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Cuando Nacional y Millonarios se encuentran en la cancha la fiesta en las tribunas está garantizada y eso fue lo que se vivió en el duelo que ambos equipos protagonizaron por la fecha 4 del Apertura 2012.
Ni siquiera importó que el equipo paisa hubiese traído a Bogotá su nómina alterna porque el espectáculo sobre el gramado también dijo presente y antes de que se terminara el primer tiempo cuatro goles se habían cantado ya, incluso uno desde el primer minuto de juego.
Contrario a lo que habitualmente tiene que afrontar Millonarios cuando juega en en casa, esta vez se vio sorprendido con la propuesta ofensiva de Nacional, que quiso ahogar la salida albiazul con presiones constantes a los volantes de primera línea.
Pero más sorprendidos quedaron los más de 30 mil hinchas 'millonarios' en las graderías, cuando Nacional, al minuto de juego, tomó la ventaja que más nunca cedió en el marcador.
Nelson Ramos sacó su traje de héroe para evitar que un potente cabezazo a quemarropa de Diego Álvarez fuera al fondo de la red. El '1' de Millonarios desvió al tiro de esquina, pero fue simplemente alargar por unos segundos la primera alegría verde, porque fue en dicho córner que Óscar Murillo hizo irrisoria la marca de Ignacio Ithurralde y de cabeza puso a celebrar a la tribuna antioqueña en El Campín.
La rabia local se incrementó cuando el árbitro Ímer Machado decidió no pitar una mano de Juan F. Quintero en el área de la visita. Con el paso de los minutos Millonarios no reaccionaba. La ansiedad se convertía en imprecisión y a los delanteros pocos balones limpios les llegaban.
Un nuevo tiro de esquina para Nacional y la posibilidad para corregir lo sucedido al minuto de partido fue echada al traste. Murillo volvió a ganarle al de Uruguay y Nacional ya tenía dos de ventaja en la pizarra al minuto 23.
Richard Páez pedía calma y serenidad desde la raya, pero el circuito ofensivo de Millonarios estaba cortado por unos atentos Juan Sebastián Pérez y Alexander Mejía. Por eso el descuento nació en una gran jugada de Juan Esteban Ortiz, quien sacó un fuerte remate desde el borde del área y obligó el rebote de Franco Armani para que el nuevo goleador de la casa, Humberto Osorio Botello, anotara el primero (m. 23).
El tanque de oxígeno se había acabado en Nacional y tras el descuento fue Millonarios el que mandó en la cancha. Los de Antioquia optaron por el refugio para aguantar el aire hasta el entretiempo, pero no contaban con la rápida reacción del segundo capitán del equipo bogotano.
Pedro Franco aprovechó en un tiro de esquina un balón que dejó suelto Pérez tras salvar en la raya un cabezazo de Orlando Berrío. Fue el 2-2 en el marcador y la tranquilidad para Millonarios por ir al descanso después de remontar un 0-2 en su patio.
El gol también significó otro punto de quiebre en el partido, toda vez que Johan Fano vio la tarjeta roja por protestar y dejó a Nacional con 10 hombres aún con 45 minutos por jugar. Aunque 'Ganicita' Ortiz, en el 78', también se fue a las duchas antes de tiempo por doble amarilla.
Pero el punto es que en el complemento Millonarios no aprovechó el jugador de más y no encontró la fórmula para derrumbar la muralla verde que armó 'Sachi' por delante de Franco Armani.
Páez, por su parte, no tuvo éxito con sus movimientos en el banco, pues ni Hárrison Otálvaro, ni Carlos Padilla ni Matías Urbano fueron aporte o solución.
Atlético Nacional aguantó en su refugio y en uno de los anunciados contragolpes encontró la victoria. Un tiro libre de impecable ejecución (m. 75), por parte de Juan Fernando Quintero, desató la algarabía verde y el silencio en El Campín.
Ya no hubo ‘movete Millos movete’ que valiera. Millonarios tenía tres cerebros en la cancha (Candelo, Otálvaro y Vásquez) pero las ideas ofensivas y el tiempo para jugar fueron insuficientes. Al final fue el equipo alterno de Nacional el que se llevó el triunfo y los puntos de la fiesta que se armó en Bogotá.