1951, la hora del ‘Ballet Azul’

Como en los primeros torneos del fútbol profesional colombiano el inicio del campeonato no coincidía con el calendario, y la primera fecha de la cuarta versión solo se dio hasta el 9 de marzo, el primer trimestre de 1951 se vio muy animado por nuevos héroes deportivos para la afición nacional. En primer lugar, a partir de la primera semana de enero, comenzó la Vuelta a Colombia en bicicleta, sin duda el evento más popular de la época. Como se sabe, el primer campeón fue Efraín ‘El Zipa’ Forero.

La otra noticia llegó desde Argentina donde entre el 25 de febrero y el 9 de marzo se disputaron los primeros Juegos Panamericanos en Buenos Aires. La actuación de Colombia se sintetizó en una sola medalla, pero de oro. Y de nuevo el portador de la victoria fue el atleta vallecaucano Jaime Aparicio, vencedor en la prueba de 400 metros con vallas, derrotando al favorito brasilero Wilson Carneiro. Los juegos fueron dominados con amplitud por el local Argentina y la delegación de Estados Unidos.

En cuanto al torneo rentado, siguió creciendo el número de participantes y el 9 de marzo se inició con 18 equipos. En esa primera fecha triunfaron Quindío, Júnior, Millonarios, Santa Fe, Once Deportivo, Sporting de Barranquilla y América. Desde ese día quedó claro que una vez más el favorito era Millonarios que, para la temporada, además del combo argentino y uruguayo de ‘El Dorado’, agregó a Antonio ‘Maestrito’ Báez, procedente del Platense de Argentina y figura del torneo, además de Hugo Reyes y Reinaldo Mourín.

Hacia la cuarta fecha, ya Millonarios había tomado la delantera del torneo, y en la segunda posición se perfilaba el equipo que más brega dio sin amenazar al líder: Boca Juniors de Cali. Los comentaristas de prensa resaltaban en sus notas su preocupación por el incremento del juego sucio en las canchas y el irrespeto a los árbitros, porque en aquellos tiempos no era raro que los futbolistas se trenzaran a puños con los jueces y que los directivos aplicaran leves sanciones a los jugadores, que eran verdaderas estrellas.

Tanto así que los emblemas de las principales divisas eran también la imagen publicitaria del momento. La prueba es que la industria de los cigarrillos que derivaba millonarias utilidades de su negocio incluía como protagonistas de sus avisos publicitarios a los jugadores de moda. En estos tiempos de desestimulo del consumo del tabaco o los cigarrillos, apelar a los deportistas es más que un despropósito, pero en los años 50, lo que imperaba socialmente era exaltar, como dice la canción “fumar es un placer genial, sensual”.

Hacia el mes de mayo, los aplausos de la tribuna en el ‘Ballet Azul’ se concentraron en Antonio Báez, quien, por ejemplo, le hizo tres goles al América como visitante en el triunfo 3-1. No obstante, el bombazo del momento fue la abultada victoria por 10-0 que le propinó el Boca Juniors de Cali al Atlético Nacional en el estadio San Fernando de Itagüí en desarrollo de la sexta fecha. El 6 de mayo, con estadio abarrotado y agotamiento de los cupos en los aviones, se disputó el juego Millonarios vs. Cúcuta.

Terminó 3-0 en favor del equipo azul, que a partir de ese momento comenzó a ampliar su ventaja sobre Boca Juniors y Cúcuta, que quedaron a cuatro puntos. Ese día Pedernera hizo dos goles y el uruguayo Gambetta aportó el tercero con autogol. En la siguiente fecha, Millonarios empezó a variar su amplia nómina, pero cerrando mayo se llevó la sorpresa cuando por primera vez probó el polvo de la derrota al salir derrotado por el Júnior de Barranquilla. El equipo ‘Tiburón’ ganó 1-0 y las figuras fueron ‘El Caimán’ Sánchez y Rigoberto ‘Memuerde’ García.

En esa época, El Campín estaba en reparación y el espectáculo del fútbol en el estadio Alfonso López de la Universidad Nacional solía verse acompañado por festivales atléticos. El día del partido contra Júnior se realizó uno en el que la figura fue el atleta Libardo Mora Toro, un singular personaje con una historia de contrastes. Un año antes, en los VI Juegos Nacionales, en Santa Marta, ganó cuatro medallas de oro, pero peleó con el Comité Olímpico Colombiano y se las devolvió porque no lo quisieron seleccionar para una nueva justa deportiva con la divisa tricolor.

