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“Yo no creo que para darles viabilidad a los juveniles necesariamente tengamos que hacer una categoría Primera C”, sostuvo el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún, en entrevista en el programa “Primer Toque” de Win Sports.
El empresario y dirigente deportivo, quien también es vicepresidente de la Conmebol, expuso algunas razones que no harían viable la creación de una tercera categoría, como la falta de socios, patrocinadores, escenarios deportivos adecuados y la logística necesaria para transportar los clubes entre las regiones.
“Al momento de aprobar un torneo de la Primera C debemos buscar una financiación por 10 o 20 años, hay que garantizar el torneo de ascenso y descenso, porque si le vamos a quitar cupos a la B, debe haber una garantía económica para que el torneo siga por años”, explicó Jesurún.
Financiación y asociados
Distintas organizaciones promotoras de la Primera C en Colombia han planteado propuestas para sacar adelante el proyecto, con el apoyo de académicos que han realizado investigaciones comparativas de soporte.
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Algunos de ellos participaron en noviembre en la audiencia pública de la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, donde voceros de asociaciones de futbolistas, exfutbolistas, entrenadores y árbitros presentaron sus ideas y argumentos para crear nuevas categorías en el fútbol profesional colombiano.
Para Andrés Guapacha, presidente de la Asociación Colombiana de Clubes de Fútbol Aficionado (ACCFA), lo más importante es hacer autosostenibles las nuevas competiciones.
“El tema que más le gusta a la Federación es que haya unos socios que compren fichas de tercera división por 1.500 millones de pesos. No veo viable que este dinero se le entregue a la Federación; la competición debería ser autosostenible a través de valores que los nuevos clubes puedan pagar”, aseveró Guapacha, exfutbolista profesional, abogado y docente universitario.
Por su parte, Daniel Pabón, magister en gestión deportiva y coautor de una de las iniciativas para la Primera C, propone renegociar colectivamente los derechos de televisión para apoyar la nueva categoría, como en Argentina, y tramitar una iniciativa en el Congreso para que un porcentaje del recaudo de las apuestas deportivas sea destinado para las nuevas divisiones.
“En diferentes países del mundo y Latinoamérica el fútbol profesional tiene un patrocinador para las tres divisiones, o también patrocinadores individuales”, aseguró Pabón, quien citó el ejemplo de Argentina, donde la categoría primera D firmó un patrocinio con una empresa farmacéutica.
Por lo demás, la cuestión del número de asociados por capital suscrito y pagado está regulada por la Ley 1445 de 2011. Y ese será uno de los puntos del proyecto de reforma de dicha ley que se prepara en la Comisión Séptima de la Cámara, liderado por la representante y exfutbolista Jennifer Arias, con el fin de facilitar el aterrizaje o transición hacia el regreso de la Primera C con ascensos y descensos.
Estadios con potencial de adecuación
ACCFA hizo un censo de más de 275 estadios en Colombia que cumplen las condiciones o podrían adecuarse para recibir fútbol profesional.
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Guapacha sugiere que a través de las alcaldías y gobernaciones podrían destinarse recursos para la adecuación de los escenarios deportivos. “Tenemos una infraestructura a nivel nacional que está subutilizada”, aseguró.
Para Jorge Tovar, doctor en economía y profesor de la Universidad de los Andes, un campo viable para albergar fútbol profesional debe tener algún tipo de cerramiento para permitir una taquilla (cuando sea posible el fútbol con público nuevamente), y vestuarios con los requerimientos mínimos para los futbolistas como luz y agua, esencialmente.
El transporte
En las propuestas que recibieron la Federación y la Dimayor se contempla que la primera fase del campeonato de la Primera C sea departamental, para pasar a clasificatorios regionales y finalizar con play offs nacionales.
“Históricamente, los torneos juveniles en Colombia se han realizado en su primera fase de forma departamental y a partir de la segunda fase se compite a nivel nacional. Los clubes de las nuevas divisiones no tendrían problema en cumplir a cabalidad los torneos, aún más sabiendo que tendrán mayor visibilidad y podrán tener mayores apoyos gubernamentales y privados”, anotó Guapacha, quien recordó que hasta hace unos cinco años los clubes de la B viajaban por tierra.
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Daniel Pabón concuerda en que la topografía de Colombia no ha sido un obstáculo para que los clubes aficionados compitan los torneos nacionales. Además, ve una oportunidad en la mudanza que ha tenido el país en los últimos años hacia una política de cielos abiertos: “tenemos otras posibilidades en el mercado de aerolíneas de bajo costo a las que les podría interesar este nuevo nicho”.
“La tercera división debe ser un torneo de regiones, cuyo objetivo sea integrar las comunidades y generar sentido de pertenencia con el pueblo/ciudad y con la institución deportiva”, en concepto de Jorge Tovar.
*De Fundación Color de Colombia para El Espectador.