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Millonarios no era el mejor equipo del país hace ocho días, cuando completó su tercera victoria en línea, pues había superado en casa a Patriotas, Cúcuta y Cortuluá. Tampoco es el peor ahora, después de caer como visitante ante Tolima y Cali.
Lo que sí quedó claro, luego de cinco presentaciones, es que el plantel albiazul tiene muchos más defectos de la mitad hacia atrás, que virtudes en la delantera. Especialmente en el estadio de Palmaseca se vio un equipo sin filtro en la mitad de la cancha, pues Fabián Vargas y David Silva no son quitadores netos. Y atrás no basta con la entrega de Román Torres. Oswaldo Henríquez y Andrés Cadavid andan muy mal.
Recibió cinco goles y pudieron ser al menos cuatro más, de no ser por las providenciales actuaciones del arquero Nicolás Vikonis o la confianza a la hora de definir de los delanteros caleños.
Y el ímpetu ofensivo que se le vio al plantel en Bogotá se diluyó. En Ibagué, a duras penas se acercó al arco rival y en Cali generó apenas tres opciones claras de anotar. Fernando Uribe y Jhonatan Agudelo corren, se mueven, luchan, pero no les meten miedo a las defensas contrarias.
Para completar, los volantes creativos son intermitentes. El argentino Federico Insúa tiene destellos de calidad, esos mismos que muestran Javier Reina y Máyer Candelo, pero hasta ahora ninguno de los tres ha demostrado tener, en el presente, con qué asumir las riendas y echarse el equipo al hombro.
No obstante, la campaña en El Campín le basta al equipo embajador para seguir en la pelea por un cupo entre los ocho. Con dos partidos pendientes, uno en casa contra Pasto y otro en Manizales ante el Once Caldas, está a un punto del séptimo lugar. A eso puede aspirar este plantel, a ganarles a los clubes chicos y meterse en cuartos de final, porque no tiene con qué darles la pelea, en series de eliminación directa, a equipos como Nacional, Santa Fe o Medellín.
Eso sí, el técnico Ricardo Lunari, que hasta ahora ha mostrado poca capacidad para plantear partidos y sobre todo para implementar variantes en los mismos, tendrá que trabajar mucho para que no le ocurra lo de este domingo, cuando comenzó ganando a los dos minutos de juego, gracias a un remate de Insúa que desvió Cristian Nasuti y metió la pelota en su propio arco, pero después recibió cuatro tantos en apenas 30 minutos. Rafael Santos Borré, ante un error de Vikonis, igualó el marcador. Después Germán Mera, de cabeza, hizo el segundo. Hárold Preciado aumentó la cuenta y en el arranque de la etapa complementaria Borré volvió a anotar y ya en el cierre completó su tripleta con un impecable cobro de tiro penalti.
La próxima semana, Millonarios recibirá a Equidad y el miércoles siguiente visitará a Águilas Doradas, antes del clásico contra Santa Fe, el 15 de marzo.