¿Debe volver Vikonis a la titular de Millonarios?

¿Por qué no?

Nadie discute el liderazgo y las condiciones de Nicolás Vikonis. Es innegable que en más de una ocasión fue la figura del partido. Pero el uruguayo no perdió la titularidad por el error que cometió al escupir a un aficionado. No, él dejo de ser el guardameta en el once inicial del azul porque Ramiro Sánchez lo suplió a la perfección.

Esto no se trata de echarle la culpa a Vikonis o a Sánchez por una u otra anotación que permitieron. Pues ahí habrá posiciones encontradas y será muy difícil llegar a un acuerdo, ya que en la mente de cada seguidor siempre quedará la sensación de que un arquero pudo haber hecho más cada que le hacen un gol. Aquí se pretende señalar que las actuaciones de Ramiro han estado acorde a lo que se le exige a un portero que se pone el buzo de un equipo como Millonarios.

El manizaleño de 33 años también es un líder. Sus más de diez años de experiencia en el fútbol colombiano lo avalan. Basta ver los entrenamientos de Millonarios para darse cuenta. Acomoda su defensa, grita, alienta y exige. Desde su privilegiada posición ve de una manera diferente el juego, y todo eso lo trasmite en los partidos. Llegó en julio de 2015 al equipo embajador. Arribó después de la salida de Luis Delgado y sabiendo plenamente que cualquier oportunidad que tuviera debía aprovecharla de la mejor manera, pues sería el suplente de Vikonis.

La oportunidad llegó en la Copa Colombia de 2016. Atajó cuatro penales de manera consecutiva (tres ante Tigres y uno frente a Bogotá). Pero su verdadera chance de demostrar se dio en el presente torneo tras la sanción del portero uruguayo. Más allá de mantener su acto invicto en cuatro partidos, demostró tener las condiciones para responder cuando se le exige.

En los nueve encuentros que tapó (Santa Fe en dos ocasiones, Bucaramanga, Jaguares, Rionegro, América, Júnior, Equidad y Alianza), atajó pelotas que iban adentro del arco. Sus intervenciones impidieron la anotación del rival e indudablemente se vieron reflejadas en el resultado final del marcador. Es inevitable no pensar en el encuentro ante Bucaramanga cuanto el resultado iba 1-0 y Sánchez impidió el empate, o con el América, al que le ahogó el grito de gol en el 0-0; frente a Equidad, contra Júnior, partido en el que si no es por Ramiro seguro Millonarios lo pierde.

En fin, Sánchez ha respondido y bien. Por eso ha hecho méritos para seguir siendo el titular. Lo últimos malos resultados de Millonarios no son responsabilidad de él, eso es otro tema. Pero precisamente, en caso de que Russo decida apostar por Vikonis ante Nacional, en la palestra pública quedará el manizaleño como el único señalado de la racha negativa del equipo, algo injusto para alguien que esperó su oportunidad, se la ganó a pulso y no merece que se la quiten.  

¿Por qué sí?

Después de 90 partidos como titular en el arco de Millonarios, en muchos de ellos escogido como la figura del equipo, el uruguayo Nicolás Vikonis es hoy suplente del club profesional.  Al término de la primera fecha del actual campeonato y tras la derrota con Medellín por 2 a 1, Vikonis escupió a un aficionado y fue suspendido por cuatro fechas.  Cuando quiso regresar, el manizaleño Ramiro Sánchez se había quedado con su puesto, por decisión técnica del entrenador argentino Miguel Ángel Russo.

Las cuatro fechas en las que Nicolás Vikonis estuvo afuera por la sanción, Ramiro Sánchez mantuvo su arco en cero. Fueron tres victorias ante Bucaramanga, Tolima y Equidad jugando en Bogotá y un empate a cero goles en partido contra Rionegro. Cuando se creía que Vikonis volvía al arco, Ramiro Sánchez se quedó con su puesto. Estuvo en la derrota 0-1 con Jaguares en Montería y en las victorias por 3 a 0 contra encopetados rivales como América de Cali y su rival de patio Santa Fe. Estos dos últimos juegos oficiando como local.

