Admiten demanda contra la Dimayor por competencia desleal

La Superintendencia de Industria y Comercio admitió una demanda por competencia desleal planteada por el club de fútbol profesional Tolima Real FC contra la Dimayor. La decisión del organismo de control se enmarca en el pleito que el equipo regentado por Juan Carlos Restrepo –padre de crianza del futbolista del Real Madrid James Rodríguez- tiene contra el organismo rector del fútbol colombiano, por la negativa de éste a que pueda participar en los torneos del balompié profesional.

La decisión adoptada por el superintendente delegado Fidel Puentes niega la concesión de medidas cautelares que había solicitado el Tolima Real, por cuanto la asamblea de la Dimayor ya se realizó y ya no tenía objeto esa posibilidad jurídica. Precisamente en dicha asamblea, realizada el pasado 11 de marzo de 2016, la Dimayor permitió que el equipo Atlético FC (antes Depor Fútbol Club) entrara a jugar en el torneo de la B y en la Copa Colombia, a pesar del litigio que existe respecto al Real Sincelejo.

Como lo ha informado El Espectador, la pelea se origina en una sentencia del Tribunal Superior de Sincelejo, que en febrero de 2015 condenó por estafa al ex representante legal del Real Sincelejo, Edgar Paternina, quien 11 años atrás permitió que el equipo fuera vendido a un grupo de empresarios que lo trasladó a Pereira y luego a Cali, pasándose a llamar Depor Fútbol Club, pero con documentos del Real Sincelejo. Dicha sentencia anuló todas las escrituras públicas desde la irregular venta del equipo.

Con base en la decisión del Tribunal de Sincelejo, los defraudados socios del Real Sincelejo entraron en negociaciones con el Tolima Real con el propósito de participar en los torneos de la Dimayor. Entonces quedó planteado el dilema: si permitir que siguiera jugando el Depor, del empresario Gustavo Moreno, o acceder a las solicitudes del Tolima Real. En medio del laberinto y ante la negativa de Coldeportes a otorgarle el reconocimiento deportivo a Depor por el fallo judicial, sus directivos optaron por una nueva estrategia.

Fue entonces cuando ante la Dimayor, en vez de insistir en el Depor, se planteó la opción del Atlético FC S.A., que contaba con reconocimiento deportivo para jugar en las categorías del fútbol aficionado. A través de esta decisión, la Dimayor dio por saldado el pleito. Sin embargo, los abogados del Tolima Real han optado por nuevos caminos para defender sus derechos. En esta ocasión es la Superintendencia de Industria y Comercio la que admite la demanda contra la Dimayor por presunta competencia desleal.

Según el auto conocido por El Espectador, la Dimayor tiene 20 días para contestar la demanda y el proceso no debe demorar más de un año. Según fuentes consultadas, el hecho de que el organismo de control haya decidido intervenir en el caso demuestra que a pesar de que la Dimayor ha argumentado que se rige por disposiciones como un ente privado, en esta ocasión tendrá que responder a las inquietudes del Tolima Real, quien insiste en que sea reconocido como afiliado, pues hoy tiene la propiedad del Real Sincelejo. 

La Superintendencia de Industria y Comercio admitió una demanda por competencia desleal planteada por el club de fútbol profesional Tolima Real FC contra la Dimayor. La decisión del organismo de control se enmarca en el pleito que el equipo regentado por Juan Carlos Restrepo –padre de crianza del futbolista del Real Madrid James Rodríguez- tiene contra el organismo rector del fútbol colombiano, por la negativa de éste a que pueda participar en los torneos del balompié profesional.

La decisión adoptada por el superintendente delegado Fidel Puentes niega la concesión de medidas cautelares que había solicitado el Tolima Real, por cuanto la asamblea de la Dimayor ya se realizó y ya no tenía objeto esa posibilidad jurídica. Precisamente en dicha asamblea, realizada el pasado 11 de marzo de 2016, la Dimayor permitió que el equipo Atlético FC (antes Depor Fútbol Club) entrara a jugar en el torneo de la B y en la Copa Colombia, a pesar del litigio que existe respecto al Real Sincelejo.

Como lo ha informado El Espectador, la pelea se origina en una sentencia del Tribunal Superior de Sincelejo, que en febrero de 2015 condenó por estafa al ex representante legal del Real Sincelejo, Edgar Paternina, quien 11 años atrás permitió que el equipo fuera vendido a un grupo de empresarios que lo trasladó a Pereira y luego a Cali, pasándose a llamar Depor Fútbol Club, pero con documentos del Real Sincelejo. Dicha sentencia anuló todas las escrituras públicas desde la irregular venta del equipo.

Con base en la decisión del Tribunal de Sincelejo, los defraudados socios del Real Sincelejo entraron en negociaciones con el Tolima Real con el propósito de participar en los torneos de la Dimayor. Entonces quedó planteado el dilema: si permitir que siguiera jugando el Depor, del empresario Gustavo Moreno, o acceder a las solicitudes del Tolima Real. En medio del laberinto y ante la negativa de Coldeportes a otorgarle el reconocimiento deportivo a Depor por el fallo judicial, sus directivos optaron por una nueva estrategia.

Fue entonces cuando ante la Dimayor, en vez de insistir en el Depor, se planteó la opción del Atlético FC S.A., que contaba con reconocimiento deportivo para jugar en las categorías del fútbol aficionado. A través de esta decisión, la Dimayor dio por saldado el pleito. Sin embargo, los abogados del Tolima Real han optado por nuevos caminos para defender sus derechos. En esta ocasión es la Superintendencia de Industria y Comercio la que admite la demanda contra la Dimayor por presunta competencia desleal.

Según el auto conocido por El Espectador, la Dimayor tiene 20 días para contestar la demanda y el proceso no debe demorar más de un año. Según fuentes consultadas, el hecho de que el organismo de control haya decidido intervenir en el caso demuestra que a pesar de que la Dimayor ha argumentado que se rige por disposiciones como un ente privado, en esta ocasión tendrá que responder a las inquietudes del Tolima Real, quien insiste en que sea reconocido como afiliado, pues hoy tiene la propiedad del Real Sincelejo.