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Atlético Huila, para la final

Con dos goles de ‘Champeta’ Velásquez, otro de Nelson Barahona y uno más de Jeison Quiñones, Huila venció el domingo 4-1 a Santa Fe en Neiva y disputará el título del Clausura frente al Medellín. Es la segunda final para los opitas en primera.

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Fabián Mauricio Rozo
14 de diciembre de 2009 - 02:37 a. m.
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Tenía la primera opción y a diferencia de su rival, que la tuvo en su momento y la dejó escapar, Atlético Huila la aprovechó el domingo y no esperó hasta el final para hacerlo, sino que apenas rodó el balón, asfixió a Santa Fe, ni lo dejó respirar de entrada con dos golpes tan tempraneros como contundentes y luego lo remató con otro par en el epílogo.

Y para noquear a los albirrojos tuvieron a un cartagenero, que pareció más bien ser palenquero como Pambelé. Iván Velásquez contó con dos asistencias de Frank Pacheco y las repetidas desinteligencias defensivas del rival, para encender el Plazas Alcid, que no necesitaba de iluminación porque la mancha amarilla que lo invadió resplandecía con el triunfo.

El bambuco ya sonaba en la tribuna y el equipo bogotano por momentos parecía bailado y de ver pasar el balón de un lado al otro, los dirigidos por Basílico González lucían incapaces de reaccionar y la impotencia se reflejó en varias tarjetas amarillas que no fueron producto de faltas, sino de airados reclamos hacia el central del juego, Óscar Julián Ruiz.

Ricardo Villarraga daba todas las ventajas por izquierda y los centrales Andrés González y Carlos Valdés volvían a pifiarse. En la mitad no había marca ni con Juan Carlos Quintero ni con Maximiliano Flotta, por lo que Huila tenía todo servido para seguir de largo.

No obstante, en la última jugada de la inicial, el venezolano Luis Manuel Seijas cobró a riesgo, Sergio Otálvaro la tiró al segundo palo, donde Cristian Nazarit asistió a González para que descontara y alimentara la ilusión de la remontada en el complemento.

Pero el mismo zaguero se encargaría de apagarla en el primer minuto del segundo tiempo cuando vio la roja por acumulación de amarillas. De ahí en adelante, el local tuvo espacio, pelota, mas no profundidad para liquidar a Santa Fe, que con más ganas que fútbol, generó dos opciones claras, desperdiciadas por Nazarit y Daniel Néculman, quien lo relevó y ratificó que el gol no es lo suyo cuando perdonó con el arco a su disposición.

Esos fallos se lamentaron no sólo en Bogotá, sino también en Ibagué porque Nacional, en un partido que fue una montaña rusa de emociones, luego de ir perdiendo 2-0, le dio vuelta al Tolima para terminar imponiéndose 3-4, con tripleta incluida de Giovanni Moreno, de buen remate de torneo, pero insuficiente para patentarlo con la estrella.

Los opitas, acosados por la victoria verde en el Murillo Toro, decidieron entonces confirmar su tiquete a la última instancia y con el panameño Nelson Barahona y el juvenil Jeison Quiñones, quien reemplazó a Champeta —lesionado y podría perderse la final—, sentenciaron el juego con un 4-1 que adelantó el San Pedro en Neiva y en el Huila entero.

“Este es el fruto de un trabajo colectivo que va desde los directivos, que hicieron un esfuerzo enorme por armar este plantel y cumplirle, hasta la afición que nos acompañó y hoy nos impulsó aún más hacia el siguiente objetivo”, dijo un emocionado Guillermo Berrío, quien tuvo que dirigir desde las gradas por encontrarse sancionado.

El Teacher, que dedicó la segunda final en primera a la memoria de los desaparecidos Hernán Córdoba y Mario Beltrán, espera el mismo marco este miércoles en el Plazas Alcid, donde se jugará el primer tiempo del duelo que buscará al nuevo dueño de la Mustang II.

El DIM llega invicto

Al frente estará el Medellín, que el domingo en el Atanasio hacía del rojo el color predominante, único por demás, pero nadie esperaba que un exceso de demencia empañara una fiesta cuando ni siquiera se había iniciado, al punto que por poco la pone en duda y obligó a retrasarla media hora.

El corte en el rostro de Harnol Palacios, que lo bañó en sangre, producto de un ataque al bus del Pereira en inmediaciones del estadio, manchó por momentos la excepcional campaña del DIM, que ante su afición quería celebrar el cupo a la final asegurado desde el miércoles en Barranquilla y casi no lo puede hacer por unos cuantos desadaptados.

Igual, en medio de la indignación del DT visitante, Óscar Héctor Quintabani, y el compromiso de las autoridades de dar con el paradero de los agresores, el juego comenzó después de las cuatro de la tarde. Y sólo se necesitaron 19 minutos para que las gargantas locales estallaran, gracias a Luis Fernando Mosquera, que parece reencontrarse con el talento. El 10 hizo buen uso de la media distancia para vencer a Alexis Márquez y así no dejar dudas de la supremacía escarlata en el cuadrangular A, del cual terminó invicto.

César Rivas aumentaría y para el complemento, vinieron los cambios de Leonel Álvarez para preservar sus mejores fichas en la recta definitiva, pero no el resultado, porque el matecaña igualó en la última jugada del partido.

El orientador antioqueño, tras conocer al rival con el que peleará la segunda estrella de la temporada, adelantó que “va a ser una final difícil para ambos equipos y el que sea más inteligente seguramente podrá consagrarse”.

A Leonel le mortificó el empate del domingo, aunque igual en las gradas se sintió el festejo poderoso. Y si eso fue el domingo, con clasificación anticipada de por medio, ¿cómo será el próximo domingo, cuando una estrella merodee el Atanasio Girardot?

Por Fabián Mauricio Rozo

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