Hasta ese momento parecía que Ramiro Sánchez, después de una carrera de diez años, aunque con efímera participación en Caldas, Santa Fe, Fortaleza, Jaguares y Real Cartagena, por fin se afianzaba como titular de un equipo.  Sin embargo, lo sucedido en las últimas fechas deja dudas respecto a esa opción. Primero fue la derrota en el clásico con Santa Fe 2 a 1. Luego el empate con Junior en Barranquilla 1 a 1 y el pasado fin de semana la derrota con Alianza Petrolera de Barrancabermeja 2 a 0. Cinco goles en contra en tres juegos.

Los entendidos del fútbol coinciden en atribuirle responsabilidad directa en el gol de Ovelar de Júnior que entró por su palo dejándolo comprometido, y en el primero de Alianza Petrolera en Barrancabermeja por su reacción tardía. Cierto o no, entre los aficionados de Millonarios no hay consenso alrededor del tema. La disyuntiva es clara. Es hora de que vuelva Nicolás Vikonis, el mejor arquero en el campeonato colombiano de la temporada 2015 o se debe persistir con Ramiro Sánchez, más aún si son ciertos los rumores de la inminente la partida del meta uruguayo hacia Estados Unidos.

Con la característica ambigüedad de los dirigentes del plantel azul, esa disyuntiva trae a la memoria lo que aconteció en Millonarios durante y después del título de 2012. Entonces el cancerbero titular fue Nelson Ramos, artífice de la campaña de Hernán Torres. Sin embargo, en el momento crucial de las definiciones se lesionó de gravedad y fue la opción para Luis Delgado, quien llevaba dos años esperándola. El arquero santandereano aprovechó su momento e incluso fue uno de los héroes en el encuentro final con Deportivo Independiente Medellín (DIM), al detener la pena máxima que resolvió el campeonato.

El premio no podía ser otro que la titular del equipo para la temporada 2013. Y no lo hizo mal de entrada, pero con el paso de los días los responsables del plantel se dieron cuenta que Delgado necesitaba un reemplazo. En 2015 llegó Nicolás Vikonis, la diferencia fue evidente y pronto el uruguayo se convirtió en el referente fundamental del equipo. Delgado entendió que volvía a ser suplente y con razón migró al Cúcuta Deportivo, luego al Real Cartagena y actualmente está en Deportes Tolima. Sin embargo, no es el titular del equipo pijao. Es el suplente del paraguayo Joel Silva.

Las comparaciones son odiosas, pero hay quienes creen que puede repetirse la historia con Ramiro Sánchez. Sin duda tiene capacidades, lleva más de una década como profesional, pero una encuesta espontánea entre aficionados azules demuestra que no termina de convencer. Si Vikonis se va, él sería la opción y los dirigentes quedarían encantados. Pero de caer su rendimiento profesional, ni la prensa deportiva ni la afición van a recordar lo que hoy aporta. En últimas, la responsabilidad la tiene Miguel Ángel Russo, que todavía no entra en los altibajos emocionales de la hinchada.

Lo único claro es que, en temas de fútbol, los amores se disipan más rápido de lo acostumbrado. Vikonis llegó en 2015, se convirtió en la figura, en cada presentación del plantel fue siempre el jugador más aplaudido, pero empezaron las críticas. Errores suyos que costaron puntos, rumores de su partida al exterior, simulación de lesiones para ganar tiempo y luego el escupitajo. Hasta ese día era además capitán. Hoy está en la banca y se dice que se va al final del torneo. ¿Merece una nueva oportunidad? ¿Terminará saliendo por la puerta trasera?  Por ahora Ramiro Sánchez ocupa su lugar.

