Barras del fútbol colombiano donan mercados durante la cuarentena

Desde hace varios años se ha venido hablando del barrismo social, un propósito que se ha visto empañado en repetidas ocasiones por la violencia que sigue habitando dentro de las mismas barras del fútbol en Colombia. Mucha gente desconoce que las hinchadas le han apostado a un compromiso con la sociedad y que todas han realizado varias campañas y donaciones de todo tipo a poblaciones vulnerables con el fin de cambiar no solamente su imagen como “barras bravas”, sino también de brindar oportunidades y ayudas a quienes las necesitan.

En esta época de crisis social y económica por la pandemia del COVID-19, las barras de los clubes decidieron “ponerse la 10” y demostrar que dentro de la organización de las mismas hay una función social que busca ayudar a familias de escasos recursos, a personas que, como en las mismas hinchadas, padece de problemas financieros que complican aún más el panorama actual.

Le puede interesar: ¿La violencia en las barras bravas es un tema aislado del fútbol?

En épocas anteriores las barras han organizado jornadas de donación de útiles escolares y han abierto espacios para la formación deportiva y artística de niños y jóvenes. Uno de los ejemplos más recientes es el de la Escuela Musical Embajadora: escenario creado por la instrumental de los Comandos Azules, la Blue Rain y demás barras de Millonarios. En ella le han estado apostando a la formación musical asociada con la batucada y con géneros que terminan haciendo parte de los cánticos en los estadios.

De los aportes económicos de futbolistas se ha hablado desde hace varias semanas. Referentes de la selección de Colombia como James Rodríguez, Radamel Falcao García, Alfredo Morelos, Yerri Mina, entre otros, han realizado donaciones de mercados y de elementos sanitarios a hospitales. De las barras no se había hablado hasta ahora, pero sus acciones han sido constantes y han terminado por colaborar a poblaciones que no han sido tenidas en cuenta por el Estado y las gobernaciones locales.

Los Comandos Azules y la Blue Rain (Millonarios), La Guardia Albirroja Sur (Santa Fe), Los del Sur (Atlético Nacional), Frente Radical (Deportivo Cali), La Banda del Eje (Once Caldas), y otras hinchadas de los equipos del fútbol colombiano han realizado campañas de recolección de alimentos y todo tipo de víveres que fueron agrupados en kits de mercado para poder entregarse en los barrios periféricos de Bogotá, Medellín, Cali, Manizales y demás ciudades donde hacen presencia las barras.

La violencia ha empañado estas acciones que no son de ahora dentro de las barras del fútbol. Y justamente por las muertes y las cicatrices que han quedado de las riñas causadas por la intolerancia, es que muchos integrantes le han apostado a la construcción de tejidos sociales que aíslen a niños y adolescentes de las problemáticas sociales que derivan en focos de desigualdad, maltrato e incapacidad de aceptar la diferencia. De ahí la apuesta y los esfuerzos de una mayoría que muchas veces no es reconocida desde la misma prensa y desde la misma sociedad por fortalecer el llamado barrismo social para fortalecer la relación del deporte y su compromiso con la realidad que lo rodea.

Desde hace varios años se ha venido hablando del barrismo social, un propósito que se ha visto empañado en repetidas ocasiones por la violencia que sigue habitando dentro de las mismas barras del fútbol en Colombia. Mucha gente desconoce que las hinchadas le han apostado a un compromiso con la sociedad y que todas han realizado varias campañas y donaciones de todo tipo a poblaciones vulnerables con el fin de cambiar no solamente su imagen como “barras bravas”, sino también de brindar oportunidades y ayudas a quienes las necesitan.

En esta época de crisis social y económica por la pandemia del COVID-19, las barras de los clubes decidieron “ponerse la 10” y demostrar que dentro de la organización de las mismas hay una función social que busca ayudar a familias de escasos recursos, a personas que, como en las mismas hinchadas, padece de problemas financieros que complican aún más el panorama actual.

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Los Comandos Azules y la Blue Rain (Millonarios), La Guardia Albirroja Sur (Santa Fe), Los del Sur (Atlético Nacional), Frente Radical (Deportivo Cali), La Banda del Eje (Once Caldas), y otras hinchadas de los equipos del fútbol colombiano han realizado campañas de recolección de alimentos y todo tipo de víveres que fueron agrupados en kits de mercado para poder entregarse en los barrios periféricos de Bogotá, Medellín, Cali, Manizales y demás ciudades donde hacen presencia las barras.

La violencia ha empañado estas acciones que no son de ahora dentro de las barras del fútbol. Y justamente por las muertes y las cicatrices que han quedado de las riñas causadas por la intolerancia, es que muchos integrantes le han apostado a la construcción de tejidos sociales que aíslen a niños y adolescentes de las problemáticas sociales que derivan en focos de desigualdad, maltrato e incapacidad de aceptar la diferencia. De ahí la apuesta y los esfuerzos de una mayoría que muchas veces no es reconocida desde la misma prensa y desde la misma sociedad por fortalecer el llamado barrismo social para fortalecer la relación del deporte y su compromiso con la realidad que lo rodea.