Millonarios y los penales: una historia de amor y odio

La definición desde el punto penal. Esa, la que le dio la alegría más grande a Millonarios después de 24 años de ver a otros celebrar. Es ahora, el peor enemigo del conjunto azul y sus miles de hinchas. (Vea: Las imágenes que dejó la eliminación de Millonarios de la Copa Libertadores)

Desde aquel 16 de diciembre, cuando Millonarios dio su catorceava vuelta olímpica en el fútbol colombiano, el embajador ha definido una serie clasificatoria por penales en seis ocasiones. Tres por Liga, dos por Copa Colombia y otra por Libertadores. Ganó en dos ocasiones.

“Es una lotería”, dicen los expertos. Pero para Millonarios ya se ha convertido en un karma. Una más dolorosa que otra. Pues cada vez que se llegan a esas instancias, le es imposible al seguidor azul, evitar no rememorar los malos recuerdos de pasado.

La primera definición, tras la estrella 14, fue por los octavos de final de la Copa Colombia de 2013 ante el Júnior de Barranquilla –el rival al que más ha enfrentado en estas circunstancias-. El partido terminó 2-2 en el global y desde los doce pasos el embajador se impuso 3-0. En el mismo certamen y en la siguiente ronda, Millonarios venció por penales 5-4 a Fortaleza, clasificando así a las semifinales.

Hasta ahí, los penales y Millonarios parecía que se llevaran de maravilla. Pues se daban de manera casi que consecutiva las alegrías en estas instancias. En el 2014 comenzarían las penurias. Otra vez el Júnior. Concluían 0-0 los 180 minutos de la semifinal por la Liga. Los de Barranquilla, avanzaban a la final después de imponerse 5-4.

2015 y Semifinales de nuevo. Millonarios derrotaba 3-2 en El Campín al Cali. En la capital vallecaucana caía 1-0. El finalista se definía desde los doce pasos. Con la serie 4-3 tomaba el balón el arquero Luis Delgado, el mismo que con su atajada le daba el título al azul tres años atrás. Esta vez, los papeles se volteaban, su remate era atajado y los capitalinos le decían adiós a la Liga.   

Tal vez el partido más emocionante de la Liga Águila-I 2016 fueron los cuartos que protagonizaron Millonarios y Júnior. En Barranquilla, los locales vencían 2-0. En Bogotá, se iban al descanso de la primera parte venciendo 1-0 y tenían la serie a su favor 3-0. Los capitalinos en menos de 15 minutos convertían cuatro goles. No lo podían creer los hinchas azules . Pero quedaron atónitos cuando en el tiempo de reposición, los tiburones hacían el segundo del encuentro y ponían el marcador global 4-4. En los penales, una vez más se repetía la historia. El azul quedaba por fuera.

Y la historia se volvió a repetir este miércoles en Bogotá. Con la ilusión intacta de seguir con vida en la Copa Libertadores –torneo al que no iba desde el 2013-, Millonarios igualaba la serie ante Atlético Paranaense. Sonó el pitazo final y lo que se percibía en El Campín eran todos los recuerdos de desolación. Se ratificó que los penales y el azul por ahora no van de la mano. Esto podrá cambiar en cualquier momento, pero lo cierto es que el embajador acumuló una nueva eliminación por esta vía.     

La definición desde el punto penal. Esa, la que le dio la alegría más grande a Millonarios después de 24 años de ver a otros celebrar. Es ahora, el peor enemigo del conjunto azul y sus miles de hinchas. (Vea: Las imágenes que dejó la eliminación de Millonarios de la Copa Libertadores)

Desde aquel 16 de diciembre, cuando Millonarios dio su catorceava vuelta olímpica en el fútbol colombiano, el embajador ha definido una serie clasificatoria por penales en seis ocasiones. Tres por Liga, dos por Copa Colombia y otra por Libertadores. Ganó en dos ocasiones.

“Es una lotería”, dicen los expertos. Pero para Millonarios ya se ha convertido en un karma. Una más dolorosa que otra. Pues cada vez que se llegan a esas instancias, le es imposible al seguidor azul, evitar no rememorar los malos recuerdos de pasado.

La primera definición, tras la estrella 14, fue por los octavos de final de la Copa Colombia de 2013 ante el Júnior de Barranquilla –el rival al que más ha enfrentado en estas circunstancias-. El partido terminó 2-2 en el global y desde los doce pasos el embajador se impuso 3-0. En el mismo certamen y en la siguiente ronda, Millonarios venció por penales 5-4 a Fortaleza, clasificando así a las semifinales.

Hasta ahí, los penales y Millonarios parecía que se llevaran de maravilla. Pues se daban de manera casi que consecutiva las alegrías en estas instancias. En el 2014 comenzarían las penurias. Otra vez el Júnior. Concluían 0-0 los 180 minutos de la semifinal por la Liga. Los de Barranquilla, avanzaban a la final después de imponerse 5-4.

2015 y Semifinales de nuevo. Millonarios derrotaba 3-2 en El Campín al Cali. En la capital vallecaucana caía 1-0. El finalista se definía desde los doce pasos. Con la serie 4-3 tomaba el balón el arquero Luis Delgado, el mismo que con su atajada le daba el título al azul tres años atrás. Esta vez, los papeles se volteaban, su remate era atajado y los capitalinos le decían adiós a la Liga.   

Tal vez el partido más emocionante de la Liga Águila-I 2016 fueron los cuartos que protagonizaron Millonarios y Júnior. En Barranquilla, los locales vencían 2-0. En Bogotá, se iban al descanso de la primera parte venciendo 1-0 y tenían la serie a su favor 3-0. Los capitalinos en menos de 15 minutos convertían cuatro goles. No lo podían creer los hinchas azules . Pero quedaron atónitos cuando en el tiempo de reposición, los tiburones hacían el segundo del encuentro y ponían el marcador global 4-4. En los penales, una vez más se repetía la historia. El azul quedaba por fuera.

Y la historia se volvió a repetir este miércoles en Bogotá. Con la ilusión intacta de seguir con vida en la Copa Libertadores –torneo al que no iba desde el 2013-, Millonarios igualaba la serie ante Atlético Paranaense. Sonó el pitazo final y lo que se percibía en El Campín eran todos los recuerdos de desolación. Se ratificó que los penales y el azul por ahora no van de la mano. Esto podrá cambiar en cualquier momento, pero lo cierto es que el embajador acumuló una nueva eliminación por esta vía.