A Libardo Mora lo sancionaron 18 meses y de alguna manera ese castigo lo fue alejando del atletismo. Después le dio por ser abogado y se vinculó a la Juventud Comunista (JUCO), donde empezó una activa carrera política. Después, prefirió sumarse al ala ideológica del maoísmo, y por esa vía terminó siendo uno de los cofundadores del Ejército Popular de Liberación (EPL). Ese peculiar vallecaucano que saltó del atletismo a la política fue el gran vitoreado de la tarde del 20 de mayo de 1951 en que Júnior batió Millonarios.

En adelante, el equipo bogotano solo perdió con Cúcuta, pero cuando terminó el torneo, su balance no pudo ser mejor. De 34 partidos jugados, ganó 28, empató cuatro y solo perdió dos. Por eso la crónica del título de 1951 fue una sumatoria de victorias. Eso sí, marcadas por las anécdotas, como el partido disputado el 1 de julio contra el Deportivo Cali en Bogotá, que terminó en una fenomenal gresca. La pelea se inició porque el ‘Maestrito’ Báez golpeó al árbitro con el balón. Los del Cali reaccionaron, Julio Cesar Ramírez se metió y en medio de la batalla campal, el juez canceló el juego.

Esa misma semana, los directivos del Deportivo Cali presentaron una protesta formal ante la Dimayor, alegando que los jugadores de Millonarios gozaban de un fuero especial al que se sumaba la complacencia de los árbitros. En la práctica, la verdad es que el cuadro embajador galopó el campeonato. En medio del amplio dominio azul, la novedad del torneo la representaron los espectáculos internos. Como el 20 de julio cuando se reinauguró el estadio El Campín con un doblete: Argentina vs. Uruguay y Colombia vs. Paraguay.

Ese día el seleccionado perdió 4-2 y jugaron por el combinado patrio ‘Caimán’ Sánchez, Osorio, Zuluaga, Pacheco, Viáfara, Ramos, García, Arango, Ramírez, ‘Manco’ Gutiérrez, Doku, ‘Canoita’ Prieto, Rafael Serna y Angulo. Hacia el mes de agosto, el equipo albiazul llegó a los 40 puntos y con siete de ventaja sobre Boca Juniors, cada día se acercaba más al título. No obstante, como fue la preocupación del torneo, nunca faltó el juego fuerte. El 26 de agosto, nueva gresca, esta vez entre Millonarios y América y expulsión de Pedernera.

Era la primera vez que el estelar argentino veía la roja en Colombia. El 2 de septiembre, ya con nueve puntos de ventaja sobre Boca Juniors y diez sobre el Cúcuta de los uruguayos, la novedad fue un gol de chilena de Alfredo Di Stéfano en su victoria como visitante sobre Samarios por 3-0. La segunda estrella para Millonarios terminó de redondearse tras la victoria 6-2 sobre su seguidor Boca Juniors con tres goles del ‘Maestrito’ Báez. El 21 de octubre derrotó 5-1 a Santa Fe, le cogió 12 puntos de ventaja al equipo vallecaucano y se hizo inalcanzable.

En ese clásico, otra vez el juego brusco hizo de las suyas y ante 35.000 personas, fueron expulsados Ángel Perucca y René Pontoni por Santa Fe y Néstor Raúl Rossi e Ismael Soria por Millonarios. En la primera semana de noviembre, cuando Millonarios perdió con Cúcuta en partido aplazado, ya tenía la segunda estrella en su escudo. Esa semana, mientras los titulares de la prensa se concentraban en el ascenso de Roberto Urdaneta Arbeláez a la presidencia de Colombia por enfermedad de Laureano Gómez, los hinchas de Millonarios celebraban la hora del ‘Ballet Azul’.

El 11 de noviembre de 1951 se disputó la última fecha y el campeón empató con Cali 0-0. Terminó en la primera posición con 60 puntos, 11 más que el segundo Boca Juniors y 12 sobre Cúcuta y Cali, que llegaron a 48 puntos. El goleador del torneo fue Alfredo Di Stéfano, con 31 goles. A la contundente campaña de Millonarios se sumaron 28 goles del ‘Maestrito’ Báez. Las grandes figuras del Boca Juniors de Cali y a la vez sus goleadores, fueron Alejandrino ‘Científico’ Genes con 26 tantos y Ángel Berni, con 23.

