fútbol colombiano, al igual que las personas y las empresas, están tomando decisiones por pura necesidad y aprendiendo a la fuerza en situaciones en las que los recursos escasean y no hay manera de retener jugadores, tampoco de traer los refuerzos que quisieran. Y todo en medio de la incertidumbre de si la Liga BetPlay Dimayor volverá este semestre, si al fin serán dos torneos o uno, repitiendo la palabra protocolo a más no poder y sumidos en una división que debilita cuando el COVID-19 llama a la unión para superar la crisis. En el caso de Millonarios, como de la mayoría de los clubes, el momento es complicado.

A la salida de Wuílker Faríñez (jugará en el Lens de Francia), del costarricense José Guillermo Ortiz y de Hansel Zapata se sumó el vencimiento del contrato de cuatro jugadores: el portero Jéfferson Martínez, los defensores Deivy Balanta y José Luis Moreno, y el volante Óscar Barreto, hombres que no eran titulares en el equipo de Alberto Gamero, pero sí alternativas en una nómina corta. A los cuatro se les cumplió el contrato y el club no mostró interés en prolongar su estadía, quizá porque Gamero los ve como unas bajas tolerables en su proyecto deportivo, que a la fecha tiene más salidas que llegadas. En cuanto a refuerzos, si es que se puede hablar de contrataciones cuando subsistir es el primer objetivo de todos por encima de gastar, la duda de si Matías de los Santos se vestirá de nuevo de azul está presente. El uruguayo, que estuvo a préstamo en Vélez Sarsfield, quiere volver al país. El defensa tiene contrato con Millonarios hasta diciembre, pero se

gún medios argentinos habría opciones de ir a México, incluso a Estados Unidos. Lo único cierto es que estará en Bogotá el 11 de julio, pues tiene su cupo asegurado en un vuelo humanitario.

Por ahora se podría decir que la única buena noticia, además de la contratación hace un par de semanas del arquero Christian Vargas, quien llega del Bucaramanga, y el regreso a prácticas del volante Santiago Montoya, quien estaba lesionado, es la posibilidad de que Ricardo Márquez se ponga la camiseta del cuadro capitalino. El delantero de 22 años, que pertenece a Unión Magdalena, estaría en los planes del Lens (el mismo equipo al que se va Faríñez y que pertenece al grupo de mayoría accionaria en Millonarios), pero los franceses lo dejarían en Bogotá a préstamo. El Caballo, como es conocido, anotó 11 goles el año pasado con el conjunto samario antes de que perdiera la categoría.

Mientras los directivos buscan recursos por todos lados y no descarta la posibilidad de contratar un defensa central y un volante, Gamero está procurando que los jugadores cumplan con los planes de entrenamiento mientras él, de manera rigurosa, examina la sede para tener todo listo en el momento de volver. De hecho, el DT samario estuvo ayer con el cuerpo médico trabajando en todos los pormenores (distancias para las prácticas de grupos reducidos, espacios para que los futbolistas se cambien, entre otras cosas) y así ponerse en la línea de otras instituciones como Atlético Nacional, Deportivo Cali y Equidad, que ya aplicaron sus propios reglamentos para evitar contagios del nuevo coronavirus.