Sin merecerlo, Santa Fe empató ante Millonarios al último suspiro
El cuadro cardenal igualó el encuentro 1-1 a los 90 minutos tras una mala salida de Cristian Bonilla. Su primer disparo a puerta lo había hecho tres minutos atrás. Gamero, con la soga en el cuello.
Se le escapó el triunfo al último suspiro. Millonarios, por un error de su portero Cristian Bonilla en una salida en la pelota quieta, empató 1-1 ante Independiente Santa Fe en el clásico capitalino 301 y completó cinco partidos sin conocer la victoria.
El cuadro embajador fue superior al equipo cardenal, que hizo su primer disparo a puerta a los 87 minutos con un cabezazo estéril. Jorge Ramos igualó el compromiso al último suspiro por el camino de siempre: la pelota quieta. Un centro que intentó interceptar, sin éxito, Bonilla, quien hacía su debut en Millonarios. El arco quedó descubierto y solo tocó mandar la pelota al fondo de la red.
La pandemia y una factura dura de pagar para el equipo de Alberto Gamero: de dos arqueros de categoría como Jefferson Martínez y Wuilker Faríñez a salir al mercado a buscar sus reemplazos. Hoy, sus ausencias costaron un empate que supo a derrota.
Los números de Gamero en Millonarios no son nada alentadores: una victoria en diez partidos disputados, cinco empates y cuatro derrotas en liga. El fantasma con el rótulo de “entrenador de equipos chicos” lo sigue persiguiendo, aunque tiene respaldo de la dirigencia para estructurar el proyecto.
El único tanto de Millonarios fue obra de Juan Carlos Pereira (70) tras una gran jugada colectiva: Banguero pivoteó con Márquez, corrió al espacio y le sirvió la pelota al cartagenero. Hubo suspenso: el VAR tuvo que deliberar por varios minutos si había posición adelantada o no, al final, con muchas dudas, en una jugada milimétrica, se decidió que el jugador estaba detrás de la línea de la pelota.
A pesar del resultado, Millonarios mostró una mejoría. Estuvo sólido en defensa y aunque no generó muchas opciones de peligro, tuvo opciones claras para contar con un resultado más abultado.
En contraste, la factoría de ideas del equipo cardenal estuvo nula con un Luis Manuel Seijas que asumió, sin pena ni gloria, la posición de mediapunta. Un lugar que luego asumió Jhon Velásquez, quien jugó en un costado, no por dentro, en donde mejor se adaptan sus cualidades. Fabián Sambueza tampoco estuvo participativo y la generación de juego fue nula.
“Es un partido para el olvido”, reconoció Rivera en rueda de prensa.
Así las cosas, todo sigue igual: Santa Fe en la cima de la tabla con 17 unidades, a dos del líder Tolima. Y Millonarios ahogándose en el fondo: con ocho puntos en la antepenúltima posición. Gamero necesita comprar tiempo con resultados. Y un error individual empañó el trabajo colectivo de los azules.
Se le escapó el triunfo al último suspiro. Millonarios, por un error de su portero Cristian Bonilla en una salida en la pelota quieta, empató 1-1 ante Independiente Santa Fe en el clásico capitalino 301 y completó cinco partidos sin conocer la victoria.
El cuadro embajador fue superior al equipo cardenal, que hizo su primer disparo a puerta a los 87 minutos con un cabezazo estéril. Jorge Ramos igualó el compromiso al último suspiro por el camino de siempre: la pelota quieta. Un centro que intentó interceptar, sin éxito, Bonilla, quien hacía su debut en Millonarios. El arco quedó descubierto y solo tocó mandar la pelota al fondo de la red.
La pandemia y una factura dura de pagar para el equipo de Alberto Gamero: de dos arqueros de categoría como Jefferson Martínez y Wuilker Faríñez a salir al mercado a buscar sus reemplazos. Hoy, sus ausencias costaron un empate que supo a derrota.
Los números de Gamero en Millonarios no son nada alentadores: una victoria en diez partidos disputados, cinco empates y cuatro derrotas en liga. El fantasma con el rótulo de “entrenador de equipos chicos” lo sigue persiguiendo, aunque tiene respaldo de la dirigencia para estructurar el proyecto.
El único tanto de Millonarios fue obra de Juan Carlos Pereira (70) tras una gran jugada colectiva: Banguero pivoteó con Márquez, corrió al espacio y le sirvió la pelota al cartagenero. Hubo suspenso: el VAR tuvo que deliberar por varios minutos si había posición adelantada o no, al final, con muchas dudas, en una jugada milimétrica, se decidió que el jugador estaba detrás de la línea de la pelota.
A pesar del resultado, Millonarios mostró una mejoría. Estuvo sólido en defensa y aunque no generó muchas opciones de peligro, tuvo opciones claras para contar con un resultado más abultado.
En contraste, la factoría de ideas del equipo cardenal estuvo nula con un Luis Manuel Seijas que asumió, sin pena ni gloria, la posición de mediapunta. Un lugar que luego asumió Jhon Velásquez, quien jugó en un costado, no por dentro, en donde mejor se adaptan sus cualidades. Fabián Sambueza tampoco estuvo participativo y la generación de juego fue nula.
“Es un partido para el olvido”, reconoció Rivera en rueda de prensa.
Así las cosas, todo sigue igual: Santa Fe en la cima de la tabla con 17 unidades, a dos del líder Tolima. Y Millonarios ahogándose en el fondo: con ocho puntos en la antepenúltima posición. Gamero necesita comprar tiempo con resultados. Y un error individual empañó el trabajo colectivo de los azules.