¿De qué lado estás tú? Envíanos tu opinión al siguiente correo electrónico: deporteselespectador@gmail.com

¿Por qué no?

Nadie discute el liderazgo y las condiciones de Nicolás Vikonis. Es innegable que en más de una ocasión fue la figura del partido. Pero el uruguayo no perdió la titularidad por el error que cometió al escupir a un aficionado. No, él dejo de ser el guardameta en el once inicial del azul porque Ramiro Sánchez lo suplió a la perfección.

Esto no se trata de echarle la culpa a Vikonis o a Sánchez por una u otra anotación que permitieron. Pues ahí habrá posiciones encontradas y será muy difícil llegar a un acuerdo, ya que en la mente de cada seguidor siempre quedará la sensación de que un arquero pudo haber hecho más cada que le hacen un gol. Aquí se pretende señalar que las actuaciones de Ramiro han estado acorde a lo que se le exige a un portero que se pone el buzo de un equipo como Millonarios.

El manizaleño de 33 años también es un líder. Sus más de diez años de experiencia en el fútbol colombiano lo avalan. Basta ver los entrenamientos de Millonarios para darse cuenta. Acomoda su defensa, grita, alienta y exige. Desde su privilegiada posición ve de una manera diferente el juego, y todo eso lo trasmite en los partidos. Llegó en julio de 2015 al equipo embajador. Arribó después de la salida de Luis Delgado y sabiendo plenamente que cualquier oportunidad que tuviera debía aprovecharla de la mejor manera, pues sería el suplente de Vikonis.

La oportunidad llegó en la Copa Colombia de 2016. Atajó cuatro penales de manera consecutiva (tres ante Tigres y uno frente a Bogotá). Pero su verdadera chance de demostrar se dio en el presente torneo tras la sanción del portero uruguayo. Más allá de mantener su acto invicto en cuatro partidos, demostró tener las condiciones para responder cuando se le exige.

En los nueve encuentros que tapó (Santa Fe en dos ocasiones, Bucaramanga, Jaguares, Rionegro, América, Júnior, Equidad y Alianza), atajó pelotas que iban adentro del arco. Sus intervenciones impidieron la anotación del rival e indudablemente se vieron reflejadas en el resultado final del marcador. Es inevitable no pensar en el encuentro ante Bucaramanga cuanto el resultado iba 1-0 y Sánchez impidió el empate, o con el América, al que le ahogó el grito de gol en el 0-0; frente a Equidad, contra Júnior, partido en el que si no es por Ramiro seguro Millonarios lo pierde.

En fin, Sánchez ha respondido y bien. Por eso ha hecho méritos para seguir siendo el titular. Lo últimos malos resultados de Millonarios no son responsabilidad de él, eso es otro tema. Pero precisamente, en caso de que Russo decida apostar por Vikonis ante Nacional, en la palestra pública quedará el manizaleño como el único señalado de la racha negativa del equipo, algo injusto para alguien que esperó su oportunidad, se la ganó a pulso y no merece que se la quiten.  

¿Por qué sí?

Después de 90 partidos como titular en el arco de Millonarios, en muchos de ellos escogido como la figura del equipo, el uruguayo Nicolás Vikonis es hoy suplente del club profesional.  Al término de la primera fecha del actual campeonato y tras la derrota con Medellín por 2 a 1, Vikonis escupió a un aficionado y fue suspendido por cuatro fechas.  Cuando quiso regresar, el manizaleño Ramiro Sánchez se había quedado con su puesto, por decisión técnica del entrenador argentino Miguel Ángel Russo.

Las cuatro fechas en las que Nicolás Vikonis estuvo afuera por la sanción, Ramiro Sánchez mantuvo su arco en cero. Fueron tres victorias ante Bucaramanga, Tolima y Equidad jugando en Bogotá y un empate a cero goles en partido contra Rionegro. Cuando se creía que Vikonis volvía al arco, Ramiro Sánchez se quedó con su puesto. Estuvo en la derrota 0-1 con Jaguares en Montería y en las victorias por 3 a 0 contra encopetados rivales como América de Cali y su rival de patio Santa Fe. Estos dos últimos juegos oficiando como local.