Como en los primeros torneos del fútbol profesional colombiano el inicio del campeonato no coincidía con el calendario, y la primera fecha de la cuarta versión solo se dio hasta el 9 de marzo, el primer trimestre de 1951 se vio muy animado por nuevos héroes deportivos para la afición nacional. En primer lugar, a partir de la primera semana de enero, comenzó la Vuelta a Colombia en bicicleta, sin duda el evento más popular de la época. Como se sabe, el primer campeón fue Efraín ‘El Zipa’ Forero.

La otra noticia llegó desde Argentina donde entre el 25 de febrero y el 9 de marzo se disputaron los primeros Juegos Panamericanos en Buenos Aires. La actuación de Colombia se sintetizó en una sola medalla, pero de oro. Y de nuevo el portador de la victoria fue el atleta vallecaucano Jaime Aparicio, vencedor en la prueba de 400 metros con vallas, derrotando al favorito brasilero Wilson Carneiro. Los juegos fueron dominados con amplitud por el local Argentina y la delegación de Estados Unidos.

En cuanto al torneo rentado, siguió creciendo el número de participantes y el 9 de marzo se inició con 18 equipos. En esa primera fecha triunfaron Quindío, Júnior, Millonarios, Santa Fe, Once Deportivo, Sporting de Barranquilla y América. Desde ese día quedó claro que una vez más el favorito era Millonarios que, para la temporada, además del combo argentino y uruguayo de ‘El Dorado’, agregó a Antonio ‘Maestrito’ Báez, procedente del Platense de Argentina y figura del torneo, además de Hugo Reyes y Reinaldo Mourín.

Hacia la cuarta fecha, ya Millonarios había tomado la delantera del torneo, y en la segunda posición se perfilaba el equipo que más brega dio sin amenazar al líder: Boca Juniors de Cali. Los comentaristas de prensa resaltaban en sus notas su preocupación por el incremento del juego sucio en las canchas y el irrespeto a los árbitros, porque en aquellos tiempos no era raro que los futbolistas se trenzaran a puños con los jueces y que los directivos aplicaran leves sanciones a los jugadores, que eran verdaderas estrellas.

Tanto así que los emblemas de las principales divisas eran también la imagen publicitaria del momento. La prueba es que la industria de los cigarrillos que derivaba millonarias utilidades de su negocio incluía como protagonistas de sus avisos publicitarios a los jugadores de moda. En estos tiempos de desestimulo del consumo del tabaco o los cigarrillos, apelar a los deportistas es más que un despropósito, pero en los años 50, lo que imperaba socialmente era exaltar, como dice la canción “fumar es un placer genial, sensual”.

Hacia el mes de mayo, los aplausos de la tribuna en el ‘Ballet Azul’ se concentraron en Antonio Báez, quien, por ejemplo, le hizo tres goles al América como visitante en el triunfo 3-1. No obstante, el bombazo del momento fue la abultada victoria por 10-0 que le propinó el Boca Juniors de Cali al Atlético Nacional en el estadio San Fernando de Itagüí en desarrollo de la sexta fecha. El 6 de mayo, con estadio abarrotado y agotamiento de los cupos en los aviones, se disputó el juego Millonarios vs. Cúcuta.

Terminó 3-0 en favor del equipo azul, que a partir de ese momento comenzó a ampliar su ventaja sobre Boca Juniors y Cúcuta, que quedaron a cuatro puntos. Ese día Pedernera hizo dos goles y el uruguayo Gambetta aportó el tercero con autogol. En la siguiente fecha, Millonarios empezó a variar su amplia nómina, pero cerrando mayo se llevó la sorpresa cuando por primera vez probó el polvo de la derrota al salir derrotado por el Júnior de Barranquilla. El equipo ‘Tiburón’ ganó 1-0 y las figuras fueron ‘El Caimán’ Sánchez y Rigoberto ‘Memuerde’ García.

En esa época, El Campín estaba en reparación y el espectáculo del fútbol en el estadio Alfonso López de la Universidad Nacional solía verse acompañado por festivales atléticos. El día del partido contra Júnior se realizó uno en el que la figura fue el atleta Libardo Mora Toro, un singular personaje con una historia de contrastes. Un año antes, en los VI Juegos Nacionales, en Santa Marta, ganó cuatro medallas de oro, pero peleó con el Comité Olímpico Colombiano y se las devolvió porque no lo quisieron seleccionar para una nueva justa deportiva con la divisa tricolor.

