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Macnelly Torres demostró este sábado por qué puede ser indispensable para Atlético Nacional. Una sola jugada, un pase milimétrico a la cabeza de Dayro Moreno, el tanto con el que el cuadro verde venció a Santa Fe y el abrazo fundido de todos sus compañeros en homenaje al hombre que hace una semana estaba buscando equipo. El público también reconoció la labor del volante de 33 años, el eje del equipo de Jorge Almirón y el responsable de que en la primera parte la posesión de la pelota fuera de un 87% a favor del local.
En un encuentro en el que Nacional jugó con una nómina mixta y en el que el club cardenal lo hizo con un equipo B, fueron más los errores que los aciertos. Y eso que los momentos fueron intercalados. En los 45 minutos iniciales todo para el onceno antioqueño, ya en la segunda parte, con los cambios de Gregorio Pérez y el ingreso de Anderson Playa y Yeison Gordillo las cosas cambiaron, al punto de que el visitante tuvo más llegadas, de que las cámaras tomaron más las manos de Fernando Monetti que las de Miguel Solís, quien solo tuvo un par de intervenciones. (Rafael Delgado es nuevo jugador de Atlético Nacional).
Pero el tiempo no alcanzó, el gol de Dayro sí, y Nacional se subió a la punta del torneo tras llegar a seis puntos en dos salidas. Por su parte, Santa Fe volvió a caer y de a poco la situación se le complica a Pérez, que esta vez intentó probar una fórmula a la defensiva, con Héctor Urrego, Nicolás Gil, José Moya y Kevin Balanta que fue penetrable en la primera mitad.
Curiosamente, el que comenzó atacando y acorralado terminó defendiéndose, corriendo detrás de la pelota y rechazando todo del área para alejar el peligro de la portería del verde. De más a menos y de menos a más, la realidad de un partido en el que el empate hubiera sido justo, pero que gracias a Dayro Moreno tiene al conjunto paisa celebrando.