Hasta ese momento parecía que Ramiro Sánchez, después de una carrera de diez años, aunque con efímera participación en Caldas, Santa Fe, Fortaleza, Jaguares y Real Cartagena, por fin se afianzaba como titular de un equipo.  Sin embargo, lo sucedido en las últimas fechas deja dudas respecto a esa opción. Primero fue la derrota en el clásico con Santa Fe 2 a 1. Luego el empate con Junior en Barranquilla 1 a 1 y el pasado fin de semana la derrota con Alianza Petrolera de Barrancabermeja 2 a 0. Cinco goles en contra en tres juegos.

Los entendidos del fútbol coinciden en atribuirle responsabilidad directa en el gol de Ovelar de Júnior que entró por su palo dejándolo comprometido, y en el primero de Alianza Petrolera en Barrancabermeja por su reacción tardía. Cierto o no, entre los aficionados de Millonarios no hay consenso alrededor del tema. La disyuntiva es clara. Es hora de que vuelva Nicolás Vikonis, el mejor arquero en el campeonato colombiano de la temporada 2015 o se debe persistir con Ramiro Sánchez, más aún si son ciertos los rumores de la inminente la partida del meta uruguayo hacia Estados Unidos.

Con la característica ambigüedad de los dirigentes del plantel azul, esa disyuntiva trae a la memoria lo que aconteció en Millonarios durante y después del título de 2012. Entonces el cancerbero titular fue Nelson Ramos, artífice de la campaña de Hernán Torres. Sin embargo, en el momento crucial de las definiciones se lesionó de gravedad y fue la opción para Luis Delgado, quien llevaba dos años esperándola. El arquero santandereano aprovechó su momento e incluso fue uno de los héroes en el encuentro final con Deportivo Independiente Medellín (DIM), al detener la pena máxima que resolvió el campeonato.

El premio no podía ser otro que la titular del equipo para la temporada 2013. Y no lo hizo mal de entrada, pero con el paso de los días los responsables del plantel se dieron cuenta que Delgado necesitaba un reemplazo. En 2015 llegó Nicolás Vikonis, la diferencia fue evidente y pronto el uruguayo se convirtió en el referente fundamental del equipo. Delgado entendió que volvía a ser suplente y con razón migró al Cúcuta Deportivo, luego al Real Cartagena y actualmente está en Deportes Tolima. Sin embargo, no es el titular del equipo pijao. Es el suplente del paraguayo Joel Silva.

Las comparaciones son odiosas, pero hay quienes creen que puede repetirse la historia con Ramiro Sánchez. Sin duda tiene capacidades, lleva más de una década como profesional, pero una encuesta espontánea entre aficionados azules demuestra que no termina de convencer. Si Vikonis se va, él sería la opción y los dirigentes quedarían encantados. Pero de caer su rendimiento profesional, ni la prensa deportiva ni la afición van a recordar lo que hoy aporta. En últimas, la responsabilidad la tiene Miguel Ángel Russo, que todavía no entra en los altibajos emocionales de la hinchada.

Lo único claro es que, en temas de fútbol, los amores se disipan más rápido de lo acostumbrado. Vikonis llegó en 2015, se convirtió en la figura, en cada presentación del plantel fue siempre el jugador más aplaudido, pero empezaron las críticas. Errores suyos que costaron puntos, rumores de su partida al exterior, simulación de lesiones para ganar tiempo y luego el escupitajo. Hasta ese día era además capitán. Hoy está en la banca y se dice que se va al final del torneo. ¿Merece una nueva oportunidad? ¿Terminará saliendo por la puerta trasera?  Por ahora Ramiro Sánchez ocupa su lugar.

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