A Libardo Mora lo sancionaron 18 meses y de alguna manera ese castigo lo fue alejando del atletismo. Después le dio por ser abogado y se vinculó a la Juventud Comunista (JUCO), donde empezó una activa carrera política. Después, prefirió sumarse al ala ideológica del maoísmo, y por esa vía terminó siendo uno de los cofundadores del Ejército Popular de Liberación (EPL). Ese peculiar vallecaucano que saltó del atletismo a la política fue el gran vitoreado de la tarde del 20 de mayo de 1951 en que Júnior batió Millonarios.

En adelante, el equipo bogotano solo perdió con Cúcuta, pero cuando terminó el torneo, su balance no pudo ser mejor. De 34 partidos jugados, ganó 28, empató cuatro y solo perdió dos. Por eso la crónica del título de 1951 fue una sumatoria de victorias. Eso sí, marcadas por las anécdotas, como el partido disputado el 1 de julio contra el Deportivo Cali en Bogotá, que terminó en una fenomenal gresca. La pelea se inició porque el ‘Maestrito’ Báez golpeó al árbitro con el balón. Los del Cali reaccionaron, Julio Cesar Ramírez se metió y en medio de la batalla campal, el juez canceló el juego.

Esa misma semana, los directivos del Deportivo Cali presentaron una protesta formal ante la Dimayor, alegando que los jugadores de Millonarios gozaban de un fuero especial al que se sumaba la complacencia de los árbitros. En la práctica, la verdad es que el cuadro embajador galopó el campeonato. En medio del amplio dominio azul, la novedad del torneo la representaron los espectáculos internos. Como el 20 de julio cuando se reinauguró el estadio El Campín con un doblete: Argentina vs. Uruguay y Colombia vs. Paraguay.

Ese día el seleccionado perdió 4-2 y jugaron por el combinado patrio ‘Caimán’ Sánchez, Osorio, Zuluaga, Pacheco, Viáfara, Ramos, García, Arango, Ramírez, ‘Manco’ Gutiérrez, Doku, ‘Canoita’ Prieto, Rafael Serna y Angulo. Hacia el mes de agosto, el equipo albiazul llegó a los 40 puntos y con siete de ventaja sobre Boca Juniors, cada día se acercaba más al título. No obstante, como fue la preocupación del torneo, nunca faltó el juego fuerte. El 26 de agosto, nueva gresca, esta vez entre Millonarios y América y expulsión de Pedernera.

Era la primera vez que el estelar argentino veía la roja en Colombia. El 2 de septiembre, ya con nueve puntos de ventaja sobre Boca Juniors y diez sobre el Cúcuta de los uruguayos, la novedad fue un gol de chilena de Alfredo Di Stéfano en su victoria como visitante sobre Samarios por 3-0. La segunda estrella para Millonarios terminó de redondearse tras la victoria 6-2 sobre su seguidor Boca Juniors con tres goles del ‘Maestrito’ Báez. El 21 de octubre derrotó 5-1 a Santa Fe, le cogió 12 puntos de ventaja al equipo vallecaucano y se hizo inalcanzable.

En ese clásico, otra vez el juego brusco hizo de las suyas y ante 35.000 personas, fueron expulsados Ángel Perucca y René Pontoni por Santa Fe y Néstor Raúl Rossi e Ismael Soria por Millonarios. En la primera semana de noviembre, cuando Millonarios perdió con Cúcuta en partido aplazado, ya tenía la segunda estrella en su escudo. Esa semana, mientras los titulares de la prensa se concentraban en el ascenso de Roberto Urdaneta Arbeláez a la presidencia de Colombia por enfermedad de Laureano Gómez, los hinchas de Millonarios celebraban la hora del ‘Ballet Azul’.

El 11 de noviembre de 1951 se disputó la última fecha y el campeón empató con Cali 0-0. Terminó en la primera posición con 60 puntos, 11 más que el segundo Boca Juniors y 12 sobre Cúcuta y Cali, que llegaron a 48 puntos. El goleador del torneo fue Alfredo Di Stéfano, con 31 goles. A la contundente campaña de Millonarios se sumaron 28 goles del ‘Maestrito’ Báez. Las grandes figuras del Boca Juniors de Cali y a la vez sus goleadores, fueron Alejandrino ‘Científico’ Genes con 26 tantos y Ángel Berni, con 23.