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Los números no mienten. Desde que se juegan las eliminatorias suramericanas con el sistema de todos contra todos, rumbo a Francia 1998, Colombia ha sido uno de los países de mejor desempeño (ver tabla), pero apenas ha logrado una clasificación.
Sus tres recientes fracasos tienen una razón común: el equipo nacional no ha sido capaz de ganarles los seis puntos a los seleccionados que han quedado eliminados. Ecuador, Venezuela, Perú y Bolivia han sido los verdugos de la selección, que se acostumbró a jugar muy bien contra los históricos del continente y decepcionar frente a sus vecinos.
De ahí la importancia de una victoria hoy (desde las 4:00 p.m. por el Gol Caracol) en su visita a Ecuador, rival directo por una casilla a la cita de Brasil 2014.
No se trata solamente de sumar de a tres, sino de impedir que los dirigidos por Reinaldo Rueda, buenos locales, pero pésimos visitantes, sigan su racha triunfal en Quito.
Rivales clase A, B y C
Excepto Brasil, que no jugó las eliminatorias a Francia 1998 y no está en las actuales, los países suramericanos han jugado cuatro veces por la clasificación en partidos de ida y vuelta todos contra todos.
De 32 series, Colombia solamente ha sumado los seis puntos en tres oportunidades, contra Venezuela y Ecuador hacia Francia 1998 y ante Perú, para Alemania 2006. Sin embargo, solamente Uruguay, rumbo a Sudáfrica 2010, no lo dejó sumar.
Las gráficas demuestran que nuestra selección suma más puntos que el promedio, cuando enfrenta a selecciones como Argentina, Uruguay y Paraguay. Pero también que hace menos que los demás en los duelos con Chile, Ecuador, Perú, Venezuela y Bolivia.
¿Qué es más importante, empatarles los dos partidos a los albicelestes y a los charrúas, o ganarles a bolivianos y peruanos, como se puede dar en esta eliminatoria? En la primera opción se logran cuatro puntos, en la segunda el triple, 12.
Si Colombia hiciera lo propio con selecciones a las que consideramos similares o incluso inferiores, como las de Ecuador y Venezuela, no necesitaría milagros, ni resultados ajenos, para volver a un mundial.
José Pékerman y sus jugadores lo saben. Los partidos ante las grandes selecciones dan prestigio e imagen, pero son los que se disputan contra los equipos chicos los que clasifican o eliminan.
A Venezuela, tan menospreciada en nuestro país a pesar de sus evidentes progresos, le hemos ganado apenas ocho de los últimos 18 puntos disputados. Y acá seguimos creyendo que no hemos ido a los mundiales porque Uruguay y Argentina arreglan el último partido en Montevideo.